Entender más

Indra y el bulo del fraude electoral: la la conspiración se repite

La desinformación sobre la compañía tecnológica crece a medida que se acercan las elecciones, a pesar de que no participa en el recuento ni puede manipular los resultados

Urnas en  las elecciones de Castilla y León el año pasado.

Urnas en las elecciones de Castilla y León el año pasado.

Javier Castillo

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ha pasado en Estados Unidos, ha pasado en Brasil y ahora está pasando en España. La desinformación sobre el papel que desempeña la empresa Indra en el sistema electoral español crece a medida que se acerca la cita con las urnas. Es la misma estrategia que emplearon algunos seguidores de Donald Trump en Estados Unidos y de Jair Bolsonaro en Brasil: sembrar dudas infundadas y propagar bulos sobre un supuesto fraude electoral para, en caso de ser derrotados en las urnas, negar los resultados y cuestionar la victoria de sus rivales. 

La conspiración, además, se adapta en función de las particularidades de cada país. En Estados Unidos, los esfuerzos se centraron en desacreditar el voto por correo. En Brasil, la principal víctima de las mentiras fue el Tribunal Superior Electoral. Y, en España, la desinformación ha puesto el foco en la compañía tecnológica Indra, aunque no solo. Hace unas semanas, por ejemplo, el bulo de que la Guardia Civil había desalojado un piso en Barcelona con 1.600 personas empadronadas corrió como la pólvora. Y era falso.

“Llevo más de cinco años trabajando para Indra como proveedor, el ambiente allí es de desesperación, ‘lo que Pedro Sánchez está preparando es un pucherazo’ es el comentario de muchos directivos allí”, tuiteaba esta semana un usuario que decía estar vinculado a la empresa. ¿Por qué era sospechoso? Este mismo mensaje había sido replicado, a su vez, por otros perfiles que también afirmaban trabajar para Indra y, además, se fundamentaba en una mentira: ni Indra se encarga del recuentro ni puede manipular las elecciones ni se encuentra bajo el pleno control del Gobierno

¿Quién lleva a cabo el recuento?

No solo es que Indra no sea la responsable del escrutinio, sino que ni siquiera participa en él. El recuento lo llevan a cabo los miembros de las mesas electorales, formadas por tres ciudadanos elegidos por sorteo (un presidente y dos vocales), tal y como establece la Ley Orgánica del Régimen Electoral General

Cuando cierran los colegios electorales, el presidente extrae uno a uno los sobres, lee en voz alta su contenido y enseña cada papeleta tanto a los vocales como a los observadores de los partidos (apoderados e interventores) y los ciudadanos presentes para que puedan certificar que el escrutinio es correcto.

Una vez termina el recuento, la mesa hace públicos los resultados a través de un acta que queda fijada en la entrada del local. Además, entrega una copia a los candidatos u observadores que lo soliciten, así como al responsable designado por la Administración para comunicar los resultados provisiones. Aquí es cuando entra en juego el papel de Indra. 

¿Cuál es la función de Indra?

Indra se encarga de recopilar y difundir los datos provisionales que comunican los trabajadores de la Administración, esos que se actualizan en la web y la aplicación del Ministerio del Interior y que también publican los medios a medida que avanza el recuento. Así lo explica a Verificat el departamento de comunicación de la empresa y confirma el gabinete de prensa del ministerio. Sin embargo, los resultados que se conocen en la noche electoral y en los que interviene Indra no son los oficiales. El escrutinio definitivo es el que publica el BOE.

Es decir, si Indra modificase de alguna forma los datos provisionales, el resultado de las elecciones no cambiaría y, además, se podría comprobar cuando se realizase el escrutinio final. Porque no, el recuento no termina en el momento en el que la mesa proclama los resultados. Cuando cierra el colegio, el presidente y los vocales e interventores que lo deseen se desplazan custodiados por las fuerzas de seguridad hasta los juzgados para entregar toda la documentación sellada. 

En las horas posteriores, un juez se desplaza hasta la sede de la Junta Electoral y allí, tres días después de las elecciones, se lleva a cabo públicamente y ante la mirada de las candidaturas el escrutinio definitivo. La Junta no puede anular ninguna acta ni ningún voto, sino que se limita a verificar el recuento y a subsanar los casos en los que se haya producido algún error de carácter aritmético, por ejemplo. Por eso, los resultados definitivos apenas difieren de los que vemos durante la noche electoral. 

¿A quién pertenece Indra?

La desinformación también ha presentado a Indra como una empresa al servicio del gobierno de Pedro Sánchez. No obstante, Indra es una empresa del IBEX 35 que tiene más de 50.000 accionistas, según detalla a Verificat su departamento de prensa. Es cierto que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), adscrita al Ministerio de Hacienda, es su accionista mayoritario (25,2%), pero también hay otros propietarios relevantes como los fondos Fidelity (9,9%) o Amber Capital (5,1%).

Además, Indra ha operado tanto bajo gobiernos del PSOE como del PP y en varios países con ejecutivos de diferentes ideologías y desde la compañía explican que “jamás han recibido sanciones administrativas o penales por su participación en procesos electorales”.