LOS PREPARATIVOS DE LA CONFERENCIA NACIONAL DE ESQUERRA

ERC cierra la 'vía Kosovo'

Retrato de Oriol Junqueras

Retrato de Oriol Junqueras / AFP / PAU BARRENA

Xabi Barrena

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Un lustro. Ese es el tiempo transcurrido entre la última conferencia nacional de ERC y la que se va a celebrar en unas semanas, en el estival fin de semana a caballo de junio y julio.  Pero hay periodos de tiempo que cuentan por dos. O por 10. Los cinco años transcurridos desde el 2013 serían uno de esos.

Hace cinco años, en los albores de un 'procés' que el pasado 21-D cambió de etapa, Esquerra aportó al debate una vía extrema, a la que se podía recurrir no solo si el Estado se negaba a negociar un referéndum (como se negó), sino incluso si suspendía la autonomía (como la suspendió). Se trataba de la declaración unilateral de independencia por parte de una asamblea de electos. La virtud de esta propuesta, llevada a cabo por lo secesionistas kosovares, es que se vio amparada por la Corte Internacional de Justicia, el Tribunal de La Haya, que falló que la declaración unilateral no era contraria al derecho internacional. Es decir, los republicanos apuntaban a que llegado el debate a un 'tour-de-force' extremo, al final se vencería por la acción de los tribunales internacionales.

Mucho ha llovido desde entonces, incluso en el Mediterráneo, y la visión ahora mismo es otra. La declaración de independencia, el 155 y el 21-D marcaron el fin de una etapa. Y los postulados de ERC, ahora, son completamente otros y beben, completamente, de las reflexiones de Oriol Junqueras desde el Centro Penitenciario Madrid VII.

Ducha escocesa

La ponencia política del cónclave de este junio-julio es, sobre todo, una ducha de realismo como pocas veces se ha visto en el campo independentista. Ducha que, en aquellos sectores hiperventilados de la 'burbuja Twitter', ha sentado como una escocesa con el agua a un grado. Un reconocer la situación en la que están como paso previo a cambiar las cosas y conseguir la ansiada por ellos república catalana: “Hay que entender que obtener la mayoría social de un país significa alguna cosa más que detentar una simple mayoría parlamentaria".

"Los hechos de octubre y el 21-D no se han traducido en el nacimiento de la república catalana", espeta ERC en el texto que ahora se someterá a las enmiendas de los militantes. "Y la realidad es que hoy el independentismo no es lo suficientemente poderoso todavía para convertir Catalunya en una república independiente. El aproximadamente 50% de la población independentista es una proporción insuficiente cuando de lo que se trata es de que la república nazca por medios estrictamente cívicos, pacíficos y democráticos”, sentencia.

Detectado el talón de Aquiles, no hay suficientes independentistas, el partido propone su remedio: "Establecer complicidades con aquellos sectores que, favorables al derecho a decidir", se han mantenido al margen del secesionismo. Que no significa que el partido reclame volver a la pantalla del referéndum, algo que una voz del partido ha tildado a este diario de "pantalla pasada".

Esta voz prefiere tildar la ponencia (que lleva por título 'Fem República') de "ejercicio de transparencia", más que de ducha escocesa de realidad, pero sí apunta que los republicanos son "los únicos" que han "hecho este análisis". "No hay renuncias en el texto", prosigue esta voz, "sino la voluntad de diseñar otra estrategia para culminar la independencia". "Y hay que ser más y más fuertes para vencer el próximo choque", añade.

Partido en recomposición

Es, de hecho, el rumbo definido por Junqueras. No hay novedad alguna, más allá del vértigo de verlo negro sobre blanco en una ponencia congresual. Por ejemplo, la renuncia explícita a la unilateralidad ya fue objeto de controversia durante la campaña del 21-D, cuando la verbalizó Marta Rovira, hoy en Ginebra. Porque la gran diferencia entre la conferencia nacional del 2013 y la de este año también es esa: que la cúpula del partido estará ausente y la segunda línea de entonces, diezmada, y la de ahora, recomponiéndose.

En general el tono es muy resistencialista. Capear el temporal, el hostigamiento y la represión de la mejor forma posible, rehacerse, ampliar la base de apoyo y prepararse para la siguiente confrontación con el Estado. Que no se sabe cuándo será, pero llegará. "La república catalana y la ruptura con el régimen del 78 no se producirá de manera repentina, sino por fatiga de los materiales, gradual pero constante. Las virtudes más importantes serán la paciencia, el coraje, la constancia, la resistencia y la visión a largo plazo". Resiliencia.