País Vasco apremia a Francia para acelerar el Corredor Atlántico y buscará dinero en la UE

Cuando el pasado 23 de febrero, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, esgrimió en el Congreso ante Pedro Sánchez un informe francés que posponía la conexión de alta velocidad con Francia hasta 2042, los ánimos entre Madrid y París se caldearon. El presidente del Gobierno aseguró que su homólogo francés, Emmanuel Macron, se había comprometido a tener el llamado Corredor Atlántico en 2030. Francia lo negó, como contó este diario. Ahora, las partes buscan una solución común para acelerar una conexión vital para el desarrollo económico de la zona y apadrinada por la Unión Europea.

Este miércoles, el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, se ha desplazado a Madrid para reunirse con el embajador francés, Jean-Michel Casa. Trata de apremiar al lado galo para acelerar la interconexión ferroviaria. En una comida de más de una hora en la residencia del jefe de la misión diplomática en Madrid, ambos han tratado de buscar fórmulas de consenso. Casa se ha comprometido a arreglar un encuentro cara a cara del lehendakari con el ministro francés de Transportes, Clemént Beaune. Y Urkullu ha dicho que buscará también en Bruselas dinero que permita ir más rápido con la alta velocidad entre España y Francia por la fachada Atlántica, todo según fuentes diplomáticas francesas.

Las mismas fuentes niegan antagonismo alguno entre Francia y País Vasco y España en este aspecto, sino diferencias de calendario que se están tratando de solucionar. La construcción de líneas de alta velocidad tiene un alto coste, y Francia ya sufre un retraso importante en otro de sus proyectos clave, el que pretende conectar a alta velocidad el “gran suroeste” francés. Las fuentes diplomáticas galas dejan la puerta entreabierta en todo caso: primero, porque la fecha objetivo final debe ser aún debatida y decidida dentro del Gobierno francés y, segundo, porque si la Comisión Europea pone más financiación, eso podría acelerar las cosas. 

Desde la Lehendakaritza aseguran que se ha trasladado al embajador galo la necesidad de que Francia amplíe estas conexiones ferroviarias, en cumplimiento del compromiso con la Red Básica de la Red Transeuropea del Transporte, y que la demanda la comparten con la región francesa de Nueva Aquitania.  

2030 o 2042 para el Corredor Atlántico

Hay dos fechas sobre la mesa: una, 2030, es la que aparece en la documentación europea, en una nota de prensa del ministerio de Transportes de Raquel Sánchez tras la cumbre hispano-gala de Barcelona en enero, y en las intenciones del Gobierno vasco y central español; otra, 2042, es la que consta en documento francés de carácter consultivo del Consejo de Orientación de Infraestructuras, que aún debe ser debatido y aprobado por París. Francia ha comprometido inversiones de más de 100.000 millones de euros para mejorar sus infraestructuras ferroviarias de aquí a 2040.

Es en este contexto en el que Urkullu ha decidido acelerar la presión política y diplomática. La reunión de este miércoles se ha producido a petición del lehendakari vasco, que también se ha visto con el embajador de Portugal, un país con el que quiere hacer frente común para presionar y acelerar el proyecto. Un frente de presión al que también se ha sumado Galicia. 

El plan del Corredor Atlántico es crear una conexión de alta velocidad entre Burdeos y España a través de la ciudad francesa de Dax y Hendaya. Este trayecto ahora dura casi tres horas, frente a las dos que requiere ir de París a Burdeos. En la cumbre hispanofrancesa de Barcelona del pasado 19 de enero, ambos países acordaron impulsar las interconexiones. Desde entonces, ambos gobiernos se han reunido con la mesa tripartita con la Comisión Europea en Bruselas y aseguran que seguirán reuniéndose una vez al mes. 

Una vez completado, permitirá conexiones rápidas de mercancías por las noches y de personas por el día. Las fuentes diplomáticas francesas consultadas advierten de que, en algunos puntos, por ser una zona altamente poblada y turística, las velocidades en cualquier caso no podrán ser tan altas. De momento, Francia subraya que se ha invertido mucho dinero, unos 500 millones de euros, para modernizar la vía existente, que es de muy mala calidad, entre Burdeos y Hendaya.

El Corredor Atlántico es un proyecto similar al Corredor Mediterráneo, que pretende crear una conexión de alta velocidad entre España y Francia por la costa este. Ese está mucho más avanzado, y París si confirma el horizonte del año 2030 para tener completada la conexión de alta velocidad entre Perpiñán y Montpellier, para lo que se requiere una inversión de más de 6.000 millones de euros. 

La reunión entre Urkullu y Casa es la primera desde 2020. En ella han tratado otros de los asuntos transfronterizos que incumben a ambos gobiernos. Uno de ellos es la interconexión energética. El plan para lanzar cableado que permita a España exportar electricidad a Francia a través del Golfo de Vizcaya se ha visto también interrumpido y retrasado, según la parte gala por accidentes geográficos marinos imprevistos. El lehendakari ha subrayado la necesidad de que Francia acelere también ese proyecto, y el vinculado al hidrógeno. España, Portugal y Francia han acordado lanzar un gran hidroducto, llamado H2Med, que pretende conectar los tres países con esta fuente de energía. Sin embargo, hay diferencias importantes sobre el tipo de hidrógeno que deben transportar: París quiere que lleve hidrógeno producido con energía nuclear, España preferiría que se produjera solo con energías renovables. 

Impulso de la fachada atlántica

Urkullu y Casa han debatido también sobre la apertura de los pasos fronterizos cerrados por Francia con España. El paso peatonal de Hondarribia con Hendaya sigue clausurado, aunque hay otras dos vías abiertas. El Gobierno de Emmanuel Macron pide más refuerzo y coordinación policial con España para evitar el flujo ilegal de inmigrantes a través de la frontera antes de poder reabrir todos los pasos clausurados. En ese sentido, las fuentes galas aseguran que los ministerios de Interior de ambos países están trabajando intensamente y que podría haber una solución en los próximos meses. 

El lehendakari vasco ha intentado avanzar también su propuesta de crear una nueva macro-región europea a Unión Europea con las llamadas regiones del Arco Atlántico de los Estados portugués, español y francés, así como de Gales y Noroeste de Irlanda. En ese contexto ha enmarcado la necesidad de las interconexiones. Esta se sumaría a las macro-regiones ya existentes y ayudaría a reequilibrar el peso de las regiones en Europa, según la Lehendakaritza. El embajador francés no ve dificultades a este proyecto, si la Presidencia española de la Unión Europea del segundo semestre lo propone en su agenda. El responsable de la embajada portuguesa se ha mostrado dispuesto también a apoyar este proyecto.