Vuelve a Suiza

Anna Gabriel sigue los pasos de Meritxell Serret y se persona voluntariamente en el Supremo

La exdiputada de la CUP regresa a Suiza hasta el 14 de septiembre, cuando ha sido citada a declarar por el delito de desobediencia

Anna Gabriel, exdiputada de la CUP.

Anna Gabriel, exdiputada de la CUP. / ALVARO MONGE

Ángeles Vázquez
Júlia Regué
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La exdiputada de la CUP Anna Gabriel ha decidido seguir los pasos de la 'exconsellera' Meritxell Serret y ha comparecido voluntariamente este martes en el Tribunal Supremo, asistida por el mismo letrado, Iñigo Iruin, que era el habitual de la izquierda abertzale en causas por terrorismo. El magistrado instructor del 'procés', Pablo Llarena, la ha dejado en libertad y la ha citado a declarar el 14 de septiembre, confirmaron a EL PERIÓDICO fuentes jurídicas.

Gabriel, que huyó a Suiza en febrero de 2018, tras ser citada a declarar por Llarena, fue procesada en marzo de ese mismo año por desobediencia, delito por el que nunca ingresaría en prisión, ya que está penado con inhabilitación especial para empleo o cargo público y multa de hasta 12 meses. Se la declaró en rebeldía el 9 de julio de 2018.

Por el delito que se le imputaba no existía ni orden europea o ni internacional de detención en su contra. Solo había una nacional de detención para que fuera puesta a disposición del Supremo y tomarle declaración indagatoria, imprescindible en los procesamientos.

Regularizada su situación, Gabriel volvió a Suiza por vía terrestre (también había ido a Madrid en coche) y, por ahora, seguirá ejerciendo como secretaria general del sindicato Unia Genève en la región de Ginebra, cargo que ejerce tras haber sido elegida en noviembre del año pasado.

En un comunicado, la cupera ha defendido que ha dado este paso procesal "necesario para recuperar la libertad de movimientos" debido al contexto político y judicial actual y a consideraciones personales, aunque descarta quedarse en España. "De momento, en coherencia con una serie de responsabilidades profesionales y personales adquiridas, seguiré viviendo y trabajando en el mismo lugar en el que he trabajo y vivido los últimos años", sostiene la anticapitalista.

En rueda de prensa, el parlamentario 'cupaire' Xavier Pellicer ha explicado que el equipo jurídico de Gabriel exigió "claridad" al Tribunal Supremo para conocer de qué delitos se la acusaba y que, al certificar que era por desobediencia, se decidió a personarse voluntariamente para poder disfrutar ahora de libertad de movimientos, también en territorio nacional.

El precedente

Pero pocas dudas podía tener Gabriel sobre que se le imputaba únicamente un delito de desobediencia, porque así constaba en las actuaciones que acabaron en la condena de los líderes independentistas que no huyeron. Distinto era el caso de Serret, porque ella también estaba procesada por malversación de caudales y podría haber sido juzgada por el Supremo como Santi Vila, Meritxell Borràs y Carles Mundó.

No obstante, estos tres terminaron siendo absueltos del delito de malversación. Como la responsabilidad de Serret era similiar, Llarena remitió su causa al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que fue también el encargado de juzgar a los miembros de la Mesa del Parlament presidida por Carme Forcadell acusados de desobediencia y a la también exdiputada de la CUP, Mireia Boya, que resultó absuelta, porque no recibió ningún requerimiento directo del TC y por su cargo no podía impedir la tramitación de las leyes de desconexión al no figurar en la Mesa de la Cámara. Tampoco estaba Gabriel.

Con eso claro, una vez en el Supremo, Anna Gabriel regularizó su situación y quedó en libertad con la única obligación de comunicar cualquier cambio de domicilio y de teléfon. El juez Llarena la citó a declarar el próximo 14 de septiembre. Como ocurrió con Serret no tiene riesgo alguno de que ingrese en prisión siquiera cautelarmente.