Aragonès expresa su "máximo respeto" por la negociación Junts-PSOE y celebra la coincidencia en el diálogo

Una de las novedades de la nueva legislatura en España es que, por parte del independentismo, no solo ERC dialogará con el PSOE, sino que también lo hará Junts per Catalunya. De hecho, los posconvergentes ya han cerrado una primera reunión con los socialistas este sábado en Ginebra con la presencia de un verificador. Ante esta situación, Pere Aragonès ha fijado este miércoles las bases de cómo piensa moverse en este nuevo paradigma. El president de la Generalitat ha prometido que no se inmiscuirá en la negociación PSOE-Junts y ha asegurado que siente por ella el "máximo respeto".

Así, el president empieza la nueva legislatura española del diálogo con la intención de no polemizar con Junts. "No opinaré sobre las conversaciones entre Junts y el PSOE. Es su ámbito y lo respecto plenamente", ha dicho en declaraciones desde su viaje institucional en Corea del Sur. Esta es una posición relevante, ya que su partido, Esquerra, ha tenido muchas veces la tentación -a veces incluso lo ha hecho- de reprocharle a Junts que opte por la vía del diálogo después de criticarlo a ERC durante cuatro años.

En Esquerra aún escuecen todos los dardos que Junts fue lanzando en la pasada legislatura contra la mesa de diálogo, el mecanismo negociador entre la Generalitat y el Estado. De hecho, los posconvergentes no le dieron un solo día de tregua. Por ejemplo el anterior president Quim Torra que, cuando se anunció la existencia de la mesa, aseguró que no se sentía interpelado a acudir a ella.

De aquello han pasado cuatro años y desde el Palau de la Generalitat ahora prometen no entrar en las conversaciones entre Junts y el PSOE. Aragonès, eso sí, ha aprovechado para sacar pecho de que finalmente se ha acabado imponiendo la vía del diálogo que ERC se viene defendiendo desde finales del 2019 tras un giro estratégico. "La vía de la negociación es en la que coincidimos muchos y esto es positivo", ha aplaudido.

Una de las incógnitas es si Junts hará público el nombre de su verificador -una especie de mediador- que estará presente en sus contactos con el PSOE. ERC también tendrá esta figura en su negociación con los socialistas y, en su caso, es partidaria de no hacer público el nombre. Su argumento es que, si se supiera, se podría poner en riesgo la mediación.

En defensa de la acción exterior

Donde el president sí que ha querido entrar en el cuerpo a cuerpo con Junts es en las críticas que está recibiendo de sus antiguos socios de Gobierno por no haber acudido a una cumbre en Barcelona de la Unión por el Mediterráneo. La exconsellera de Acción Exterior y ahora concejal en Barcelona, Victoria Alsina, expresó su malestar en la red social 'X'- antes Twitter- porque el president hubiera escogido la misma fecha para estar en Corea del Sur. "Incluso en los tiempos de trinchera, los presidentes Mas y Puigdemont tuvieron un papel en estas cumbres", expresó.

Este miércoles desde Busan, al sur del país, el president Aragonès ha defendido su ausencia de la cita esgrimiendo que la Unión por el Mediterráneo había convocado una reunión con ministros de asuntos exteriores y que, como "desgraciadamente" Catalunya no es un Estado, no tenía por qué estar allí. Por lo tanto, ha concluido que su presencia era más útil en Corea del Sur donde se encuentra de viaje institucional. "El Govern tiene que estar en todas partes del mundo donde tenga voz", ha dicho. Y en Corea esta voz la tiene desde esta misma semana que es cuando ha inaugurado su delegación.