Elecciones vascas este domingo

El PSOE confía en una nueva coalición con el PNV y no ve riesgos para Sánchez

A diferencia de los comicios en Catalunya del próximo 12 de mayo, los socialistas aseguran que la cita en Euskadi no condicionará la gobernabilidad en España

El silencio de Bildu sobre ETA da un giro a la campaña vasca

La cruzada del PSE con Bildu: una batalla por 72.113 votos

Pedro Sánchez y Eneko Andueza, el pasado sábado en un mitin en San Sebastián.

Pedro Sánchez y Eneko Andueza, el pasado sábado en un mitin en San Sebastián. / Unanue / Europa Press

Juan Ruiz Sierra

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Las elecciones vascas de este domingo tienen, sobre el papel, varios ingredientes que pueden alterar la gobernabilidad en España. Los dos partidos que se disputan el primer puesto, el PNV y EH Bildu, son aliados parlamentarios del Ejecutivo central y deben seguir siéndolo para que este pueda aprobar sus iniciativas. El socio mayoritario en la coalición de la Moncloa, el PSOE, ha dejado claro que solo contempla pactar en Euskadi con uno de ellos: los nacionalistas vascos. El minoritario, Sumar, se expone a no conseguir ninguna representación en el parlamento autonómico, profundizando en su creciente debilidad. Y sin embargo, todos los dirigentes socialistas consultados señalan que estos comicios, a diferencia de los catalanes del próximo 12 de mayo, no representan apenas riesgos para Pedro Sánchez. 

Sea cual sea el resultado en el País Vasco, tanto Bildu como el PNV han dejado claro su disposición a mantener el diálogo con el presidente del Gobierno. Los abertzales han sabido aprovechar su apoyo a casi todas las iniciativas del Ejecutivo central: su despegue en Euskadi ha corrido en paralelo a sus pactos en Madrid. Los jeltzales llevan ocho años gobernando de la mano con el PSE y aspiran a hacerlo cuatro años más, un propósito compartido por los socialistas, que a través de su candidato Eneko Andueza (una cara nueva, como casi todas en esta cita), rechazan de plano un acuerdo así con Bildu. Más aún tras la polémica de la última semana, con el cabeza de lista de los abertzales, Pello Otxandiano, evitando tachar a ETA de “terrorista”

“Todos los debates de esta campaña han estado centrados en Euskadi, sin citar en ningún momento posibles repercusiones en el ámbito nacional, porque todos somos conscientes de que la alternativa que hay frente al bloque de la investidura no es una opción para España”, explican fuentes de la cúpula del PSOE. Otro dirigente socialista coincide. “Pase lo que pase, y está bastante claro que lo que va a pasar es una nueva coalición entre el PNV y el PSE, no afectará al Gobierno de España. El votante vasco sabe separar las dos cosas. Tiene un voto dual”, señala. 

La diferencia con las generales

El PSE quedó primero en Euskadi en las elecciones generales del 23 de julio. Obtuvo 291.932 votos frente a los 277.289 del PNV y los 276.175 de Bildu, con cada uno de los tres partidos logrando cinco diputados en el Congreso. “Me quiero dirigir a todos aquellos que votaron socialista el pasado verano para que concentren el voto en Eneko y en el PSE”, suele decir Sánchez en sus mítines de estas dos semanas. 

Pero resulta imposible, según los sondeos, que un desenlace de este tipo se repita el domingo. Jeltzales y abertzales se encuentran casi empatados en las encuestas, con 28 o 29 escaños en el Parlamento vasco, mientras que los socialistas confían en revalidar sus 10 asientos o incluso obtener alguno más, de forma que la suma con el PNV (la mayoría absoluta se sitúa en 38) sea suficiente. Y si no lo es, tampoco serían necesarios acuerdos con otros partidos para revalidar la coalición, esta vez con Imanol Pradales como lehendakari en lugar de Iñigo Urkullu. La ley electoral vasca permite la investidura en segunda vuelta del candidato que más apoyos obtenga y Bildu no cuenta aquí con aliados para presentar una alternativa. 

El “motor gripado” del PP

En un contexto de enorme pérdida de poder territorial, tras despedirse del poder el pasado 28 de mayo en seis comunidades autónomas y once capitales de provincia, un resultado como el que vaticinan las encuestas es visto en el PSOE con buenos ojos. “Andueza ha hecho una campaña enorme. Ha sabido diferenciarse del resto de candidatos y poner en valor la presencia del PSE en el Gobierno vasco sin dejar de reivindicar que hay mucho por hacer y que los socialistas son la garantía de que haya políticas progresistas en Ajuria Enea. Nuestro objetivo es crecer y seguir siendo el partido central de la política vasca”, argumentan fuentes de la ejecutiva, que buscan el contraste con un PP que en principio se quedará muy por detrás, con seis o siete escaños. 

[Alberto Núñez] Feijóo ha hecho durante estas dos semanas casi más actos en Catalunya que en Euskadi. Da idea de sus expectativas para el domingo. Es probable que el PP siga en cifras de un dígito en votos y escaños, igual que en Navarra y Catalunya. El PSOE no está en esas cifras menores en ninguna comunidad autónoma. Feijóo ha querido pasar desapercibido en Euskadi porque el motor del supuesto cambio de ciclo del que hablaba en Galicia se va a gripar este domingo. Es lo que tiene vivir al día”, continúan en la dirección del PSOE.

Pero también hay señales preocupantes. Sobre todo, en el flanco nacional situado a su izquierda. Sumar y Podemos vuelven a presentarse en solitario, como en las recientes elecciones gallegas, y corren el riesgo de no lograr ninguna representación. “Es necesario que la izquierda maximice sus posibilidades electorales y no caiga en errores del pasado -concluyen en la ejecutiva socialista-. Lo que tenemos delante es una alianza de la derecha y la ultraderecha, en la que los ultras imponen su ley al PP. No podemos permitirnos fallar a la gente”.