DEBATE SOBRE LAS LENGUAS COOFICIALES

Vox abandona el Congreso de los Diputados y deja los pinganillos en el escaño de Sánchez

Los de Abascal interrumpen al diputado socialista en la tribuna y abandonan uno a uno su escaño depositando los pinganillos en el escaño de Sánchez

Vox abandona el Congreso de los Diputados y deja los pinganillos en el escaño de Sánchez

Vox abandona el Congreso de los Diputados y deja los pinganillos en el escaño de Sánchez. / PI Studio

Paloma Esteban

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El primer pleno de la legislatura en el Congreso de los Diputados, convocado para reformar el reglamento de manera exprés para que desde hoy se puedan utilizar las lenguas cooficiales en las sesiones -una exigencia de los independentistas para votar a Francina Armengol presidenta de las Cortes- empezó con lío. Los diputados de Vox, con Santiago Abascal al frente, abandonaron el hemiciclo interrumpiendo al diputado socialista José Ramón Gómez Besteiro cuando comenzó a hablar gallego.

Los diputados de la extrema derecha depositaron además todos los pinganillos en el escaño de Pedro Sánchez, que estaba vacío. El presidente en funciones está en Nueva York asistiendo a la Asamblea Nacional de la ONU. Un empleado del Congreso los retiró con ayuda de la vicepresidenta Yolanda Díaz, que se encontraba justo al lado.

La primera en pedir la palabra a la presidenta fue Cuca Gamarra, portavoz del PP, exigiendo que hasta que la reforma del reglamento se debatiera y aprobara, se cumpliera la norma vigente. Esto es, como viene demandando el PP desde hace días, que no se pudieran utilizar las lenguas cooficiales (también están permitidas otras como el bable o el aragonés si los diputados se autotraducen) hasta que hoy en el pleno salga adelante esa reforma del reglamento.

Los populares ya lo habían vuelto a pedir en la reunión de la Mesa del Congreso a primera hora de la mañana y después en la junta de portavoces sin éxito.

"Por el forro de la chaqueta"

Tras abandonar el hemiciclo, la portavoz de Vox, Pepa Millán, aseguró que lo vivido en el pleno es "una exaltación de la división y una exaltación de un enfrentamiento con el dinero de todos los españoles”. Millán afirmó que la aplicación de lenguas cooficiales antes de modificar el reglamento implica "una ruptura de nuestra convivencia, que al final es lo que pretenden escenificar", "rompiendo absolutamente todas las leyes y pasándose el reglamento por el forro de la chaqueta”.