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Mónica García, de las pancartas de la marea blanca a coordinar la Sanidad nacional

Como líder de la oposición en Madrid, García ha sido el azote de Ayuso durante la última legislatura

Mónica García

Mónica García / EP

Elena Marín

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Mónica García la primera ministra de Sanidad que llega al cargo tras haber sido una tenaz activista de este servicio público. "Soy una entusiasta de la sanidad pública" confesaba en los pasillos del Congreso durante el debate de investidura de Pedro Sánchez cuando su nombre ya figuraba entre los cinco ministros que tendría Sumar, como adelantó este periódico. Pero su fervor dialéctico en defensa de la atención sanitaria comenzó tras las pancartas de las mareas blancas que recorrieron Madrid hace ya una década, cuando el popular Javier Fernández Lasquetty era consejero de Sanidad en el Gobierno de Esperanza Aguirre e impulsó una línea política de privatización del sector.

En aquel momento todavía estaba lejos de capitanear Más Madrid, que ni siquiera existía, pero hoy su liderazgo no tiene rival. Este fin de semana el partido celebra un congreso para renovar la dirección del partido y García saldrá de allí en volandas porque su confirmación al frente de Más Madrid coincide con su nombramiento como ministra de Sanidad del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.

Médico anestesista en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, Mónica García (49 años) ha compaginado durante distintas etapas la política con su profesión, pero dejó definitivamente su labor como médico hace ya más de un año para preparar la campaña electoral del 28M a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Llegó a la Asamblea de Madrid en 2015 como diputada de Podemos, pero en 2019 abandonó la formación morada, donde ya ocupaba la presidencia del grupo, y se integró en la lista de Más Madrid de Íñigo Errejón. Su figura fue decisiva en las elecciones anticipadas de 2021, en las que Pablo Iglesias quiso liderar un frente de izquierdas contra Isabel Díaz Ayuso y García rechazó la propuesta porque aspiraba a ejercer su liderazgo sin imposiciones de un partido que había abandonado.

Mujer, madre de tres hijos y médico fueron los ingredientes con los que se presentó a una campaña que le llevó a dar el sorpasso al PSOE y a liderar por primera vez la oposición de izquierdas en Madrid. En las elecciones del 28 de mayo logró consolidar su liderazgo y el papel de su partido en la Asamblea de Madrid, donde cada semana se enfrenta a Isabel Díaz Ayuso en la sesión de control.

En su último pleno en la cámara autonómica, exultante porque ya sabía que su destino estaba en Ministerio aunque evitaba reconocerlo públicamente, pidió abiertamente a Ayuso que le haga “un favor a España” y se eche “a un lado”. Junto a su activismo por la sanidad pública y su papel en Madrid como líder de la oposición experta en sanidad en plena pandemia, sus desencuentros con la dirigente popular son los que han hecho crecer su figura. García no ha tenido empacho en restregarle a Ayuso de las "mordidas" de su hermano en plena crisis sanitaria, en denunciar durante varios plenos seguidos que los "protocolos de la vergüenza" terminaron con la vida de más de 7.000 personas en las residencias de mayores o en azuzar el debate sobre la situación de los sanitarios en la región durante el último año previo a las elecciones, cuando las calles de Madrid se llenaban con manifestación en defensa de la sanidad pública y en contra de la gestión de la presidenta. Aunque su "macarrismo", como lo definen en el PSOE, ha provocado también que en el PP no soltaran la presa cuando García pidió la dimisión del entonces vicepresidente del Gobierno regional, Enrique Ossorio, por recibir el bono social térmico y pocas horas después tuvo que reconocer que ella misma recibía esta ayuda.

Su entendimiento con el PSOE para hacer pinza contra el PP duró apenas dos años. Con la llegada de Juan Lobato a la dirección de los socialistas madrileños la relación entre ambas formaciones comenzó a resquebrajarse tras las últimas elecciones, en las que Más Madrid volvió a quedar por delante de los socialistas, y ahora se marcha de la Asamblea dejando un futuro incierto a esa relación en Madrid mientras comienza a tejer una nueva con Pedro Sánchez.

Aún como portavoz de Más Madrid en su último día en la Asamblea, García pedía a quien ocupara esta cartera "que vuelva a poner el sistema en el centro, recupere su brillo" y vuelva a "lucir el orgullo" de la sanidad pública. Ha hablado tanto de sanidad en los últimos tres años desde su escaño en la Asamblea de Madrid, que en el PP ya se están frotando las manos. El exconsjero de Sanidad madrileño durante la pandemia, Enrique Ruiz Escudero, es ahora senador, y también el que fuera portavoz del PP durante la legislatura pasada, Alfonso Serrano. Los populares reconocen que están ya revisando la hemeroteca y que no dudarán en usarla en la Cámara alta: "Alguna le tenemos que devolver".