Justicia

Condenado a dos años y cuatro meses de cárcel por hostigar a manifestantes monárquicos

El acusado dibujó una cruz con espray negro en la bandera española que llevaba a la espalda una manifestante, a la que empujó e insultó

Jóvenes con banderas españolas en la calle Balmes.

Jóvenes con banderas españolas en la calle Balmes.

EFE

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Una jueza ha condenado a dos años y cuatro meses de cárcel a un manifestante independentista por hostigar a un grupo de personas que en 2020 se concentraron en Barcelona para apoyar al rey, a una de las cuales hizo una pintada con espray sobre la bandera española que llevaba.

Según han informado a EFE fuentes jurídicas, el juzgado de lo penal número 27 de Barcelona ha condenado al manifestante por un delito de coacciones a una pena que casi alcanza la que solicitaba la Fiscalía, dos años y medio de prisión, puesto que aplicaba la agravante de abuso de superioridad y discriminación por motivos ideológicos.

El condenado, Joan B., un joven de Peralada (Girona), viajó el 9 de octubre de 2020 a Barcelona con un grupo de amigos para participar en un concentración no comunicada ante la Estación de Francia, en protesta por la presencia de Felipe VI y del entonces presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la capital catalana.

La Fiscalía acusaba al manifestante de haber increpado, insultado y empujado, a gritos de "Fuera fascistas" y "Fuera España", a una decena de personas, convocadas por la Asociación Concordia Real Española, que habían desplegado una pancarta con el lema "España os quiere".

El ministerio público también mantenía que el acusado dibujó una cruz con espray negro en la bandera española que una de las manifestantes llevaba a la espalda, al tiempo que le daba "empujones y patadas" y la insultaba con expresiones como "puta, nazi o facha", además de pintar "Puta poli" en un vehículo de la Guardia Urbana.

El acusado, que se acogió a su derecho a no responder a las preguntas de la Fiscalía, negó cualquier acto de hostigamiento a los manifestantes monárquicos y explicó que fue identificado por la policía catalana, junto al grupo de amigos con el que había acudido a la protesta, cuando se dirigían tranquilamente hacia el centro de Barcelona a buscar un sitio para comer.

No obstante, los mossos d'esquadra que intervinieron en el incidente lo identificaron sin duda alguna como autor de las agresiones en su declaración como testigos en el juicio.