ELECCIONES EN GALICIA

El PP cierra filas con Feijóo tras las dudas de la campaña: "Ahora debe recuperar el liderazgo moral"

El líder del PP retoma el control tras días de incertidumbre. El apoyo de los barones es total, pero en muchos territorios y en la propia dirección reconocen que hay que "reforzar la estrategia" y aprender de los errores

La prioridad es volver a tener "credibilidad" ante las bases si quieren mantener las movilizaciones sociales

Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Rueda.

Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Rueda. / EP

Paloma Esteban

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El balón de oxígeno que Galicia le ha dado a Alberto Núñez Feijóo no está en duda. Al contrario. El líder conservador necesitaba un éxito de estas dimensiones en su tierra tras una recta final de la campaña muy complicada, enrevesada, y en la que Génova sintió que perdía el control. Feijóo pudo enviar al PSOE el mensaje que siempre tuvo en mente con esta convocatoria: que el PP volvía a ganar unas elecciones mientras los socialistas amplían su debacle territorial. Internamente, este 18 de febrero ha servido para evitar un terremoto interno en el que nadie quería pensar, pero que llegó a instalarse en el imaginario popular si las cosas salían mal. Con los 40 escaños gallegos encima de la mesa, el cierre de filas con el líder nacional es absoluto, como se verá en el comité ejecutivo de este martes. Pero muchos territorios, y también en el entorno de la dirección nacional, advierten de “heridas” que habrá que trabajar.

La mayoría de dirigentes apuesta por exhibir la victoria. No es momento de ajustar cuentas ni de buscar culpables cuando los resultados han sido mejor de lo que pensaron, reflexionan en el partido. Pero, la realidad es que muchos también reconocen que antes o después tendrán que “reflexionar” sobre algunas ideas y posicionamientos. Rehacer una estrategia que ha quedado tocada y que necesita revisarse para recuperar lo más importante que hasta el momento había tenido Feijóo desde la investidura de Pedro Sánchez“Credibilidad y liderazgo moral”, coinciden distintos dirigentes.

Feijóo se anticipó en la junta directiva de Santiago de Compostela este lunes por la tarde: “Creo honradamente que ganamos porque gobernamos para todos y, además, porque decimos la verdad siempre. Podemos confundirnos y tener mayor o menor éxito cuando nos expresamos, pero no mentimos”. El mensaje fue claro tras las dudas generadas por la amnistía y los indultos en la dirección nacional.

Las conversaciones que el PP mantuvo con Junts el pasado verano nunca han sido un asunto cómodo para el partido. Como tampoco la hoja de ruta marcada por Feijóo tras el 23J, y que pasa necesariamente por diezmar el espacio político de Vox y abrirse a puntos de encuentro con las derechas nacionalistas que deciden las mayorías en este país: PNV en primer lugar, e incluso Junts, en el que muchos dirigentes del PP siguen viendo a la antigua Convergència. Ese plan no solo tensiona al PP catalán como se vio en su día. Hay muchos dirigentes de peso que, incluso asumiendo que no podrán volver gobernar si no consiguen salir del aislamiento parlamentario, reconocen que es difícil de implementar.

Y, de hecho, aunque ese siempre fue el plan que tuvo Feijóo, las negociaciones de la ley de amnistía y los pactos recientes entre Sánchez y los independentistas, lo dejaron en un segundo plano. El tono de oposición se endureció con una ofensiva desplegada por todas las instituciones nacionales y europeas. Ahí comenzaron movilizaciones históricas en la calle que otorgaron a Feijóo “una autoridad moral” –como expresan distintos cargos del PP– “muy difícil de conseguir, y muy fácil de perder”.

Eso es lo que muchos en el partido creen que ahora está en duda por los titubeos mostrados en los últimos días. Primero, al aceptar que el PP llegó a estudiar la amnistía exigida por los de Carles Puigdemont durante 24 horas. Y también, al hablar de “indultos condicionados” en varios mítines de la campaña gallega después de que varios medios de comunicación reflejaran esa novedad discursiva de la cúpula.

La reflexión se repite en muchos sectores del partido: “El problema no es el contenido. Estudiamos la amnistía, pero la rechazamos a diferencia de Sánchez. Y eso es lo relevante. Y hablar de indultos si Puigdemont se entrega a la Justicia después de seis años huido, acepta una condena y renuncia a la unilateralidad tampoco es ninguna locura. Pero no se entiende el momento. Ahora es Sánchez el que pacta con independentistas y nosotros mandamos mensajes contradictorios porque nos estamos manifestando en contra de todo eso. No nos lo podemos permitir”.

En esas ideas radica el problema que ahora se percibe en las filas del PP. Galicia ha sido un alivio importante. Pero el partido, explican fuentes populares, tendrá que dejar clara su posición frente a los acuerdos con Junts y las medidas de gracia, tengan o no condiciones. “Si no hacemos eso y no recuperamos el liderazgo moral va a ser muy complicado volver a convocar en la Plaza de España como estas semanas”, sentencian en el PP madrileño.

A muchos dirigentes se les viene a la cabeza las dudas que en algunos momentos, con Vox mucho más fuerte, recorrían parte de las organizaciones del PP y, sobre todo, a buena parte de las bases. “Si Feijóo realmente era el líder de la derecha para este momento. Si era lo suficientemente duro”. Y tras estos meses de despliegue, dicen, -muy especialmente por las movilizaciones en las calles- lo había conseguido. “Hay mucho trabajo hecho que no se puede perder sin más”, explican.

Galicia ha demostrado ser ese “ecosistema propio” del que hablaba el partido allí y muchos barones que conocen de cerca esa tierra. También Feijóo. No tan permeable a los debates que generan grandes burbujas en Madrid, y ajeno a polémicas mediáticas que en otros lugares tienen más recorrido. El éxito de Alfonso Rueda (superando en votos al Feijóo de 2020) a pesar de todas las dificultades de la campaña, sobre todo las creadas por el propio partido y después amplificadas por sus rivales políticos, concede a Feijóo un margen para actuar y afrontar el resto de ciclo electoral. Las europeas son la verdadera clave en el mes de junio.