Acto en Barcelona

Yolanda Díaz defiende que Catalunya decida su futuro y garantiza su "reconocimiento"

La vicepresidenta y Colau vinculan sus destinos a la "esperanza" del Gobierno de coalición frente a la "barbarie" de la derecha

La líder de Sumar carga contra el Hard Rock y la ampliación del Prat que defiende el PSC para aprobar los presupuestos

Yolanda Díaz y Ada Colau, en el acto de Sumar en Barcelona

Yolanda Díaz y Ada Colau, en el acto de Sumar en Barcelona / FERRAN NADEU

Sara González

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En plena cuenta atrás para que Yolanda Díaz confirme que está dispuesta a ser candidata a las elecciones generales al frente de Sumar, la vicepresidenta segunda del Gobierno ha dejado claro en Barcelona que su destino está estrechamente ligado al de la alcaldesa Ada Colau, que se juega la revalidación en las municipales de mayo y, con ella, el futuro de los 'comuns'. Esta cita será la antesala de la cruda batalla por la Moncloa de final de año, así como el banco de pruebas de si hay 'efecto Díaz' pese a la tensión con Podemos. De la suerte de ambas dirigentes -Colau es uno de los principales puntales de Sumar- dependerá también la supervivencia de la coalición progresista.

Si Pablo Iglesias tuvo en diciembre de 2014 su baño de masas en la capital catalana justo antes de presentarse a las generales, Díaz ha buscado también el suyo, consciente de que Catalunya es siempre determinante en cualquier resultado estatal. La presentación de Sumar en el Auditori ha cubierto las 2.000 butacas de aforo y más de 1.000 personas se han quedado sin poder entrar. Y si antaño Iglesias en su puesta de largo en Barcelona se opuso a la independencia pero señaló que "la casta había insultado" a los catalanes; su heredera, rompiendo con la tónica autoimpuesta de esquivar el siempre espinoso conflicto político, ha bendecido el derecho a decidir que también abanderan los 'comuns'.

Lo ha hecho justo a las puertas de la celebración de una cumbre hispano-francesa en Barcelona que ha motivado una movilización unitaria del independentismo el próximo jueves. "Hay quien dice palabras grandes sobre que en Catalunya habéis cerrado una parte de vuestra historia. No lo sé, pero será el tiempo y la gente quien decida lo que quiere hacer con la historia de su país, es una cuestión de respeto", ha asegurado. Toda una enmienda a la proclama del presidente Pedro Sánchez y del PSOE de que el "'procés' se ha acabado" y que ha sido el detonante de la protesta independentista convocada. "Tenéis en mi una amiga de Catalunya. Vais a tener el reconocimiento que os merecéis", ha sentenciado en una acérrima defensa del estado plurinacional.

Para Díaz, de Sumar depende que esa España diversa continúe teniendo un gobierno progresista o caiga en manos de la "barbarie" de la derecha. "Ganar un país es más complicado que ganar unas elecciones", ha advertido. Y Colau, su gran aliada ante ese reto, la ha erigido en la dirigente capaz de "conquistar el derecho a soñar, a tener esperanza" al frente de un Gobierno de coalición progresista en el que, pese a reconocerle límites y contradicciones, "nadie como Díaz ha ayudado" tanto a Barcelona.

La capital catalana, y Catalunya como vivero clave, es el quilómetro cero del objetivo de Díaz para seguir en la Moncloa. La vicepresidenta la ha tomado de referencia para lanzar algunas de las que serán las propuestas estrella del programa de Sumar. Ha anunciado que defenderá la regularización de las personas migrantes y que puedan votar. También que la asistencia bucodental y óptica se incorpore al sistema público de salud. Se ha comprometido con una ley de vivienda que no solo limite el precio de los alquileres, como ha reclamado Colau "de una puñetera vez", sino que obligue a los fondos de inversión a costear alquileres sociales.

Especialmente beligerante ha sido la vicepresidenta y ministra de Trabajo contra el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, que la acusó de "populismo irresponsable" por "demonizar" a los empresarios. Díaz le ha respondido que con gente cobrando mil euros de salario y con dificultades para hacer la cesta de la compra, "no es decente" que haya empresas que no cumplan con la ley y que se estén "forrando". "Es como Feijóo, todo lo que favorece a la gente le parece mal", ha espetado. A Catalunya ha puesto por testigo de su promesa de seguir subiendo el salario mínimo. Y mientras se desgañitaba en Barcelona, Podemos anunciaba su propuesta de renta garantizada de entre 700 a 1.400€ al mes. Nada es casual cuando de procesos electorales, a la interna y a la externa, se trata.

Contra el Hard Rock y la ampliación del Prat

El acto de Sumar ha transcurrido en paralelo a la tensión por la negociación de los presupuestos catalanes, en estos momentos a expensas de la reunión que el 'president' Pere Aragonès y el líder del PSC, Salvador Illa, tienen pendiente en las próximas horas para intentar desencallar el acuerdo. Un pacto que mantiene en vilo a los 'comuns' porque habrá que ver como resuelven socialistas y republicanos las discrepancias por proyectos como el Hard Rock, la ampliación del aeropuerto del Prat y el cuarto cinturón. Díaz ha metido baza en el asunto señalando que lo que son condiciones indispensables para el PSC forman parte de un "modelo productivo propio del viejo bipartidismo", que a pesar de discutirse "defiende lo mismo". El pulso económico es el preludio, también, de qué alianzas serán viables en el ciclo electoral que afronta Catalunya, empezando por Barcelona.