Puigdemont y el duelo interno en Junts: ¿Quién decidirá la investidura de Sánchez?

La ejecutiva de Junts tiene en estos momentos una auténtica patata caliente encima de la mesa: decidir si facilita la investidura de Pedro Sánchez o si la bloquea y provoca una repetición de las elecciones. Y el desenlace pasa por Waterloo, por mucho que el 'expresident' Carles Puigdemont ya no ocupe la dirección del partido. De hecho, este mismo lunes le ha contactado Jaume Asens, erigido en negociador por parte de Sumar en busca de los decisivos votos posconvergentes pese a haber sido apartado de las listas de los Comuns.

Pero, ¿cuál es el equilibrio de poderes actual en la cúpula de JxCat? Las dos almas principales, la partidaria de la confrontación activa (y activista) y la moderada, siguen en disputa.

A diferencia de los comicios municipales, donde Xavier Trias encarnó la versión más pragmática, el discurso en esta cita electoral del 23-J lo ha liderado la parte más dogmática, que tenía como objetivo superar a ERC y forzar un cambio de rumbo en la estrategia independentista, aprovechando Madrid para plantar cara en Catalunya, con el ojo puesto en el Govern de Pere Aragonès.

Este planteamiento que ya se vio con la reelección de la candidatura, Míriam Nogueras, con un discurso duro contra el Gobierno de coalición y contra los republicanos, a quienes ha acusado a lo largo de la campaña de haberse vendido al PSOE "a cambio de nada", y con el intento del 'exconseller' de Economia, Jaume Giró, más programático y partidario de llegar a pactos en Madrid, de ocupar su puesto. Una maniobra que fue frenada directamente por petición de Puigdemont y el secretario general, Jordi Turull.

¿Qué condiciones puede poner Junts a la investidura de Pedro Sánchez?

Ahora, con los resultados en la mano, las dos almas de Junts vuelven a encontrarse. De hecho, ya se palpó la disputa interna cuando la noche del domingo Trias se mostró partidario de llegar a acuerdos y de demostrar que son "útiles", mientras Nogueras aseguraba no sentirse interpelada por la gobernabilidad de España.

Los 'lauristas'

El sector más duro de Junts está encabezado por la presidenta del partido, Laura Borràs, que se pronunció en contra de la continuidad en el Govern y de cualquier pacto con el PSC, exhibiendo así su eufória por la ruptura en la Diputación de Barcelona. Le siguen el secretario de organización, David Torrents, así como miembros de la ejecutiva como Jaume Alonso Cuevillas y Cristina Crisol. También se ha ubicado siempre en este bloque la vicepresidenta Aurora Madaula, a pesar del encontronazo que vivió con Borràs por su posicionamiento a favor de dejar gobernar a la extrema derecha independentista de Sílvia Orriols en Ripoll. Quién también está en este grupo es su mano derecha, Francesc de Dalmases, a pesar de no formar parte ya de la ejecutiva.

Los 'turullistas'

El lado pragmático del partido es fiel al secretario general, Turull, aunque hay matices dentro de este grupo y de que parte dañado por el resultado de los pactos poselectorales del 28-M, ya que pese a haber sido segunda fuerza en votos, tan solo tiene la mitad del poder en la Diputación de Girona en alianza con ERC y el Ayuntamiento de Sant Cugat. Jaume Giró, Damià Calvet o David Saldoni son los más pactistas, y también los que vivieron con más desazón la gestión de estos pactos después de las municipales al ver cómo ese segundo puesto y la victoria en Barcelona no se traducía en un poder institucional equiparable.

Asens arranca la negociación con Puigdemont para que Junts facilite la investidura de Sánchez

También se ubica entre los 'turullistas' la presidenta del Parlament, Anna Erra, así como otros miembros de la ejecutiva como Glòria Freixa, Mònica Sales, Gemma Geis, Violant Cervera o incluso la misma Nogueras. A pesar de sus duros discursos en Madrid, es próxima a Turull y fiel seguidora de Puigdemont.

Otro fiel escudero del 'expresident' es el vicepresidente y portavoz del partido, Josep Rius. Y es que a pesar de que Puigdemont se ha desvinculado del día a día de la formación, sigue teniendo una fuerte ascendencia dentro del partido y la tendrá en estas negociaciones porque buena parte de las condiciones pueden pasar por su situación procesal.

Suscríbete para seguir leyendo