Un agresor machista y el joven que empotró la excavadora contra una sede del PSOE buscan sacar provecho de la amnistía

La Ley de Amnistía, cuya tramitación parlamentaria se encuentra ahora mismo en el Senado, se ha convertido en una herramienta para pillos que no tienen que ver con el procés catalán pero intentan acogerse a esta norma para salir de sus problemas con la Justicia. Esta semanas, un vándalo que atacó la sede del PSOE en Almendralejo y un acusado de violencia machista que destrozó el calabozo de Langreo han intentado invocar este texto al afirmar que cometieron sus fechorías "por la independencia catalana".

En Extremadura, el joven de 20 años detenido la pasada semana por empotrar esta máquina contra el local socialista "solicitará el reconocimiento del derecho de su cliente a acogerse a la Ley de Amnistía". A través de un comunicado, el abogado defensor sostiene que el joven detenido "debería tener el mismo derecho a acogerse a la Ley de Amnistía que los separatistas catalanes", ya que según señala, "la exclusión de otros grupos vulnera el principio de igualdad ante la Ley", defiende. Por todo ello, van a solicitar que "se eleve una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para que se pronuncie al respecto".

Pero este caso no es único, ya que hay un precedente en la lejana Asturias. En Langreo, un hombre acusado de violencia machista destrozó el calabozo en el que se le retenía y afirmó hacerlo "por la independencia catalana" para acogerse a la amnistía. "Creía que estaba en una comisaría de los Mossos", afirmó el reo ante el juez, según informa Juan A. Ardura en La Nueva España, medio también perteneciente a Prensa Ibérica.

Los daños en el calabozo parecían el resultado de un brote de ira de un detenido en relación a un caso de presunta violencia de género. El detenido prestó su conformidad a una pena mínima, por romper la cámara del calabozo, de cuatro meses de multa y una indemnización de 669,62 euros a la Dirección General de la Policía por esos destrozos, que fue dictada por el titular del juzgado 3 de Langreo, Héctor Fernández. Hasta ahí, todo normal. Pero la situación adquirió singularidad cuando el detenido hizo constar en dicha conformidad que pensó que "estaba en una comisaría de los Mossos d`Esquadra", y que causó los referidos daños "por la independencia de Cataluña".

Dado que se trata de un juicio rápido, es posible que la ejecución de la condena –los cuatro meses de multa a razón de seis euros por día y los 669,62 euros de indemnización– sea efectiva antes de que la ley de amnistía entre en vigor. Pero en caso contrario, el juez encargado de refrendar la conformidad y la veracidad de la condena deberá valorar si los hechos tienen alguna relación o, por el contrario, no tienen nada que ver con el 'procés' catalán y es un mero intento de fraude de ley.