Los Comuns se aferran a la figura de Yolanda Díaz con la aspiración de quedar segundos en Catalunya

Una campaña "presidencialista", que pivote en la figura de Yolanda Díaz, a la que presentan como "lo mejor" que le puede pasar para las aspiraciones sociales y nacionales que tiene Catalunya. Este es el marco de campaña que han diseñado los Comuns con Aina Vidal al frente con la aspiración, aseguran encuestas en mano, de lograr quedar segundos y ser el principal vivero de votos de Sumar. Dos son los temores a los que aseguran que hay que hacer frente para poder parar los pies al "tique PP-Vox": la abstención y que el llamado "voto útil" acabe suponiendo que la concentración de apoyos en el PSOE impida la suma necesaria con otras formaciones para desbancar a la derecha.

Aunque la agenda de campaña está abierta de par en par, En Comú Podem cuenta con que Díaz pise Catalunya por lo menos dos días y que la exalcaldesa Ada Colau también juege un rol relevante a escala estatal. Y es que, según el equipo de campaña, la líder de Sumar tiene aquí, como le pasa a los socialistas, su principal vivero de votos, además de tener en las encuestas un porcentaje por encima de la media que la prefiere como presidenta. Los Comuns, que en las pasadas generales obtuvieron siete diputados y quedaron en cuarta posición, son conscientes de que de su resultado dependerá también en buena parte la suerte de Díaz y del gobierno de coalición.

La mayoría de actos de los Comuns se concentrarán en el área metropolitana de Barcelona -el mitin central será el 20 de julio en l'Hospitalet con Díaz-, en la de Tarragona -donde darán el pistoletazo de salida este jueves- y en la costa de Girona. De hecho, pondrán punto y final a la campaña en Blanes. Un recorrido durante el que centrarán su discurso, especialmente, en reivindicar que suya es la paternidad de buena parte de las políticas sociales que en los últimos años se han impulsado desde la Moncloa. De la misma manera que pretenden sacar pecho de que los indultos o la reforma del código penal se aprobaron porque ellos "arrastraron" a Pedro Sánchez hacia una posición que no tenía para mitigar el conflicto catalán.

Su 'leitmotiv' para diferenciarse, especialmente, del voto a los socialistas es que "no es suficiente con alimentar el miedo a la extrema derecha" para lograr frenarla. No se trata, aseguran, de jugar a concentrar del voto. Tampoco consideran acertado la "trinchera" en la que consideran que se ubican los partidos independentistas para hacer frente a PP y Vox dando por hecho que van a ganar. "Se equivocan", sostienen. Sin embargo, preocupa a la interna la abstención en Catalunya, que ubican mayoritariamente en el flanco independentista.

Movilizar a los propios, a una izquierda que ha perdido fuelle en las municipales, es clave. Pero reconocen que también necesitan que vaya a votar la izquierda independentista. Eso explica por qué sus mensajes estarán más dirigidos a PP y a Junts que a ERC. Su apuesta, aseguran, no es apelar al "miedo", sino a la "esperanza desde la propuesta". Exprimirán especialmente la carpeta del ámbito laboral, el punto fuerte tanto de Díaz como de Vidal, con propuestas como la reducción de la jornada laboral, el incremento de los salarios y una transición ecológica de la mano de la reducción de la desigualdad.

"Voto decisivo" frente a "voto útil"

Y también, aseguran, defenderán el referéndum como solución al conflicto político enquistado en Catalunya. En el programa electoral, consensuado con Sumar, llevarán que se vote el acuerdo que se alcance en una mesa de diálogo que ahora está en 'stand by'. "Nos tenemos que desacomplejar. Siempre hemos defendido libertad, diálogo y soluciones. Ahí seguimos mientras otras estrategias de otros partidos no han sido útiles para sus objetivos", aseguran. El resumen del propósito de su campaña, que han definido como "la más importante en décadas", no es que el 23 de julio vaya de "voto útil", sino de "voto decisivo".