Crisis interna

¿Qué pasa en la ANC? ¿Lluís Llach será presidente? Las claves de la disputa

Lluís Llach se impone como candidato al Secretariat Nacional de la ANC más votado

La ANC aplaza la elección de su presidente por falta de consenso sobre los candidatos

Lluís Llach, candidato a la presidencia de la ANC

Lluís Llach, candidato a la presidencia de la ANC

Carlota Camps

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Pocos se esperaban que el pleno del secretariado nacional de la ANC que debía enfundar a Lluís Llach como presidente, acabara aplazándose por imposibilidad de llegar a un acuerdo. Pero la entidad está acostumbrada a las pugnas internas y a las votaciones con resultado incierto y, esta vez, no fue una excepción. El cantautor consiguió ser el secretario más votado entre los socios, con más de 3.268 votos, pero no logró el apoyo de dos tercios para convertirse en el presidente. El sábado, después de cinco llamadas a votación y tras más de 10 horas de debate, la dirección acordó suspender la maratoniana sesión y retomarla, previsiblemente, el próximo sábado.

Esta es la culminación de un mandato convulso, muy marcado por las discrepancias sobre la propuesta de impulsar otra lista independentistas a las elecciones catalanas, que finalmente fue rechazada por la mínima por los socios. Estas son las claves de la enésima crisis en la ANC:

¿Por qué se aplazó la votación?

¿Por qué se aplazó la votación?

Llach era el favorito, pero en la reunión celebrada el sábado en Vilafranca del Pendès se encontró con un contrincante sorpresa: Josep Punga. Este economista de 27 años solo recabó 32 votos -se presentó como candidato del bloque joven-, pero contó con el aval del sector próximo a la presidenta saliente, Dolors Feliu, y de Uriel Bertran, que seguirá este mandato como secretario nacional.

La competición obligó a repetir hasta cinco veces la elección, ya que Llach, a pesar de recibir muchos más apoyos que Punga, no conseguía llegar a los dos tercios. Ya en las últimas votaciones, Punga se retiró, pero el sector próximo a Bertran optó por el voto en blanco. Su grupo fue reduciéndose a medida que avanzaba la jornada y, en el último intento, Llach se quedó a un solo apoyo de lograr la presidencia. De hecho, se le dio por vencedor, aunque se tuvo que acabar rectificando el resultado al volver a hacer el recuento, según explican fuentes de la entidad.

¿Cuál es el origen de la pugna?

¿Cuál es el origen de la pugna?

La disputa actual responde a las diferencias dentro de la entidad por la conocida como 'lista cívica', el proyecto liderado por Feliu para organizar una candidatura que se presentara a las elecciones catalanas y que acabó naufragando. Los contrarios a la propuesta, entre los que había el propio Llach, no solo hicieron campaña por el 'no', sino que llegaron a acusar a la dirección de "sectarismo" y la denunciaron ante el Comité Deontológico de la entidad. Un año antes, la misma cuestión ya provocó una fuerte crisis interna que terminó con la dimisión de hasta 13 secretarios nacionales y la salida de su entonces vicepresidente, Jordi Pessarrodona.

Por este motivo, los próximos a Llach acusan a los contrarios de estar "resentidos" y de buscar solo el "bloqueo por el bloqueo". "Fue un espectáculo dantesco, reían cuando veían el resultado e increpaban durante las intervenciones", asegura uno de los presentes en el encuentro, que además les achaca "falta de proyecto". Los críticos con Llach, en cambio, critican las posiciones políticas del cantautor, que estas pasadas elecciones pidió el voto por el expresident Carles Puigdemont.

¿Cómo se pueden resolver las diferencias?

¿Cómo se pueden resolver las diferencias?

Durante la sesión del sábado, y en vista al insalvable bloqueo, llegó a plantearse la opción de buscar un candidato de consenso. El exdiputado de la CUP Julià de Jòdar se ofreció para el puesto, aunque la propuesta tampoco prosperó. Si Llach no se retira, cuando se retome la sesión solo se podrá votar su candidatura o mantener el voto en blanco.

En otras ocasiones, las diferencias se han salvado pactando un reparto de cargos, ya que hay cuatro puestos en juego: presidencia, vicepresidencia, secretaría y tesorería. Sin ir más lejos, en las anteriores elecciones al secretariado, Pessarodona, que fue el candidato que recibió más apoyo de los socios, se repartió el cargo de vicepresidente con Bertran. Esto es lo que esperan algunos de los críticos con Llach y sus afines. "No hay alternativa, no se puede gobernar sin pactar", explica unos de los secretarios consultados por este diario.

Sin embargo, no todos comparten esta visión y confían en que los próximos a la dirección saliente vayan perdiendo apoyos. Creen que un acuerdo como el del anterior mandato no da frutos, en referencia a las dimisiones que hubo, y piden que se deje "dejar gobernar", planteando la posibilidad de pasar cuentas dentro de seis meses o un año, con algún tipo de moción de confianza o una fórmula similar.

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