Camino del congreso

Feijóo se prepara para controlar al PP por fases y convivir con Ayuso

El presidente de la Xunta presenta 55.000 avales para formalizar su candidatura al congreso extraordinario

El aspirante no aclara qué relación espera establecer con Vox, su principal competidor en el espectro de la derecha

PP y Vox, vasos comunicantes

MADRID, 09/03/2022.- El presidente de la Xunta de Galicia y candidato a la presidencia del PP, Alberto Núñez Feijóo, entrega este miércoles los avales necesarios para formalizar su candidatura en la sede del partido, en Madrid. EFE/David Fernández

MADRID, 09/03/2022.- El presidente de la Xunta de Galicia y candidato a la presidencia del PP, Alberto Núñez Feijóo, entrega este miércoles los avales necesarios para formalizar su candidatura en la sede del partido, en Madrid. EFE/David Fernández / EFE / David Fernández

Pilar Santos

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Alberto Núñez Feijóo presentó este miércoles los avales para formalizar su candidatura a la presidencia del PP. Llegó a la sede de Madrid con aire decidido, "sin arrastrar los pies". La expresión está grabada en la memoria de los conservadores, porque es lo que le dijo Pablo Casado hace tres años y medio al líder gallego para afearle que tuviera dudas y no se lanzara a las primarias para suceder a Mariano Rajoy. La política tiene giros impensables hasta para el guionista más artificioso y, en este caso, la velocidad de los acontecimientos va a hacer que Feijóo ascienda al máximo puesto sin controlar nada la estructura del partido en la capital. Irá haciéndose con el PP poco a poco: primero empezará decidiendo a quién quiere con él en la cúpula, después designará a sus portavoces en el Congreso, Senado y Parlamento Europeo y, por último (a finales de 2023, según Pedro Sánchez), renovará los grupos parlamentarios en las dos Cámaras españolas cuando le toque elaborar las listas electorales para las próximas generales.

El presidente de la Xunta entró en Génova, 13, con 55.000 firmas de compañeros de toda España, toda una exhibición de poderío con la que deja claro el apoyo interno con el que cuenta ante el congreso extraordinario del 1 y 2 de abril en Sevilla. El jueves por la tarde, el comité organizador del cónclave proclamará quiénes son los candidatos. También ha reunido un centenar de firmas, el mínimo necesario, la valenciana Alexia Herranz, de 28 años. No tiene opciones, pero quiere introducir en el debate del partido los derechos de los transexuales.

La decisión de Castilla y León

Tras entregar los avales, Feijóo ofreció una rueda de prensa en la que dejó sin resolver incógnitas importantes: no aclaró qué relación se ve manteniendo con la ultraderecha de Vox (que puede cerrar un acuerdo esta semana con el PP en Castilla y León para gobernar), ni si será senador por designación autonómica para tener un sillón desde el que hacer oposición en Madrid, algo que le obligaría a dejar la Xunta, ni tampoco si será diligente para renovar el Consejo General del Poder Judicial.

Avisa a sus contrincantes de que no tienen que esperarse un partido "desganado", sino que vayan pensando en las mayorías absolutas de Aznar y Rajoy

Feijóo se ve "preparado" para "garantizar la alternancia" a Sánchez. Quiere "vociferar menos que otros partidos" y avisa a sus contrincantes que no se esperen un PP "desganado" y que vayan pensando mejor en las mayorías absolutas de José María Aznar y Mariano Rajoy.

El presidente de la Xunta va a llegar a un partido en el que no va a tener el control total hasta las generales. Primero va a poder organizar su equipo, con un secretario general y unos vicesecretarios que se conocerán en Sevilla. Allí podrá comunicar los portavoces del nuevo PP en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo. El margen de maniobra es corto, ya que solo puede elegir entre los electos (en sus escaños gracias a Casado).

Alberto Núñez Feijóo, este miércoles, a su llegada a la sede del PP en la calle Génova.

Más tarde llegará el momento de los territorios. donde en algunos casos Casado y Teodoro García Egea colocaron a algunos dirigentes pese a la oposición de los barones. Feijóo tendrá que decidir si en algún caso monta una gestora para descabalgarles. Por último, culminará la reorganización con las listas de las generales provincia por provincia.

Por aclamación

El político gallego (Ourense, 60 años) va a asumir el liderazgo del PP como siempre deseó: por aclamación. Y ese contexto favorable se da gracias a Casado e Isabel Díaz Ayuso. Al todavía presidente de los populares, le debe lo obvio, que ha tenido que caer para que se abra el proceso de sucesión, pero también le adeuda algo más incómodo: que el descabalgamiento de Casado y García Egea se ha registrado después de que ambos lanzaran graves acusaciones por corrupción contra la que podría haber sido su principal competidora: la presidenta de Madrid. Feijóo no tenía claro, cuando estalló el conflicto interno, si ella iba a querer concurrir también al congreso.

El definitivo cara a cara

El 18 de febrero, en la última reunión cara a cara entre Ayuso y el todavía líder del PP, la conversación fue cruda, según fuentes conocedoras de su contenido. Ella llegó a reconocer que los contratos de su hermano, Tomás Díaz Ayuso, podrían acarrearle una imputación por tráfico de influencias, pero también añadió que la campaña de descrédito que, en su opinión, Casado había lanzado contra ella iba seguro a acabar con él. Y así fue. Menos de 48 horas después, tal como avanzó este diario, la presidenta comunicó a Feijóo que le dejaba vía libre para liderar el PP.

El gallego ha encontrado el camino desbrozado gracias a ella, pero está asumiendo, según señalan algunos veteranos del partido, que le pondrá algunas trampas en su recorrido. Ayuso también está entronizada ya como verso libre.

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