Feijóo admite por primera vez que incluirá a Vox en su Gobierno si necesita su 'sí' a la investidura

Alberto Núñez Feijóo desveló este lunes una de las incógnitas que arrastraba esta larga campaña de las elecciones generales que oficialmente empieza el viernes: por primera vez, el líder del PP ha admitido que incluirá a miembros de Vox en el Gobierno central si necesita el 'sí' de los diputados de Santiago Abascal para ser presidente de España.

En una entrevista en 'El Mundo', afirma: "Si le tengo que pedir a Vox el 'sí', lo lógico es que forme parte de mi Gobierno. Si no le tengo que pedir el 'sí', lo lógico es que no forme parte". El comentario lo hace ante una pregunta sobre el "cambio de discurso", el viernes pasado, de la presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola. Después de repetir de manera rotunda durante meses que no gobernaría con Vox por su discurso xenófobo y contra la lucha contra la violencia de género, Guardiola ha cedido y les ha prometido una consejería en su futuro Gobierno.

Feijóo nunca había sido tan claro hasta ahora. En estas cuatro semanas tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo, en las que centenares de sus alcaldes y varios presidentes autonómicos han tenido que negociar con el partido de ultraderecha para asegurarse sus investiduras, no ha sido muy claro sobre qué tipo de relación está dispuesto a mantener con su competidor. Durante algunos días, antes de comprobar que le estaba pasando factura en las encuestas, Feijóo llegó a defender el 'no' de Guardiola a Vox en Extremadura, porque los de Abascal solo obtuvieron el 8% de los votos. Lo hizo a la vez que aplaudía, en cambio, que el PP en la Comunidad Valenciana les hubiera dado una vicepresidencia y dos consejerías. La razón, arguyó, es que en la autonomía levantina habían logrado el 12% de las papeletas. Ese porcentaje parecía marcar la línea entre gobernar en coalición o no con Vox... hasta este lunes.

Las abstenciones que auparon a Sánchez

Ahora, el líder del PP defiende la inclusión de miembros de la ultraderecha en un hipotético Consejo de Ministros si los diputados de Abascal tienen que dar un 'sí' a su investidura (algo de lo que le advierten la mayoría de las encuestas), pero no en el caso de que solo requiera su abstención. Los candidatos a presidente del Gobierno necesitan mayoría absoluta en la primera votación en el Congreso (176 apoyos como mínimo), pero solo mayoría simple (más 'síes' que 'noes') en la segunda votación (se hace 48 horas más tarde de la primera). Por ejemplo, en la investidura de Pedro Sánchez, en enero de 2020, el dirigente socialista fue elegido en segunda vuelta por 167 'síes', 165 'noes' y 18 abstenciones que fueron claves: las de ERC y EH Bildu.

El político gallego recuerda que Abascal estuvo muchos años en el PP y tiene "vocación de interés general"

En todo caso, la idea de Feijóo (que la mera abstención de Vox no le suponga concederle ministerios), tendrá que contar con la aquiescencia de Abascal, que será el que ponga precio a sus votos. De hecho, Ignacio Garriga, secretario general y portavoz en el Parlament de Catalunya, advirtió este lunes, después de escuchar los nuevos mensajes de Feijóo, de que su partido "no regalará absolutamente ni un voto" si el PP los necesita para gobernar.

Exmilitante del PP

El jefe de la oposición contó por la tarde, en un acto de 'La Razón', que tiene "una buena relación" con Abascal. En un coloquio fue preguntado por él y recordó que el líder de Vox estuvo muchos años en las filas del PP (fue concejal en el País Vasco y procurador general de las Juntas Generales de Álava) antes de romper y fundar el nuevo partido, y por ese pasado tiene "cultura orgánica" y "vocación de interés general", características que "probablemente", añadió, no tengan otros "miembros" de Vox.

Echar mano de la ultraderecha (en forma de apoyo o abstención) es el plan B de Feijóo. El plan A es conseguir más escaños que todas las izquierdas juntas para gobernar en solitario y calcula que la cifra que necesita alcanzar son los 160 escaños. El líder del PP concretó ese número en una entrevista en 'El Programa de Ana Rosa', donde también dio algunas pistas sobre otras dos incógnitas que siguen siéndolo. Primero, si la semana pasada aseguró que, si llega a la Moncloa, tendrá una "vicepresidenta", este lunes añadió que la mujer que ha elegido "tiene experiencia de Gobierno", aunque esa carrera no la ha hecho en el Ejecutivo central. De sopetón cayeron de las quinielas todas las exministras del PP.

Y, segundo, apuntó que pondrá de ministro de Economía a un hombre que no es político ni ha ocupado cargos en ningún Ejecutivo, pero que tiene una experiencia acreditada y un "amplísimo conocimiento" de su área.