Ponencia político para el congreso de enero

'La Parrala' balcánica de ERC

Los republicanos han apelado o renegado del espejo kosovar, y ahora montenegrino, en función de la situación interna y de la coyuntura política

Momento de la votación en la clausura de la conferencia nacional de ERC de 2018

Momento de la votación en la clausura de la conferencia nacional de ERC de 2018 / periodico

Xabi Barrena

Xabi Barrena

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Suelen usarse una canciones para describir cierto comportamiento errático de alguna persona o entidad. O partido político: ‘La Parrala’, de Concha Piquer, dedicada a una ‘cantaora’ andaluza y que tiene como estribillo famoso el ‘La Parrala, Sí, la Parrala, no’. Y sirve para describir la relación de ERC con la unilateralidad, el referéndum acordado, el ‘caso Kosovo -es decir, la manera en que los tribunales internacionales aceptaron la declaración de independencia de ese territorio balcánico- y, ahora, la 'vía Montenegro' -esto es, los listones que la UE puso al referéndum de autodeterminación de la 'hermana pobre' de la exYugoslavia, en 2006.

Hace casi una década, en 2013, la conferencia nacional de los republicanos aprobó, tan solo con el 97,3% de síes, un documento que planteaba varios caminos a seguir en cuanto a la consulta, en función de lo que pueda ir pasando. El más extremo de ellos, el que preveía, incluso, una suspensión de la autonomía catalana (cuatro años antes) y, por tanto, del Parlament, abogaba por la declaración unilateral de independencia por parte de los cargos electos catalanes, que no serían ni diputados dada la ya dicha anulación del complejo autonómico. Es ni más ni menos lo que hizo la exregión serbia de Kosovo para lograr la independencia. Y lo más importante: la Corte Internacional de Justicia, el Tribunal de La Haya, falló que la declaración unilateral no era contraria al derecho internacional.

Pasó el tiempo y llovió lo que suele en la cuenca mediterránea y ERC se alió con CDC para las elecciones del 27S de 2015. En el programa del ente conjunto, Junts pel Sí, una DUI a los 18 meses. Pero esta no llegó. Porque se ideó un paso previo, el referéndum del 1-O. Finalmente el Govern posconvergente-republicano activó la DUI, de manera “simbólica”, con las consecuencias por todos sabidas.

'Adiós' a Kosovo...

En esto que llegó, en 2018, otra conferencia nacional y la dirección del partido, con el líder en el Centro Penitenciario Madrid VII y la secretaria general en Suiza. Allí se presentó un documento por el que se abogaba por la salida del conflicto mediante una mesa negociadora “multilateral”. Parecía que se cerraba un ciclo y se guardaba en el cajón la ‘vía kosovar’.

Pero no. Una parte de la militancia republicana, la más ‘híperventilada’ por usar un término muy extendido que define a lo más fervientes creyentes de que todo depende de Catalunya y de que el Estado debe obedecer sin más, presentaron enmiendas al texto. En paralelo, en las redes sociales partidarios de otros partidos se acercaron al río revuelto y empezaron a aventar aquello de que ERC se estaba convirtiendo en un partido “autonomista”. Sinónimo de timorato, cobarde y poco menos que traidor.

Ahí saltaron las alarmas y la dirección del partido trató de revertir la situación. Resultado final, en una votación como la del 2013, también a ‘la búlgara’ , el 95% aprobó una ponencia en la que se señala que no se desprecia “ninguna vía pacífica y democrática” para alcanzar la independencia. Y por si quedan dudas, el texto apunta que “si no es posible un referéndum de autodeterminación”, por la cerrazón del Estado (como pinta), “no se puede descartar una DUI". Esta declaración “debería cumplir las condiciones” que constan en la sentencia del Tribunal de la Haya sobre…sí. Kosovo.

Gestos simbólicos

Pero claro. Una cosa es calmar a la militancia y otra es cambiar de planes. Y lo que ha cambiado en ERC, y a rebufo ha provocado el múltiple cambio de modelo, en el que no hay que olvidar a Escocia (reférendum pactado), ni el Quebec (ley de claridad) es la progresiva adscripción de los republicanos al principio de realidad. La propuesta montenegrina es la plasmación, de hecho, de aquello de 'ampliar la base'. Un país neonato nacido tras un referéndum parejo, en el que, por tanto, hay amplias zonas donde habría ganado el 'no' es ingovernable. Aunque a la vez se abre otro interrogante. Con un 54% a 46%, por ejemplo, ¿ganaría la minoría?. Respuesta de un alto cargo de ERC: "Por encima de independentistas, somos demócratas".

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