ESTOY EN BERLÍN
Penes, cruces y el arte de lo absurdo
El artista barcelonés RallitoX rompe esquemas sociales con proyectos artísticos marcados por un dadaísmo gamberro
Carles Planas Bou
Periodista
Periodista tecnológico entre el mundo digital y la política internacional. Centrado en capitalismo de plataformas, IA, vigilancia y derechos digitales. Excorresponsal en Berlín durante más de cuatro años, cubrió los gobiernos de Merkel, la crisis de los refugiados y el auge de la extrema derecha. También ha trabajado en Europa Central y en Canadá. Graduado en Periodismo por la URL y máster en Relaciones Internacionales por la UAB. Ha colaborado con TV3, TVE, Deutsche Welle, Catalunya Ràdio, El Orden Mundial o El Salto.
CARLES PLANAS
¿Qué harías si te levantas y al salir a la calle hay seres humanos atrapados en telarañas de cinta adhesiva, colgando de paredes y adornados con penes de plástico? Vuelve a leer la pregunta. Eso mismo les pasó por la cabeza a los vecinos de Berlín cuando la primavera pasada se quedaron boquiabiertos al observar que esos seres indescifrables se habían instalado en distintos rincones de la ciudad. Detrás de esta inquietante idea está RallitoX, artista barcelonés quien, instalado en la capital alemana, se ha hecho un hueco en el mundo del arte absurdo más gamberro, y rompe moldes.
Preocupado desde que era un niño por el control que la sociedad de consumo ejerce sobre las personas, RallitoX decidió no seguir el camino tradicional y exploró su lado artístico. "Me gustaría cambiar el mundo con un gran movimiento social basado en el absurdo. ¿Qué pasaría si todos empezáramos a hacer cosas sin sentido, a bailar por las calles, a llevar pollos atados a la cabeza?", se pregunta.
Una interrogación constante que liga su arte con el surrealismo, con todo aquello que huye de lo racional y que carece de sentido lógico. Lo que él ha llamado el Movimiento Confuso.
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A medio camino entre la desfachatez y la provocación, la obra de RallitoX se ha hecho controvertidamente famosa en el mundo del arte por su uso de cruces cristianas y penes, una iconografía que contrapone para criticar lo que le rodea. "Uno simboliza el sistema y el otro la hipocresía y el cinismo social de este, que se escandaliza al ver un miembro viril", afirma. Lo que al principio fue un gesto reivindicativo para incomodar ahora es la revolución fálica, una de sus señas de identidad.
CIUDAD LIBRE
Del grafiti urbano a exponer en galerías de todo el mundo como Nueva York, Zúrich, Berlín, Barcelona o Madrid. De la performance callejera a la organización de un movimiento cívico sin aparentemente pies ni cabeza.
RallitoX ha pintado muros, ha permitido andar sobre inmigrantes y ahora pretende recoger firmas para pedir un referéndum para convertir parte de Mallorca en un territorio alemán y convertir la capital en un centro para artistas.
Toda esa evolución ha quedado plasmada en las calles de Berlín, más libre y abierta al arte, asegura, que la Ciudad Condal. "Barcelona es un imán cultural pero cortó las alas a la expresión artística. Aquí hay mucho más cuidado con la cultura que enriquece la ciudad", suspira.
A pesar de que algunos lo han apodado el Banksy español, RallitoX se distancia de este mítico referente del 'street art' más gamberro con quien comparte el tono irónico pero no su mensaje reivindicativo. En su mundo, todo carece de sentido.
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