Elecciones generales

La apuesta electoral para el 23J sigue siendo masculina: más hombres que mujeres al frente de las listas

Las mujeres sólo son el 29,4% de las cabezas de lista de Vox para el Congreso y el 25% de los números uno del PP para el Senado

Así están las encuestas de las elecciones generales en España 2023

La líder de Sumar, Yolanda Díaz, con algunas candidatas de las listas electorales de su coalición.

La líder de Sumar, Yolanda Díaz, con algunas candidatas de las listas electorales de su coalición. / EFE/ SERGIO PÉREZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

España es un país avanzado en cuestión de paridad parlamentaria, la ley así lo obliga. A las puertas de una nueva legislatura, la horquilla de porcentajes del 40-60 % para cada sexo se cumple para el 23J, pero los preciados números uno los siguen copando mayoritariamente los hombres. Y la peor foto se la llevan Vox, con sólo un 29,4 % de cabezas de lista mujeres para la Cámara Baja; y el PP, con sólo un 25 % de mujeres al frente de sus listas para el Senado.

En la legislatura que ahora termina, las diputadas constituyeron el 42,28 % del Congreso y las senadoras, el 40,3 % del Senado. Ellas nunca han sido más que ellos en las Cámaras y, a juzgar por las candidaturas definitivas hechas públicas esta semana, esa situación es difícil que se dé en la nueva legislatura.

La Ley Orgánica del Régimen Electoral General establece que las listas electorales deben tener "una composición equilibrada de mujeres y hombres, de forma que en el conjunto de la lista los candidatos de cada uno de los sexos supongan como mínimo el cuarenta por ciento". En efecto, esa horquilla se cumple en las candiaturas de PSOE, PP, Sumar y Vox, pero cosa distinta es quién las encabeza y tiene, por tanto, más posibilidades de ser elegido o elegida. Y de esto nada dice la ley.

Números uno al Congreso

Son 52 las provincias y ciudades autónomas que participan en la elección de diputados y diputadas. Así pues, los cuatro grandes partidos tienen que designar a 52 números uno para sus listas electorales (a excepción de Vox, que sólo ha nombrado a 51 porque no se presenta por Santa Cruz de Tenerife).

Es el el que tiene a un mayor número de mujeres al frente de sus listas, 23, seguido muy de cerca por PSOE y Sumar (con 22 candidatas en el primer puesto). Los tres partidos se mueven en la horquilla del 40-60 % también en los puestos de salida. No así Vox, que sólo lleva a 15 mujeres como números uno y a 36 varones (son un 29,4 % frente a un 70,6 % de hombres).

La no ha puesto a ninguna política al frente en ninguna provincia de Cataluña, la Comunidad Valenciana ni Castilla-La Mancha. Tampoco en las uniprovinciales de Madrid, Baleares, Asturias, Cantabria, Navarra, La Rioja y la ciudad de Melilla.

Los populares lideran sus listas con un 44,2 % de mujeres y un 55,8 % de hombres (23 y 29 líderes de candidatura); y tanto PSOE como Sumar con un 42,3 % de mujeres y un 57,7 % de hombres (22 y 30, respectivamente).

Paridad en las listas a la Cámara Baja

Si se analizan al completo las listas registradas para el , los porcentajes no sólo son paritarios, sino que se alcanza casi el equilibrio del 50 % para hombres y mujeres. De nuevo, el partido de Santiago Abascal es el que se aleja de la media con una mayor presencia de hombres.

A diferencia de Vox, presenta a más candidatas que candidatos: 177 mujeres frente a 173 hombres: 50,6 % y 49,4 %, respectivamente.

PSOE y PP empatan en cifras: los dos partidos con mayor representación parlamentaria presentan a 177 candidatos (50,6 %) y a 173 candidatas (49,4 %).

Vox incluye en sus listas a 182 varones (53,1 %), 21 candidatos más que las 161 mujeres que integran sus candidaturas (46,9 %).

La representación parlamentaria que resulte elegida tendrá en su mano la tarea de designar al futuro presidente del Gobierno.

Candidaturas al Senado

Si la vista se dirige a la Cámara Alta, se descubre que la desigualdad es aún mayor. Cierto es que los cuatro principales partidos que se presentan en toda España respetan la paridad en sus listas (es un requisito legal), pero la presencia de hombres entre los números uno supera de largo a la de las mujeres.

Sólo Sumar respta la paridad en sus cabezas de lista al Senado: 27 mujeres (48,2 %) y 29 hombres (51,8 %). En el otro extremo, el PP da un 75 % de los primeros puestos a varones (44 candidatos) y sólo el 25 % a mujeres (15 candidatas).

De hecho, todas las provincias de Andalucía y Cataluña y ocho de las nueve de Castilla y León tienen a candidatos populares al frente de las listas, al igual que Murcia, Asturias, La Rioja, Ceuta, Melilla y todas las circunscripciones de Canarias.

El ha optado por 21 candidatas y 38 candidatos (35,6 % frente a 64,4 %), mientras que Vox ha liderado sus listas con 20 mujeres y 37 varones (35 % y 65 %).

La coalición de Yolanda Díaz ha clavado el 50 % en sus listas al Senado con 78 candidatos y 78 candidatas. Le sigue, en términos de paridad, el PSOE con 74 candidatas (46,8 %) y 84 candidatos (53,2 %).

En tercer lugar, las listas de Vox, con un 44,4 % de mujeres que optan a ser senadoras (68) y un 55,6 % de hombres que quieren ser senadores (85).

Al igual que sucede con los liderazgos de candidaturas a la Cámara Alta, vuelve a ser el PP el que presenta peores números en términos de representación paritaria. Sus 68 aspirantes a senadoras (43 %) están lejos de los 90 varones que van en sus listas (57 %).

Ley de paridad frustrada

La ley electoral establece la paridad del 60-40 % para las listas a Congreso y Senado, pero el proyecto de ley orgánica de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres en órganos de decisión pretendía ir un paso más allá y establecer listas cremallera.

Esto es, que todos los partidos políticos que quisieran concurrir a las elecciones generales, al Parlamento Europeo y a las elecciones autonómicas, municipales y a consejos insulares y cabildos estuvieran obligados a presentar listas en las que candidatos y candidatas estén ordenados de forma alternativa, como en una cremallera.

Sin embargo, el proyecto del Gobierno, aprobado en Consejo de Ministros y enviado al Congreso para su tramitación parlamentaria, quedó en nada al adelantar Pedro Sánchez las elecciones al 23 de julio.