Barcelona singular

Los 3 restaurantes de El Coll (y no busques un cuarto)

Desde menús a 12 € hasta especialidades caribeñas y platos gourmet. Marc Piquer, el tuitero tras @Bcnsingular, rastrea la oferta gastro de este barrio de Barcelona

Barcelona Singular: las 5 maravillas de El Coll, el barrio perdido de Gràcia

Roser Asensio y Fabio Gambitasi.

Roser Asensio y Fabio Gambitasi. / Marc Piquer

Marc Piquer

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No rastrees más, que son tantos los restaurantes en El Coll como dedos hay en una mano. O ni eso: tres casas de comidas, y algún que otro bar a lo sumo. La oferta gastronómica es exigua pero, por suerte, las tres opciones se complementan: una lo borda con los desayunos, otra se llena a la hora del almuerzo, y la tercera brilla de día y deslumbra de noche. Son, además, garantía de calidad y simpatía. Así pues, para qué buscar una cuarta.

Bona Tapa

Duran i Borrell, 2

Janina Burgos, en la puerta del Bona Tapa.

Janina Burgos, en la puerta del Bona Tapa. / Marc Piquer

Este es un barrio obrero, y Janina Burgos sabe lo que significa. “He estado también al otro lado. Prefiero ganar poco y que la gente coma aquí a gusto”. Por la mañana, sin duda: bocatas, callos, riñones… A las siete, esta amabilísima guayaca se ha puesto ya en marcha, y no creas que afloja al mediodía: los menús a 12 € que ella sola prepara resultan muy completos y variados. El único plato fijo es la paella de los jueves, y si dejara de hacerla, se montaría un cristo. Los turistas desorientados que recalan por casualidad -el Parc Güell está al lado-, se dan cuenta de inmediato que tan buen trato no es una argucia para enredarlos. Obreros, desocupados y jubilados -muchos, de la Bruguera- disfrutan igual y pagan lo mismo.


El rincón del cazador

Pg. de la Mare de Déu del Coll, 68

Reynaldo Ventura, ‘Rey’ (en el centro), con su equipo.

Reynaldo Ventura, ‘Rey’ (en el centro), con su equipo. / Marc Piquer

Si andas a la caza de un sitio para comer más que correcto, el buen olfato te traerá a este bar que hace esquina. Almorzarás bien, conocerás a medio barrio, y verás que todos adoran a Reynaldo Ventura, ‘Rey’, quien lleva allí desde 2018. Al principio, este dominicano cuarentón no cocinaba, pero aprendió rápido y hoy sus propuestas caseras complacen al más exigente. También gustan las especialidades caribeñas que ofrece un sábado al mes.

El rincón del cazador.

El rincón del cazador. / Marc Piquer

El dueño del local, Eduardo Muñio, es el “cazador” que da nombre al establecimiento. Su mujer y su madre guisaban, mientras él sacaba tiempo para organizar partidas a los montes turolenses de donde es originario. Lejos queda ya el triste recuerdo de la explosión de gas natural que aconteció en 1990 en el bloque, y de la que el padre de Eduardo no pudo reponerse.


Agreste de Fabio & Roser

Funoses-Llussà, 2

Raviolis de parmesano, plato estrella del Agreste.

Raviolis de parmesano, plato estrella del Agreste. / Marc Piquer

Agreste juega otra liga, lo sé. Pero más vinculación con El Coll y su pasado, es imposible. El restaurante del chef 'brianzolo' Fabio Gambitasi y su esposa, la 'maître' Roser Asensio, se halla en la antigua terminal de omnibuses Chevrolet, que se creó en los años 20 cuando la zona empezó a poblarse. Fuera se conserva todavía el rótulo de aquella estación, y en el comedor, una viga de la cochera.

Rótulo de la antigua terminal de omnibuses, ahora el restaurante Agreste.

Rótulo de la antigua terminal de omnibuses, ahora el restaurante Agreste. / Marc Piquer

Para más inri, la sala de espera es hoy la cocina donde Fabio y su equipo elaboran los sofisticados platos con productos de temporada que le han dado un merecido prestigio. “Encontrarnos es parte del juego”, me dicen, conscientes de su peculiar ubicación. Pero la diversión de verdad comienza con los entrantes (recomiendo los raviolis de parmesano, mantequilla y salvia); continúa con los segundos (pato azulón con anchoa y hojaldre, cabeza de urta salvaje al horno…); y acaba con los postres (¡tienen helado de 'panettone'!).