Debate sobre el aeropuerto

ERC y PSC descartan la opción de construir una pista del aeropuerto en el mar

El impacto medioambiental de construir en el Mediterráneo aleja a socialistas y republicanos del plan

Exterior de la terminal T1 del aeropuerto de Barcelona-El Prat.

Exterior de la terminal T1 del aeropuerto de Barcelona-El Prat. / Ferran Nadeu

Sara González
Xabi Barrena
Cristina Buesa
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Ni el partido en el Govern, ERC, ni el primer partido de la oposición (y el gran valedor de volver a poner la ampliación del aeropuerto sobre el tapete), el PSC ven con buenos ojos la propuesta de construir una pista para el aeropuerto de El Prat en el mar. Ambas fuerzas, y el Govern, mantienen un discurso público de máximo respeto hacia la propuesta, realizada a cabo por un grupo de expertos, entre los que hay economistas e ingenieros, pero fuera de micro son un poco más expeditos y dejan entrever claramente que descartan esta opción.

Las estrecheces para la operativa del aeropuerto de El Prat vienen de lejos. Ya en 2008, los empresarios de Femcat se fijaron en la pista sobre el mar que construyó Hong Kong en las instalaciones de Check Lap Tok y la vio como una alternativa posible. Aunque eso sí, costosa. La construcción del aeródromo chino, que también incluye la terminal de Norman Foster, es la segunda obra de ingeniería más costosa de la historia.

En aquel momento, la asociación que presidía Joaquim Boixareu aseguraba que Barcelona podía alcanzar los 100 millones de pasajeros en 2020 si se contaba con las infraestructuras necesarias. Tiempo después, y habiéndose descartado por el alto coste económico (unos 2.500 millones de euros) y ambiental, la alternativa de hacer una pista frente a la costa ha vuelto a aparecer. De hecho, fuentes de Presidència aseguraron el viernes a este diario que la propuesta es una más y que, como el resto, “se estudiarán y debatirán” en el marco de la comisión técnica, pero que en ningún caso se podía señalar que se veía "con buenos ojos". "Hay que estudiarlo todo", señalaron estas voces.  

Tras salir a la luz la propuesta, en las páginas de 'La Vanguardia', ERC dio un matiz distinto a las palabras del Govern. "Decir que se está estudiando es exagerado. Se trata de una propuesta de un grupo de amigos", señaló una fuente a la que más que un ánimo de contradecir al Executiu cabe atribuirle mayor libertad de movimientos que la que, por razón institucional, tienen sus correligionarios en el Palau de la Generalitat.

Reacción sibilina

Un ejemplo de lo anterior es la sibilina reacción a la publicación de la propuesta en la prensa. Este sábado, fuentes de Presidència señalaron que "el posicionamiento del 'president' es conocido y lo ha expresado en varias ocasiones. Él ha sido muy claro sobre el futuro del aeropuerto y el modelo aeroportuario y transporte que necesita el país. Y celebra todas las propuestas, que es necesario estudiar y debatir". Y parece difícil que quien está en contra de asfaltar La Ricarda pueda ver como plausible asfaltar el Mediterréneo.

ERC, a lo largo del día, fuentes republicanas han abundado en que "esta es una de las propuestas que provienen del ámbito privado. Esquerra tiene y desgranará su propio modelo, basado en la eficiencia y gestión de proximidad de una infraestructura estratégica para el país. Y cualquier propuesta deberá responder imperativamente a criterios de sostenibilidad ambiental, racionalidad económica y consenso social y territorial". Sobre la propuesta en sí, los republicanos han señalado que "genera dudas muy importantes en torno a estos parámetros".

Casi descartado

Por su parte, el PSC, el gran valedor de volver a poner la ampliación del aeropuerto sobre el tapete, en la reciente negociación presupuestaria, expresó este sábado escepticismo ante la propuesta. Desde el punto de vista político, consideran que la comisión técnica está justamente para que se debata la idoneidad de cada propuesta, pero desde el punto de vista técnico y medioambiental, los socialistas catalanes prácticamente lo descartan.

Fuentes de la dirección del partido argumentan que en los últimos años ya se han expuesto otros planteamientos similares en los que han visto acreditado no solo la complejidad de la infraestructura, sino también el impacto sobre el fondo marino y el litoral. Además, desde el ámbito económico, avisan que no tiene sentido hacer por 2.100 millones lo que se puede hacer por 400 millones menos. Y es que el plan de AENA, ahora en manos socialistas, prevé 1.700 de inversión para el aeródromo barcelonés.

El líder del PSC, Salvador Illa, ha asegurado este sábado que es "más beneficiario alargar una pista que hacer una nueva sobre el mar". A su vez, el alcaldable en Barcelona por los socialistas, Jaume Collboni, ha aducido que la solución para el futuro del aeropuerto "tiene que ser la más eficiente desde el punto de vista económico y la que genere menor impacto medioambiental, y esta solución no cumple ninguno de los dos requisitos".

Opción desestimada en 1997

Por otra parte, Lluís Moreno, presidente de la comisión para la ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat de Foment del Treball, ha considerado que la propuesta de hacer una pista en el mar no es "aplicable".  La patronal ha recordado este sábado en un comunicado que esta propuesta ya se estudió entre 1995 y 1997 y se desestimó tanto por "el impacto ambiental" como por "la carrera por el sistema operativo", según informa Europa Press.

Moreno ha advertido que el coste de la pista sobre el mar de unos 3.400 metros sería muy superior a los 2.100 millones de euros ya que este presupuesto no cuenta la pista de rotación que aproxima a los aviones a la pista de despegue. Además, ha resaltado que, incluso con esta pista, la infraestructura seguiría sin tener espacio suficiente para realizar 90 operaciones por hora.