10 cosas que hay que saber de Luis Medina, el comisionista del 'caso Mascarillas'

CRISIS FAMILIAR

Desde que nació el 30 de agosto de 1980, dos años después que su hermano Rafael, acaparó todas las miradas de la prensa rosa. Su infancia estuvo marcada por la separación en 1988 de sus padres: la modelo Naty Abascal y el aristócrata Rafael de Medina y Fernández de Córdoba, duque de Feria e hijo menor de la duquesa de Medinaceli.

OJOS QUE NO VEN...

Su madre, la que fuese musa de Valentino, trató de alejarles del ruido mediático. Del sevillano colegio privado Alminar pasaron a un internado de jesuitas en la provincia de Badajoz. Tras una breve etapa en Inglaterra, terminaron en otro internado: el estadounidense Kiski School, en Pensilvania. Entonces, solía pasar los fines de semana en Nueva York, en casa de Carolina Herrera y su marido Reinaldo.

VUELTA A SEVILLA

En marzo de 1993 su padre fue acusado de secuestro, corrupción de menores y tráfico de drogas. Pasó cinco años en prisión. Una vez le otorgaron la libertad condicional, Luis pidió a su madre volver a Sevilla y vivir junto a él. Ella, a regañadientes, accedió. Su hermano Rafael permaneció en Estados Unidos.

DRAMA Y TRAGEDIA

Cuando en 1998 el duque de Feria intentó suicidarse, cortándose las venas, Luis le llevó al hospital. En 2011 relató en ‘Vanity Fair’: «Luego se arrepentía. Me decía: ‘Lo siento, lo siento’. Yo le contestaba: ‘Papá, si no es por mí, es por ti, porque quiero que estés aquí y estés vivo». También fue el único en visitarle regularmente cuando, poco después, ingresó en un centro psiquiátrico. El 4 de agosto de 2001, a las puertas de cumplir 59, falleció por una sobredosis de barbitúricos.

UN TÍTULO PENDIENTE

Rafael, actual duque de Feria, le cedió el pasado año el título de marqués de Villalba. Sin embargo, dado que aún no figura en el BOE ni en la guía de la Diputación y Consejo de la Grandeza de España y Títulos del Reino, su hermano continúa siendo hoy en día el único titular de dicho marquesado.

MODELO FALLIDO

Hubo un tiempo en el que parecía que iba a emular los exitosísimos pasos de su madre. A finales 2014 fue nombrado embajador de la firma Dolce & Gabbana y firmó un contrato millonario. Ahora bien, nunca llegó a instalarse en Milán como estaba estipulado.

EMPRESARIO MOROSO

Si bien en 2007 abrió en Madrid su propio negocio, un ‘showroom’ de marcas de lujo llamado Showme That, se desvinculó del proyecto 10 años más tarde. ¿El motivo? Uno de sus proveedores, la empresa de transporte Gescom, le denunció por impagos, acumulando una deuda de 30.000 euros. En mayo de 2020, una vez percibidas las comisiones de las mascarillas, fundó Sextante Trade Desk, una sociedad dedicada a «la intermediación del comercio de productos diversos».

PERFIL DISCRETO

«La fama te proporciona ciertas comodidades, pero no paga las facturas de tu casa», aseguró en una entrevista que concedió a ‘XL Semanal’ en 2019. «Ahora no soy tan exigente ni con la ropa ni con nada. En los noventa sí, entonces me compraba una camisa en Gucci si me encantaba. Antes era un personaje público y tenía que cuidar mi imagen. Pero lo que tengo que cuidar ahora es mi vida personal, y punto», agregó.

ALMA ROCKERA

Sorpresivamente, en la misma publicación comentó que tiene un tatuaje: «Es el logo de Grateful Dead, un grupo hippy de los sesenta que escuché mucho con 15 años y he seguido escuchando». A Naty, como cabría esperar, no le hizo ni pizca de gracia. 

EL ETERNO GALÁN

Pese a que la revista francesa ‘Point de Vue’ le nombró en 2014 el «soltero más atractivo del mundo», el amor definitivo todavía no ha llamado a su puerta. Durante un lustro estuvo con Alejandra de Rojas, hija de los condes de Montarco. En 2010 se le relacionó con Tamara Falcó. Su última novia, entre 2017 y 2018, fue Cristina Fontcuberta, hija de la duquesa de Estremera y el difunto marqués de Bellamar. Al romper con ella se abrió un perfil en Raya, el Tinder de las estrellas y los vástagos de alta alcurnia.