Diario de un votante por correo para las elecciones generales (I)

El adelanto electoral fue un golpe de efecto que muy pocos esperaban y que supuso un vuelco inaudito del tablero político, pero también de los planes veraniegos de millones de españoles. Con unas elecciones el 23 de julio, en plenas vacaciones, hubo quien no perdió ni un segundo en ir a pedir el voto por correo. Solo en la primera jornada, Correos registró más de 30.000 peticiones. EL PERIÓDICO ha querido comprobar cómo está funcionando este sistema que miles y miles de españoles usarán este verano para votar en los comicios.

Este jueves, el redactor que aquí escribe se acercó a una oficina de Correos en Madrid. Es la primera vez que socilito el voto por correo, así que soy el mejor ejemplo de cómo se enfrentarán la gran mayoría de ciudadanos españoles a este proceso. Antes de abrir la puerta de la sucursal comprobé, por eso de no hacer el ridículo, que aún estaba en plazo. Así es, hasta el 13 de julio se puede ir a cualquier oficina e iniciar el trámite.

El tiempo que esperaba tardar, por lo que me habían dicho ya compañeros y amigos, era un cuarto de hora. Este primer paso es bastante sencillo. Pero... 'spoiler': tardé más, casi una hora y media. En la oficina de Correos había otras cinco personas que tenía el mismo objetivo que yo: votar y, a la vez, disfrutar de sus vacaciones tranquilamente.

Dónde recibir la documentación

Así que me tocó esperar mientras escuchaba una y otra vez las indicaciones del funcionario de Correos. "Debe rellenar este formulario. Es muy importante que no haga ningún tachón, si se equivoca pídame otra hoja. Ah, y recuerde que debe poner la dirección en la que quiere recibir la documentación electoral", le dijo a un señor. Confieso que al escuchar estas palabras me puse nervioso.

¿Dónde iba a estar yo cuando se empezara a enviar los votos por correo? Rápidamente busqué en internet la fecha: "La Oficina del Censo Electoral enviará la documentación para el voto por correo al domicilio/dirección donde se vaya a encontrar el interesado a partir del 3 de julio hasta el 16 de julio". Yo seguiré en Madrid, pero escuché cómo el señor preguntaba: "Pero... ¿me lo mandarían a la playa?". La respuesta fue afirmativa. La documentación electoral se envía donde uno establezca.

¿Y ahora qué?

Solventado este asunto, solo me quedaba rellenar cuidadosamente -¡Y evitando los tachones!- la solicitud. Una hora después me llegó el turno y me acerqué a la ventanilla. Casi me sabía de memoria el discurso del funcionario de Correos. Aun así, le escuché con la misma paciencia con la que él lo repetía: "Nosotros enviamos ahora su solicitud a la Oficina del Censo Electoral y serán ellos los que le envíen la documentación entre el 3 y el 16 de julio. Un cartero irá a entregársela a la dirección indicada y deberá usted mostrar el DNI. Si no está en casa, le dejarán una notificación y deberá venir a recogerlo a esta oficina. Luego tendrá hasta el día 20 de julio para venir a una oficina y enviar los sobres por correo certificado. Recuerde que también deberá mostrar el DNI". 

"Muchas gracias", concluí. Ahora, solo queda esperar.

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