Crisis en Esquerra Republicana

La corriente crítica Col·lectiu Primer d'Octubre presentará candidatura para liderar ERC

Quién es quién (y qué apoyos tiene) en la lucha por el control de ERC

ERC someterá a consulta de las bases la investidura de Illa

Reconstrucción: las 72 horas que hicieron estallar a ERC y rompieron el tándem Junqueras-Rovira

Imagen de archivo de un mitin de ERC.

Imagen de archivo de un mitin de ERC. / MANU MITRU

Quim Bertomeu

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La lucha por el control de ERC, abierta tras el batacazo en las elecciones catalanas, ha sumado este miércoles a un nuevo actor. La corriente crítica de la formación, el Col·lectiu Primer d'Octubre, ha anunciado que presentará candidatura en el congreso del 30 de noviembre que tiene que decidirse quién liderará Esquerra Republicana a partir de ese momento. Así pues, salvo sorpresas, en el cónclave de otoño entrarán en disputa tres candidaturas: la de Oriol Junqueras, la del sector de Marta Rovira -está por ver con qué cara visible- y la de este colectivo.

El Col·lectiu Primer d'Octubre ha sido la única corriente crítica activa que ha tenido el partido bajo el mandato de Oriol Junqueras. Su papel ha sido, fundamentalmente, el de discrepar del giro pragmático que dieron los republicanos tras el 2017. Ese giro pragmático que llevó a ERC a enterrar la defensa de la vía unilateral hacia la independencia para pasar a defender la vía de la negociación con el Estado.

Durante todos estos años la influencia de la corriente dentro del partido ha sido mínima. Es decir, que sus postulados no han tenido acogida ya que la gran mayoría de la formación se mostraba unida alrededor de la apuesta estratégica por el diálogo y del tándem que formaban Junqueras y Rovira. Ahora, con el tándem roto y el partido revuelto, está por ver si el Col·lectiu puede tener mayor entrada entre los militantes.

La corriente crítica ha anunciado este miércoles su decisión a través de un comunicado en el que ha defendido que es necesaria una "renovación del equipo directivo" de ERC para "recuperar la confianza" del electorado. Además, han expuesto la necesidad de "fijar de nuevo el objetivo de la independencia como centro de todas las políticas" del partido.

Este colectivo, aun sin un liderazgo visible definido, reclama la necesidad de volver a tejer "una posición estratégica común con el resto de fuerzas independentistas". También ha dejado claro que se oponen a la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat si antes no hay un "previo reconocimiento" del "legítimo derecho a la autodeterminación de Catalunya".

La incógnita de los liderazgos

Con este movimiento, son ya tres las candidaturas que se presentarán en el congreso de ERC del 30 de noviembre. Unas candidaturas que, sin embargo, aún deben despejar quienes serán sus caras visibles. Lo único que está claro por ahora es que Junqueras será una de ellas, pero sigue manteniéndose la incógnita de quién liderará las otras dos. Además, en los congresos de ERC se suelen presentar los equipos liderados por un tándem entre un presidente y un secretario general. Era el binomio que formaban Junqueras y Rovira antes de romperse.

Laura Vilagrà, Pere Aragonès y Oriol Junqueras en la protesta de apoyo a Marta Molina.

Laura Vilagrà, Pere Aragonès y Oriol Junqueras en la protesta de apoyo a Marta Molina. / Ferran Nadeu

Lo que sí está claro es que ERC en los últimos días ha bajado el volumen de los decibelios de su crisis respecto a la semana pasada. Este miércoles, por ejemplo, Junqueras y el president Pere Aragonès han coincidido en una protesta soberanista y han guardado las formas en todo momento. Aragonès está adscrito en el sector Rovira, pero esto no ha impedido que los dos dirigentes hayan departido unos minutos con total normalidad.