CINE
Las mejores anécdotas de Mary Poppins
La famosa niñera regresa al cine en la piel de Emily Blunt. Aquí repasamos las anécdotas del exitoso primer filme, que en 1961 llevó a la fama a Julie Andrews
Habrá quien opine que al mundo no le hacía falta 'El regreso de Mary Poppins' pero, en realidad, el conocimiento más básico de la lógica de Hollywood basta para comprender que lo raro de la nueva película no es que exista, sino que haya tardado tanto en hacerlo; después de todo 'Mary Poppins' (1964), la historia de una niñera mágica que convierte las tareas más cotidianas en aventuras increíbles, no solo destaca por ser una de las producciones de más éxito de toda la historia de Disney; también posee una fascinante intrahistoria, de la que te ofrecemos un breve repaso.
Un hueso duro de roer
En 1938, Walt Disney le prometió a su hija que convertiría su libro favorito en una película. Seguramente dio por hecho que P. L. Travers estaría encantada de vender los derechos; se equivocaba. La novelista no dio su brazo a torcer hasta 1961, y porque necesitaba el dinero. Parece ser que odió la película a muerte: odió que la niñera fuera una mujer hermosa, odió las canciones, odió la secuencia de animación. Y prometió que nunca volvería a trabajar con Disney. Es uno de los motivos por el que 'El regreso de Mary Poppins' ha tardado tanto en existir.
Segundas opciones
Emily Blunt siempre fue la primera opción para dar vida a la nueva Mary Poppins pero Julie Andrews no lo fue para encarnar a la original; antes que en ella, Disney pensó en actrices como Angela Lansbury y Bette Davis. Y, cuando finalmente le ofrecieron el papel, ella estuvo a punto de rechazarlo: tenía esperanzas de ser elegida para protagonizar 'My fair lady', cuyo rodaje iba a tener lugar a la vez que el de 'Mary Poppins'. Finalmente, los productores de Warner decidieron que Andrews no era suficientemente conocida y escogieron a Audrey Hepburn. Unos meses después, Andrews ganó el Globo de Oro y el Oscar.
Fidelidad a la fuente
La versión de la icónica niñera que la nueva película ofrece es algo más ambigua. Quizá tenga que ver con los tiempos que vivimos o quizá se trate simplemente de que, en realidad, la Mary Poppins que P. L. Travers ideó era mucho menos perfecta de lo que Andrews nos hizo creer. En las páginas del libro original, la institutriz aparece descrita con calificativos como «agria», «grosera» y «vanidosa». Al parecer, Travers la diseñó inspirándose en su tía abuela.
Estribillos a toda costa
Está por ver si las canciones de la secuela que se estrena este viernes, día 21, llegarán a calar igual de hondo en la cultura pop que las más memorables de la primera película, como 'Chim Chim Cher-ee' o 'Supercalifragilisticexpialidocius'. De esta última, en todo caso, conviene recordar que a punto estuvo de meter a Disney en un lío. Los hermanos Sherman, autores de aquella banda sonora, aseguraron haber inventado el palabro que le da título, pero los autores de una canción de 1949 llamada 'Supercalafajaistickespeealadojus' demandaron a la productora por 12 millones de dólares; el caso fue archivado por falta de evidencia. Los Sherman habían escrito 30 canciones para la película, de las que solo 10 fueron usadas. Al resto se les buscó posterior acomodo en películas como 'El libro de la selva' o 'La bruja novata'.
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