El futuro del Ejecutivo catalán

Aragonès refuerza su núcleo duro en el Govern con Vilagrà de vicepresidenta y Sabrià de viceconseller

MULTIMEDIA | Así es el Govern de Aragonès para acabar la legislatura

Aragonès enfría unas elecciones anticipadas y ve cerca los presupuestos

ERC avalará este sábado a Pere Aragonès como candidato a las elecciones catalanas

ERC cierra filas con Aragonès y pone en marcha la maquinaria electoral

Aragonès refuerza su núcleo duro en el Govern con Vilagrà de vicepresidenta y Sabrià de viceconseller

Aragonès refuerza su núcleo duro en el Govern con Vilagrà de vicepresidenta y Sabrià de viceconseller / Zowy Voeten /Video ACN

Zowy Voeten / Video ACN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Golpe de efecto de Pere Aragonès para encarar el último año de la legislatura. El president de la Generalitat ha anunciado este martes dos cambios en el Govern: la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, asciende a vicepresidenta del ejecutivo, y Sergi Sabrià se convierte en nuevo viceconseller. Son dos cargos que ya tenían precedentes en la administración catalana, pero que ahora mismo no existían.

El movimiento de Aragonès supone reforzar a su núcleo duro en el Palau de la Generalitat. Vilagrà siempre ha sido su mano derecha en el Govern y a quien ha confiado las tareas más complicadas, como la del diálogo con el Gobierno de Pedro Sánchez. Sabrià ha sido su otro colaborador más próximo, en este caso fuera del Consell Executiu -era el jefe de la oficina del presidente-, pero con un gran poder en todo el engranaje de la Generalitat.

En una comparecencia desde la sala Torres Garcia del Palau de la Generalitat, Aragonès ha explicado que busca "reforzar" el Govern ante un año de "muchísimo trabajo" en el que todos los miembros de su gabinete tendrán que dar "lo mejor de sí mismos". "Es un refuerzo político para acabar el año que nos queda y poder rematar el trabajo", señala una voz autorizada de la plaza de Sant Jaume.

El ascenso de Vilagrà tiene que leerse como un espaldarazo para seguir negociando todos los temas complicados con el Gobierno, que aún son muchos. Los políticos, como la aplicación de la amnistía o la demanda del referéndum, y los del día a día, como el traspaso de Rodalies. "Vienen meses que tendremos que hablar mucho y negociar mucho y esto es más fácil hacerlo desde una vicepresidencia que desde una conselleria", ha explicado el president.

El ascenso de Sabrià hay que interpretarlo como un reconocimiento público del trabajo que hasta ahora ha hecho entre bastidores. De hecho, desde el Palau apuntan que una de las consecuencias de su nuevo rol de viceconseller de Estratègia i Comunicació es que tendrá más exposición pública, como mínimo ante los medios de comunicación, y que podrá estar presente en las reuniones del Consell Executiu que se celebran los martes. Fuentes del Govern explican que deberá convertirse en una nueva cara con proyección mediática y que, si para Aragonès se reserva una voz más "institucional", la suya deberá ser más "contundente".

Dos mensajes

Estas modificaciones no suponen un gran cambio en el día a día de la Generalitat. La prueba es que Vilagrà ejercerá de vicepresidenta sin dejar de ser consellera de Presidència y Sabrià seguirá desarrollando las mismas tareas que ahora. Sin embargo, el president sí que trata de mandar algunos mensajes hacia fuera. El primero, que el gran núcleo de poder del Govern es el Palau de la Generalitat y no otro. Por la plaza de Sant Jaume es por donde pasarán los grandes temas que le quedan al mandato, tales como la reanudación de la mesa de diálogo, el traspaso de Rodalies o la nueva financiación. El segundo, que el president está decidido a agotar la legislatura y por eso refuerza a su gabinete.

Pese a que no entre en sus planes adelantar las elecciones, al menos por ahora, en la comparecencia de Aragonès se ha podido escuchar alguna declaración en clave de clima electoral. Por ejemplo, el eslogan de que son "el Govern de la certeza", y también que el objetivo final del president es que los catalanes le "renueven la confianza". Esta última frase hubiera sido impensable hace unos días, pero desde este sábado ya sabe que su partido le ha confiado presentarse a la reelección. Ahora, ya la podrá pronunciar sin problemas.

Tres cambios en tres años

El de este martes es el tercer cambio de Govern que hace Aragonès en sus casi tres años de mandato. El primero fue en octubre de 2022, cuando Junts dejó la Generalitat y tuvo que remodelar la mitad de su gabinete. El segundo fue en junio de 2023, cuando cambió a tres consellers buscando un revulsivo tras los malos resultados de ERC en las elecciones municipales.

El cambio anunciado este martes es el más cosmético de todos. El mismo president ha explicado que no implicará ni cambios en la estructura del Govern ni tampoco coste económico alguno. Además, no está previsto ni que haya una toma de posesión formal ni de Vilagrà ni de Sabrià, algo que sí que ocurre cuando hay cambios de consellers. En definitiva, mañana, todo el mundo en el Palau ocupará sus mismos puestos, pero Vilagrà y Sabrià lo harán con el espaldarazo -y la presión añadida- de haber recibido un ascenso.