El futuro de la coalición

Sánchez quiere que Podemos se integre en Sumar: “Mi deseo es que encajen todas las piezas del puzle”

El presidente del Gobierno rompe su silencio sobre la candidatura de Díaz tras el acto que la vicepresidenta protagonizó el domingo

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. / Europa Press

Juan Ruiz Sierra

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Pedro Sánchez insiste en que no quiere inmiscuirse en el proceso de negociación del proyecto Sumar, liderado por Yolanda Díaz como próxima aspirante a presidir el Gobierno. El jefe del Ejecutivo evita hablar en público de las complejas negociaciones que se están sucediendo en el espacio situado a la izquierda del PSOE. Ese no es su “estilo”, explica. Sin embargo, su futuro al frente de la Moncloa tras las elecciones generales, que en principio se celebrarán en diciembre, depende en buena parte de lo que acabe ocurriendo con Podemos, que hasta el momento rechaza integrarse en la candidatura de Díaz, alegando que para elaborar las futuras listas resulta indispensable la celebración de primarias abiertas. Así que este miércoles, en una conversación informal con los periodistas que le acompañaban en su gira por Chipre, Malta e Italia, Sánchez ha querido dejar claro su “deseo”: los morados, ha explicado, deberían formar parte de Sumar. 

El líder socialista había mantenido silencio hasta ahora sobre el acto que tuvo lugar el pasado domingo, en el que la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo se postuló para dirigir el país. Allí estuvieron formaciones como Catalunya En Comú, Compromís y Más País. Pero no Podemos, pese a que fue Pablo Iglesias, exlíder de este partido, quien designó a Díaz para tomar su relevo en la candidatura a la Moncloa. Para Sánchez, lo que se vio en ese mitin, celebrado en Madrid, fue el “encaje de muchas de las piezas del puzle”. Más de una docena de fuerzas políticas participaron en la convocatoria, ha recordado. “Nuestro deseo es que encajen todas las piezas”, ha dejado claro el jefe del Ejecutivo. 

Los efectos en el Ejecutivo

Los socialistas son cada vez más conscientes de que si Sumar y Podemos van por separado la reedición de una coalición como la actual, que es la única apuesta de Sánchez para continuar en la Moncloa, será muy difícil. Más allá del resultado en votos de unos y otros, al presentarse en candidaturas distintas habría numerosas papeletas en cada circunscripción que se irían a la papelera, al no ser suficientes para lograr escaños. 

Pero Sánchez no ha querido anticipar cómo cree que acabará todo, pese a que en el Consejo de Ministros que preside se sientan tres de las principales representantes del espacio a la izquierda del PSOE: Ione Belarra, líder de Podemos y ministra de Asuntos Sociales; Irene Montero, titular de Igualdad, y la propia Díaz. Como jefe del Ejecutivo, ha explicado él mismo, nunca pregunta por los “partidos”. Trata de mantener una relación “institucional” con los miembros del socio minoritario de la coalición.

El presidente se ha mostrado menos preocupado por los efectos que estas tensiones puedan tener en el Gobierno, pese a que en los últimos tiempos este parece más un tripartito que un bipartito, debido al conflicto entre Podemos y Díaz. Todo este ruido, ha explicado, no ha impedido que el Ejecutivo actuara unido en la reciente moción de censura de Vox, la segunda en esta legislatura, y tampoco la aprobación de una reforma tan importante como la del sistema de pensiones, que “justifica toda una legislatura”. 

Mientras tanto, según Sánchez, Alberto Núñez Feijóo ha ido de “más a menos”. El líder del PP, al igual que la extrema derecha, lo había “apostado todo al apocalipsis”, a la recesión, el paro y la conflictividad social, ha explicado. Sin embargo, ahora que ve cómo los datos de crecimiento económico y empleo son muy positivos, está “desconcertado”.