Precampaña municipales

Ernest Maragall inicia la precampaña bajo el lema fetiche de su hermano Pasqual

'Maragall, més que mai' preside el acto de presentación de un manifiesto, ahora sí, corrosivo con Ada Colau

Xabi Barrena

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El primer signo de que un ayuntamiento democrático no iba a ser nada parecido a los de la noche del franquismo fue la campaña para el lavado de fachadas y decoración de las muchas paredes medianeras que la especulación 'porciolística' dejó en Barcelona. Rápidamente se acuñó una frase que resumía el orgullo barcelonés (se llegó a tildar incluso de 'nacionalismo') que derivó en eslogan municipal: 'Barcelona, més que mai'.

Esa 'B' de Barcelona tricolor (azul, amarilla y roja) y las letras en mayúsculas y un poco deformadas en altura, como si las hubiera escrito 'El Greco' se convirtieron en el símbolo del maragallismo, de Pasqual, el hermano que, año tras año, sobre todo viendo como envejecen sus rivales, cobra mayor categoría de mito. Es de todo menos casualidad que Ernest Maragall se haya cobijado en ese lema para emprender el camino de la precampaña de las elecciones municipales del 28 de mayo.

El lema 'Maragall, més que mai', sin tricolor pero con las mismas mayúsculas a lo 'El Greco' ha presidido el acto que ha tenido lugar este miércoles en la Casa Rius, del Eixample Esquerra de Barcelona. Ahí se ha presentado un manifiesto en favor de Maragall, Ernest. El que fuera escudero de su hermano hasta que este tuvo que dejar la política.

Gran sorpresa

El texto lo suscriben, entre otros, el músico Joan Chamorro, la arquitecta Maria Sisternas, el director de Primavera Sound y la Sala Apolo Alberto Guijarro, presidenta de la Fundación Roure, Llum Delàs y el director general del Barcelona Institute of Science and Technology, Eduardo Vallory.

Pero por encima de todos reluce el nombre de Ramón García-Bragado, teniente de alcalde de Jordi Hereu, es decir, como Ernest Maragall, con el PSC. García-Bragado tiene una trayectoria profesional que remite, directamente, a Pasqual Maragall, tanto como alcalde como 'president'. Así, además de con Hereu, fue secretario general de la Presidència de la Generalitat (2004 – 2007), gerente de Urbanismo de Barcelona (1999 – 2004, es decir, con Joan Clos) y secretario técnico del Instituto Municipal de Promoción Urbanística (1988 – 1994), organismo responsable del diseño y construcción de las infraestructuras de la ciudad condal vinculadas al desarrollo de los Juegos Olímpicos. La 'opus magna' de Maragall.

Según los firmantes, Barcelona está “lejos de lo que debemos exigirnos como sujeto colectivo, como ciudad que quiere ser referencia al mundo". "Barcelona ha perdido el rumbo, está desconcertada después de años de gobiernos que no le han sabido entender ni orientar. La ciudad pide que se le devuelva la suma de orgullo, confianza y ambición que hoy añora", aseguran.

Según el manifiesto, lo que se aconseja a Maragall es “no quedarnos atrapados en el despecho o la frustración". "No queremos mirar atrás, ni queremos experimentos fracasados ni conceptos obsoletos", espetan.

Polarización

También hay una referencia sutil a la polarización que, con la incorporación de Xavier Trias al panel de alcaldables, protagoniza el convergente con la alcaldesa, Ada Colau: "Es urgente que dejemos de enfrentar a una parte de la ciudad contra la otra, que abandonemos los reproches inútiles".

El alcaldable republicano, con su inseparable iPad en mano, hizo aun más evidente la relación obvia con el exalcalde y 'expresident' Maragall: "Mi hermano decía que para ser progresista se precisan dos cosas: trabajar y ser honesto".

Hizo un vuelo de pájaro apuntando intenciones pero sin desarrollar, más allá de reclamar que se "confronten proyectos y no que se enfrenten personas", en referencia velada, de nuevo a Colau y Trias.