Sánchez afea a Bildu las listas pero les emplaza a mantener su apoyo al Gobierno

La casualidad quiso que EH Bildu le preguntase este miércoles a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. La cuota de intervenciones ante el presidente del Gobierno en las sesiones de control depende del número de escaños de cada formación, y los aberzales tienen cinco, así que la mayoría de los meses no se produce un cara a cara de este tipo. Pero esta vez sí, justo cuando la fuerza independentista vasca se ha convertido en gran protagonista de la campaña, debido a sus listas municipales con 44 exetarras, la renuncia de siete de ellos que habían sido condenados por delitos de sangre a ser concejales si resultaban elegidos y sobre todo el empeño del PP por desgastar al PSOE debido a su entendimiento con esta formación, que incluye a los herederos de Batasuna. 

Era una papeleta difícil para el presidente del Gobierno. Sánchez la encaró reprochando a Bildu sus candidaturas, como ya hizo la semana pasada, y al mismo tiempo tendiendo la mano a los aberzales para llegar a acuerdos como los sellados durante su mandato, que han permitido alumbrar la ley de vivienda, la revalorización de las pensiones, el impuesto a la banca o las iniciativas económicas ante la guerra en Ucrania. El líder socialista, que ha visto cómo esta polémica ha trastocado en parte el diseño de su campaña, basada en la aprobación de nuevos avances sociales en el Consejo de Ministros, dio así muestras de que todo lo ocurrido no le ha hecho cambiar de estrategia. 

El presidente deja claro en su respuesta a Aizpurua que sigue contando con los aberzales para los avances sociales

En un Congreso tan fragmentado, y con el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos en minoría, los votos de Bildu siguen siendo fundamentales. El próximo junio expira el escudo social aprobado en diciembre, que incluye medidas como la rebaja del IVA en los alimentos de primera necesidad y que Bildu respaldó. La portavoz aberzale, Mertxe Aizpurua, le preguntó a Sánchez qué iba a pasar a partir de ahora. El presidente del Gobierno anunció que el mes que viene habrá nuevas iniciativas y que esperaba seguir contando con el “apoyo” del independentismo vasco. 

Ni un paso atrás en este sentido. Pero justo antes, en unas palabras muy similares a las que pronunció desde la Casa Blanca el pasado viernes, el jefe del Ejecutivo trasladó una “reflexión” a Aizpurua. “Ustedes se han equivocado con las listas. Pueden ser legales, pero no decentes. Lo que se tiene que pedir a esas personas es un mensaje más rotundo de reparación y perdón a las víctimas”, señaló Sánchez. 

El impacto sobre las urnas

A 11 días de las elecciones, el PSOE asiste con incomodidad a este giro en la campaña. El foco se ha desplazado de los anuncios de Sánchez (en vivienda, lucha contra la sequía o el denominado olvido oncológico) al entendimiento con Bildu. Los colaboradores del presidente del Gobierno no tienen claro si la controversia durará o se disipará en los próximos días, una vez que los siete condenados por delitos de sangre han renunciado a ser concejales, pero sí aseguran que se le “volverá en contra” al PP. 

“Nosotros encantados con que sigan así. Es un disparate que nos está sirviendo para cohesionar a nuestro electorado, incluso para activar a los abstencionistas”, señalan fuentes de la Moncloa. Una ministra insiste en ese mensaje de tranquilidad. “Yo tengo mítines cada día. Nunca me preguntan por esto en los actos”, señala.

La Moncloa asegura que los "disparates" del PP sobre ETA están provocando que se active el electorado socialista

“Estamos poniendo al PP frente al espejo”, insisten en el Gobierno. Toda la respuesta de Sánchez a su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, que intervino justo antes de Aizpurua en el control, estaba dirigida a este objetivo: retratar a los conservadores. El jefe del Ejecutivo recordó que en las elecciones municipales de 2015 Bildu ya presentó a exetarras en sus listas y que el PP, entonces en la Moncloa, no dijo nada.

La hemeroteca del PP

“No tienen más argumento que ETA, pero ETA ya no existe. Fue derrotada hace 12 años, con un Gobierno socialista en Euskadi y en España. Cuando se acercan unas elecciones, las dan por perdidas y no tienen argumentos, siempre recurren a ETA”, dijo Sánchez en el Congreso. Entonces pasó a desempolvar frases de la hemeroteca más salvaje del PP sobre esta asunto.

“¿Sería usted capaz de decir que [José Luis Rodríguez] Zapatero traicionó a los muertos?”, preguntó a Gamarra.

“¡Sí!”, dijeron muchos de los diputados populares. 

“¿Sería capaz de repetir que [Alfredo Pérez] Rubalcaba era cómplice de ETA?”, insistió el presidente del Gobierno. 

Aquí la respuesta de la bancada del PP, que estos días ensalza la figura del exministro del Interior para atacar al líder socialista, fue mucho más tímida. Apenas se escuchó algún “sí”. 

Los conservadores no piensan soltar esta polémica: Gamarra acusa a Sánchez de "dilapidar los valores democráticos"

“¿Serían capaces de decir como dijo [Mariano] Rajoyque tenía la convicción moral de que ETA estaba detrás de los atentados del 11-M?”, remató el líder socialista. Los diputados conservadores se quedaron en absoluto silencio. Nadie respaldó la teoría de la conspiración sobre los atentados islamistas de 2004 en Madrid. “Ustedes hacen afirmaciones infames que luego no son capaces de repetir”, concluyó Sánchez.

Entre esas “afirmaciones”, explican los socialistas, se encontrará dentro de un tiempo, cuando todo esto haya pasado, lo que dijo el martes Alberto Núñez Feijóo en el Senado. “Usted es más generoso con los verdugos que con las víctimas”, le dijo a Sánchez el líder del PP durante un crispado cara a cara.

Pero los populares no piensan soltar esta polémica hasta el próximo 28 de mayo. “¿Va a romper con Bildu o con la decencia? -preguntó varias veces Gamarra-. Usted ha dilapidado los valores democráticos”. Apenas dos horas después, la Fiscalía archivaba la denuncia presentada por la asociación Dignidad y Justicia para ilegalizar las listas de los aberzales. Al haber cumplido los condenados con sus penas de inhabilitación, en términos jurídicos no hay nada que objetar a sus candidaturas.