Entrevista

José Manuel Villarejo: "La falsa cuenta de Xavier Trias no fue una cagada, fue una cagadísima"

El excomisario recibe a EL PERIÓDICO y habla de los entresijos de la operación Cataluña

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Entrevista al excomisario José Manuel Villarejo. / FERRAN NADEU

Ernesto Ekaizer
Albert Sáez
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José Manuel Villarejo (El Carpio, Córdoba, 1951) dice ser "el hombre que ya no espera nada". Mientras la sala cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional revisa una y otra vez los hechos probados de la primera sentencia del caso 'Tándem-Villarejo' -las piezas Iron, Land y Pintor-, cuyo juicio acabó, después de casi un año, el 28 de septiembre de 2022, el excomisario, jubilado desde primeros de agosto de 2016, recibe a EL PERIÓDICO en Barcelona.

Esta es la primera entrega de una conversación sobre su participación en asuntos que han sido titulares de primera plana de los medios de comunicación durante los últimos años y gira en torno a la operación Cataluña, aunque el lector encontrará otros asuntos que le atraerán el interés como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

¿Cuándo, quién y por qué empezó lo que se conoce como operación Cataluña?

El diseño de la operación Cataluña como operación de inteligencia comienza a mediados de 2012, a raíz de informaciones preocupantes. Un grupo de empresarios y algún político transmite que el entorno del expresident Jordi Pujol -entonces presidente honorario de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC)- estaba muy nervioso por la mayoría absoluta de Mariano Rajoy, habían pasado de pedir de un 3% a un 7% de comisión -por adjudicaciones- para preparar un plan independentista. Se organizan las primeras reuniones de crisis. Yo asisto a alguna. Y se adoptan algunas contramedidas. Los servicios de inteligencia informan. Interior y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) coinciden en este riesgo y ello da lugar a la decisión política de activar esa operación.

¿Quiénes participan en esas reuniones?

Voy a decir quiénes estuvieron en las que yo participé. Casi siempre, como mínimo, el entonces secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. En una o dos participó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el director de la Policía -Ignacio Cosidó-, el director adjunto operativo de la Policía -Eugenio Pino-, en alguna ocasión. Responsables de información de Cataluña, el jefe superior. El responsable de Asuntos Internos -Marcelino Martín Blas-. Y por parte de la Guardia Civil, dos coroneles, y otros dos coroneles del CNI, que eran el número dos y tres, en línea directa con el director Félix Sanz Roldán.

En esa época, mediados de 2012, Francisco Martínez era jefe de gabinete del ministro Fernández Díaz. Pasa a ser secretario de Estado en enero de 2013.

Efectivamente, era el hombre de confianza del ministro. Se fiaba mucho más de él que del que era el secretario de Estado -el magistrado Ignacio Ulloa Rubio-, a quien cesó al poco tiempo. Nunca pude diferenciar la etapa de Francisco Martínez como jefe de gabinete y luego como secretario de Estado. Hizo siempre lo mismo: línea directa con el ministro. Y recuerdo que, en alguna reunión, Fernández Díaz le podía llamar siete u ocho veces.

El impulso político, ¿viene de Fernández Díaz?

No creo. El impulso o la aquiescencia viene del presidente del Gobierno -Rajoy-. Presumiblemente fue la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría quien le transmitió al presidente el 'input' que le aportó a su vez el CNI y, por parte del Ministerio del Interior, el ministro Fernández Díaz, y, en la parte política, María Dolores de Cospedal, la entonces segunda del Partido Popular y de absoluta confianza del presidente.

La aquiescencia de la operación Cataluña viene del que era presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Ya que menciona a Rajoy, usted asegura en una grabación que llegará a verle unos minutos después de esas fechas.

Sí, pero fue muy posterior. Y fue a raíz de la desconfianza suscitada porque me pedían que mis informaciones luego las ratificaría después a través de una serie de enlaces y de contactos. Yo no entendía eso de transmitir informaciones al ministro, al secretario de Estado o al DAO, y luego por detrás a enlaces directos me preguntaban sobre tal o cual cuestión. Yo me cabreo y digo "me vais a volver loco". Entonces hace un acto -Rajoy-, prácticamente un mutis por el foro. Aparece "bueno que tal, cómo estáis, a trabajar". Y eso es todo.

Es en el año 2014.

Sí, porque se concatenan los últimos restos de la operación Cataluña con lo que se llamaría la operación Kitchen -intento de recuperar documentos y/o grabaciones presuntamente comprometedoras para Rajoy y el PP en poder del extesorero Luis Bárcenas-. Existían ciertas tensiones y desconfianzas con parte del equipo que, en parte, me apoyaba. Yo les decía lo que opinaba, no lo que querían oír. Y así terminó todo.

Una pieza que usted suele reivindicar en la operación Cataluña, como su aportación estratégica, es el borrador de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) filtrado una semana antes de las elecciones autonómicas del 25 de noviembre de 2012. 

El famoso borrador que sin duda provocó una hecatombe en las elecciones catalanas desde una previsible mayoría absoluta de Convergencia i Unió y de 62 escaños bajaron a 50. Parte del borrador se pudo elaborar con las notas de inteligencia que, en su mayoría, había elaborado yo. Pero el propio ministro del Interior viajó a Catalunya para negociar. Era una gran contradicción. Y ese tipo de trabajos se hace siempre como borrador. Yo me limitaba a informar. La filtración fue un éxito, no hay duda. Desde el punto de vista de inteligencia fue aplastante. Si CiU hubiese obtenido esa mayoría absoluta, el Gobierno central hubiese tenido un gran problema por el respaldo empresarial importante que tenía.

La filtración del borrador de la UDEF fue un éxito, no hay duda

La investigación interna sobre ese borrador es que se trató de una fabricación. No existió un borrador de la UDEF. Por eso, en efecto, ha sido una fase de la operación Cataluña.

Que sí era un borrador de la UDEF.

Que no lo era.

Los informes internos explicaron que era el medio habitual, pero nadie quería reconocer la autoría o haber participado en él dada la trascendencia que tuvo. El comisario a cargo de la UDEF -Manuel Vázquez- lo negó todo. 

El comisario general de Policía Judicial, José García Losada, dijo que ese informe no existió como tal.

Creo que hizo declaraciones en aquella época García Losada, estaba saliendo de una profunda depresión, después de haberse reunirse con responsables de Catalunya que le invitaban donde se regaban las cenas hasta altas horas de la madrugada con abundante caldo y prueba de ello es que lo destituyeron poco tiempo después de lo que usted dice.

Pero es que de la misma manera que aquel informe describía dineros inciertos de Pujol, dos años después, y usted mismo se rio de ello, se difundió una cuenta suiza falsa de Xavier Trías, el entonces alcalde de Barcelona, y hoy candidato. Pero es que eso forma parte de este tipo de operaciones. Ni siquiera acertaba con el código que usa la UBS (Unión de Bancos Suizos). 

Lo de la cuenta de Trias no es una cagada, es una cagadísima. Yo no participé en ella. Si hubiera participado le puedo asegurar que hubiese vestido mejor el muñeco, como se dice en el argot de inteligencia. Porque, en efecto, no se usó ni siquiera la nomenclatura de ese banco. Se le transmite al ministro -Fernández Díaz- y, como es habitual en él, antes de comprobar nada, enseguida lo filtra. Yo por lo menos no me hubiera equivocado en la nomenclatura bancaria. 

Si hubiera participado en lo de Trias le puedo asegurar que hubiese vestido mejor el muñeco

El no menos famoso pantallazo de la cuenta de Jordi Pujol en la Banca Privada de Andorra (BPA) sí ha tenido recorrido judicial.

En el tema del pantallazo tampoco participé. El secretario de Estado -Martínez- me pidió que desviara en una nota mía el asunto. En otra nota puse que era un error utilizar policías nuestros en un país soberano como es Andorra. Ahora, sí me quejé con fuerza ante el secretario de Estado sobre una negociación entre Fernández Díaz y Pujol, en 2012, con mis notas informativas -que se usaron para elaborar el borrador ya comentado-. Le dije: estáis utilizando la información que yo os estoy dando para fines políticos, acaba con esta deriva, si es un tema privado yo quiero cobrar como si fuera un encargo como los que me hacen en el sector privado, y si es un tema como comisario quiero que se judicialice.

Dije que se estaba utilizando la información para fines políticos: si es un tema privado, quiero cobrar como si fuera un encargo y si es un tema como comisario, quiero que se judicialice

En esa conversación, señor Villarejo, usted lleva, en 2014, otro tema para hablar con el secretario de Estado Francisco Martínez. Y el asunto es Pedro Sánchez. Se trata del suegro de Sánchez, el señor Sabiniano Gómez ¿Recuerda?

Yo solamente tuve acceso a información. No investigué. Creo que algo hicieron el CNI y la Comisaría General de Información. Yo conocía al hermano del suegro de Sánchez, que era la persona con la que manteníamos ciertas reuniones. Tenían una sauna gay y otra normal. Y la gay era la mas rentable informativamente, porque venían muchos políticos, y en algunos casos había algún menor, pero el control técnico lo hacía el CNI. Yo captaba fuentes humanas. 

En la conversación usted explica que lo que podía dar de sí este asunto podría ser devastador para la carrera política de Sánchez si se soltaba en la campaña electoral. Y Francisco Martínez recibió con mucho entusiasmo esta información.

Sin duda. La información de inteligencia se rentabiliza por quien luego toma las decisiones. Mi función es informar y no decidir.

Ya. Pero esto se presentaba como un activo, un 'asset' que dirían los norteamericanos.

Claro. Le recuerdo que yo he trabajado para diez ministros de Interior.