Presupuestos catalanes

Aragonès descarta paralizar el Hard Rock y complica el apoyo de los Comuns a las cuentas

Los Comuns se plantan y avisan de que si no se frena el casino "Catalunya no tendrá presupuestos"

El Govern confía en superar el escollo del Hard Rock y tener presupuestos de forma "inminente"

PSC y Comuns ponen al Govern entre la espada y la pared por el Hard Rock

Los Comuns fijan el Hard Rock como "línea roja" para los presupuestos: "Aragonès debe decir no"

El president Pere Aragonès este miércoles en el Parlament.

El president Pere Aragonès este miércoles en el Parlament. / Bernat Vilaró / ACN

Quim Bertomeu
Carlota Camps
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El futuro del casino Hard Rock amenaza con tumbar los presupuestos de la Generalitat de este año. El problema que tiene el Govern es que sus dos socios potenciales para aprobar las cuentas le exigen condiciones opuestas a cambio de sus votos: el PSC quiere que se dé un impulso definitivo al proyecto, y los Comuns que se descarte. Este miércoles desde el Parlament, Aragonès ha comunicado que no paralizará el proyecto alegando que legalmente no puede -porque la tramitación ya está en marcha- y porque las "mayorías" actuales en la cámara catalana son partidarias del casino. Los Comuns le han advertido de que, si esta es su posición definitiva, no podrá contar con ellos: "Hasta que no descarten proyectos caducos este país no tendrá presupuestos".

Lo paradójico en todo este asunto es que el propio Aragonès y su partido, ERC, nunca han sido partidarios del Hard Rock. Es decir, que en este tema están más cerca de los Comuns que del PSC. Hoy mismo lo ha vuelto a recordar el president explicando que es un proyecto que su Govern "no abraza con entusiasmo". A la vez, sin embargo, el president sostiene que no puede paralizarlo sin más porque ha heredado esta carpeta de anteriores ejecutivos catalanes y que, si lo tumba, probablemente se generaría a sí mismo un embrollo judicial con los inversores. Por lo tanto, ha pedido a los Comuns que no pongan en riesgo las cuentas solo por esta cuestión.

Hasta que no descarten proyectos caducos, este país no tendrá presupuestos

David Cid

— Portavoz de los Comuns en el Parlament

Pero los morados no solo no dan su brazo a torcer, sino que este miércoles han elevado el tono un poco más. Su portavoz parlamentario, David Cid, ha dicho que si el Govern es "incapaz de plantarse" con esto, su voto a las cuentas será negativo. Los Comuns rechazan el complejo de ocio no solo por ser un modelo de turismo de masas y de juego, sino también por el actual contexto de sequía. Consideran que no tendría lógica poner en marcha un proyecto que tendría un uso extensivo de agua.

¿De verdad lo sacrificarán todo por una cuestión [Hard Rock] que no tiene relación con los presupuestos?

Pere Aragonès

— President de la Generalitat

Ante este escenario, Aragonès ha presionado a los Comuns con el principal argumento que tiene a su alcance. Recordarles que si vetan los presupuestos, Catalunya no podrá disponer de unas cuentas expansivas que contemplan, por ejemplo, 1.045 millones para combatir la sequía y un aumento del 9,5 por ciento del presupuesto en Educación: "El más alto de la historia". "¿De verdad sacrificarán todo esto por una cuestión [Hard Rock] que no tiene relación con los presupuestos?", se ha preguntado.

Una posible salida

Aragonès no puede paralizar el proyecto -al menos esto es lo que asegura-, pero sí que puede incidir en su calendario de desarrollo porque la Generalitat es la principal responsable de la tramitación. Ahora mismo, el casino está expensas de una modificación del plan urbanístico y de un informe sobre su sostenibilidad ambiental. Todo tiene que decidirse desde el Govern.

Y el propio president este miércoles ha dado alguna pista al respecto: la resolución "no será inmediata". Fuentes de la Generalitat alegan que los terrenos han cambiado de valor y que la sequía ha añadido complejidad al informe medioambiental. En definitiva, el president intenta dibujar un horizonte que satisfaga tanto al PSC como a los Comuns: mantener la tramitación del Hard Rock -para satisfacer a los socialistas-, pero no darle ningún empuje definitivo -para satisfacer a los Comuns-. La cuadratura de un círculo que en este momento no está claro que el president pueda cerrar.

Reunión en el Parlament

Ahora mismo Aragonès solo parece tener cerca el apoyo del PSC. Este miércoles también desde el Parlament, Salvador Illa le ha reprochado al president la gestión de la educación y la sequía, pero ha evitado presionarle por el Hard Rock. Tras la sesión parlamentaria, han departido a solas durante unos instantes.

Por la tarde, representantes de los Comuns y del Govern se han reunido en la cámara y, al finalizar, han transmitido sensaciones opuestas. Los primeros, que las conversaciones están en una fase "inicial" sin grandes avances. El Govern, que ya tienen un "documento base del acuerdo" para ir "avanzando con las medidas". El nexo es que, pese a las discrepancias, la negociación se mantiene.

El líder del PSC, Salvador Illa, hablando con el president Aragonès en el pleno.

El líder del PSC, Salvador Illa, hablando con el president Aragonès en el pleno. / Mariona Puig / Acn

Junts y la CUP se alejan

Si Aragonès lograra amarrar los votos del PSC y perdiera definitivamente los de los Comuns, aún podría tener presupuestos con los votos de Junts o los de la CUP. Sin embargo, el apoyo de los posconvergentes y los anticapitalistas cada día es una opción más remota. Este miércoles la sesión de control al Govern en el Parlament ha vuelto a convertirse en la enésima prueba de la falta de sintonía entre estos dos grupos y Aragonès que demuestran otra vez que la mayoría independentista que arrojaron las últimas elecciones ya es historia.

El líder de Junts, Albert Batet, le ha reprochado falta de determinación con el Hard Rock. Pero más allá de las diferencias de fondo, se ha vuelto a poner de manifiesto la absoluta falta de sintonía entre las dos partes. Batet le ha reclamado, con sorna, un "acuerdo de claridad" sobre el futuro del casino. Y Aragonès no solo le ha reprochado algunas de las medidas fiscales que propone Junts para los presupuestos -porque supondrían, ha dicho, una merma de 1.200 millones en los ingresos de la Generalitat- , sino que también se ha mostrado molesto por las formas de los posconvergentes.

Respecto a la CUP, la situación no es mejor. Los anticapitalistas nunca estarán en un pacto presupuestario con el PSC, y el Govern no puede renunciar a los socialistas porque, ahora mismo, son el único apoyo que tienen cerca de cerrar. Los presupuestos, por culpa de un casino que no tiene ni fecha para construirse, se complican.