Negociaciones tras el 23-J

Puigdemont avisa a Sánchez que no cederá a ningún "chantaje político"

El PP arrebata un escaño al PSOE en Madrid y complica la investidura de Sánchez

El PSOE defiende que la situación "sigue siendo la misma" tras perder un escaño y emplaza a Junts a decidir

Los pros y contras de Junts para la investidura de Pedro Sánchez

Barcelona 21/07/23 Política. Cierre de campaña de Junts. Míriam Nogueras. Carles puigdemont. AUTOR: MANU MITRU

Barcelona 21/07/23 Política. Cierre de campaña de Junts. Míriam Nogueras. Carles puigdemont. AUTOR: MANU MITRU / Manu Mitru

Sara González

Sara González

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Con la pérdida de un escaño sufrida por el PSOE tras el recuento del voto exterior, las negociaciones a las que tiene que hacer frente Pedro Sánchez para volver a ser presidente son aún más difíciles. Ya no basta la abstención de Junts, necesita su 'sí', movimiento que está en manos de Carles Puigdemont. Consciente de ser la pieza más cotizada en el tablero de la investidura, el 'expresident' ha definido a través de un comunicado en las redes sociales cuáles son sus reglas de juego y ha dejado claro que él no actuará en base a "chantajes políticos". Su decisión, avisa, no estará condicionada a su situación personal ni al hecho de azuzar el temor a que la alternativa es un gobierno de PP y Vox, sino que pivotará en si la otra parte de la mesa está dispuesta o no a negociar "los términos en que se debe acordar la resolución del conflicto" entre Catalunya y España. Si no lo está, concluye, los socialistas solo podrán aspirar a "remendar legislaturas".

"Quien crea que ejerciendo presión o practicando directamente el chantaje político ontendrá algún beneficio táctico, se puede ahorrar el esfuerzo. Al menos en mi caso", ha asegurado a modo de "consejo" para evitar que circulen lo que ha tachado de "barrabasadas". Tanto el PSOE como el PP han situado a Junts en el foco con el último reparto de diputados confirmado. Los socialistas para emplazar a los posconvergentes a elegir entre un Gobierno "progresista" que avance en "derechos y libertades" frente a uno de derechas con la ultraderecha. Y los populares para dejar caer que están dispuestos a hablar con ellos si es "dentro de la Constitución".

El "dedo" y "la luna"

Lo que transmite Puigdemont en su misiva es que los parámetros que va a seguir Junts para decidir su voto en la investidura no van a responder al escenario dicotómico de que no votar a Sánchez supone facilitar un Gobierno con participación de la extrema derecha con el que Catalunya lo puede tener aún más difícil. Tener la llave, asegura, es "circunstancial", es decir, "mirar el dedo", cuando "la luna", insiste, es el conflicto. Una manera de advertir de que no teme que el desenlace acabe siendo una repetición electoral y también de marcar distancias con la estrategia negociadora de ERC, que los posconvergentes señalan infructífera y con los que se han emplazado a poner un precio conjunto a la investidura.

"Hay quien se puede hacer una ligera idea de qué efecto me puede causar el hecho de que digan que si Junts no vota a Pedro Sánchez me caerá el mundo encima y vagaré como un alma en pena", sostiene tras relatar un memorial de agravios sufridos en los cinco años y nueve meses que lleva viviendo en Bélgica.

Enumera, entre ellos, haber recibido "amenazas cada semana", haber sido objeto de "campañas de difamación vergonzosas", de artículos "vomitivos" y de dosieres policiales involucrándolo en "tramas delirantes", además de haber sido detenido en dos ocasiones (en Alemania en 2018 y en 2021 en Cerdeña). También denuncia que se le han colocado aparatos de seguimiento en el coche, el espionaje con Pegasus de dispositivos de personas de su entorno y el hecho que se lo haya definido como "populista" o "xenófobo", que se haya dicho que era "irrelevante" políticamente o que se haya "fabulado" con su salud mental. Y no olvida tampoco que se haya "inventado" que hay ONGs que desvían subvenciones para él o que su grupo parlamentario "desvía a Waterloo" dinero destinado a combatir el Covid.

"Y nunca un solo juez (español) les ha parado los pies. Tampoco le ha importado a ningún 'demócrata' español saber si todo esto era verdad, o si toda esta manipulación de la realidad era una forma de fascismo del que había que preocuparse. Porque si se trata de frenar al fascismo se tiene que hacer siempre, no a la carta", espeta. En su mensaje, el 'expresident' expone sin tapujos cuáles cree que son los tres escenarios posibles para Sánchez: el voto afirmativo de una "coalición muy amplia" en la que estén los siete diputados de Junts para que vuelva a ser presidente, que el PSOE acabe facilitando la investidura de Feijóo -situación que, recuerda, ya se dió con Rajoy en 2016-, o que todo acabe desembocando en una repetición de las elecciones.

A los que quieran negociar con él, Puigdemont pide "discreción" y "extremar la prudencia", una manera de transmitir a los socialistas que anden con pies de plomo, así como de disuadirlos de ejercer una estrategia de presión sobre su partido.