Elecciones 13-F

Luis Tudanca: "Hay que darle una oportunidad al cambio en Castilla y León"

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LUIS TUDANCA. SECRETARIO GENERAL DEL PSOE DE CASTILLA Y LEÓN

LUIS TUDANCA. SECRETARIO GENERAL DEL PSOE DE CASTILLA Y LEÓN / EMILIO FRAILE

Manuel Herrera

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Luis Tudanca (Burgos, 1978) vuelve a ser la apuesta del PSOE para impulsar el cambio en Castilla y León. En 2019, el dirigente socialista ganó las elecciones autonómicas, pero el pacto entre el PP y Ciudadanos le apartó del Gobierno. Esta vez aspira a repetir triunfo y a cuadrar los números para desalojar a la derecha del poder 35 años después.

¿Espera que haya una mayor movilización de la izquierda para evitar que el PP continúe en el Gobierno?

Yo espero que la gente se movilice para darle una esperanza a esta tierra. El señor [Alfonso Fernández] Mañueco me ha ganado todas las encuestas desde que fue elegido candidato del PP, pero de momento no ha ganado ningunas elecciones. Todo lo contrario, tuvo el peor resultado de la historia del PP en Castilla y León. Firmo porque siga siendo así.

En materia política, usted ganó las elecciones de 2019, pero un pacto a su derecha le impidió gobernar. ¿Le molesta la actitud actual del candidato de Cs, Francisco Igea, cuando fue él quien facilitó que el PP siguiera al frente de la Junta?

Me alegro de que diga que fue un pacto a la derecha, porque estos de centro liberal han demostrado que siempre cojean del mismo sitio. A ellos me dirijo: hubo mucha gente que no votó al partido socialista en 2019, pero que también votó cambio, porque se lo prometieron. Esto que le estoy oyendo decir al señor Igea y al señor Mañueco ya lo viví en 2019. También decían que no iban juntos, que no iban a pactar, y luego han estado dos años y medio viviendo un romance en el que han sido corresponsables de la despoblación. En este periodo se han aprobado solo ocho leyes en Castilla y León, no ha habido iniciativas sobre absolutamente nada. Pero yo ahora no me creo esta escenificación en la que el señor Igea y el señor Mañueco se han caído del caballo a la vez, han visto la luz y se han descubierto el uno al otro. No, no, que estabais ahí juntos y que habéis estado abrazados. Son dos náufragos intentando agarrarse a los restos de un Gobierno que ellos mismos han hundido haciendo mucho daño a Castilla y León.

¿Habría merecido la pena pactar con Igea?

Habría merecido la pena darle a esta tierra una oportunidad de cambio, pero bueno, la única parte buena de esta convocatoria electoral, que es profundamente irresponsable en mitad de la sexta ola, es que tenemos una magnífica oportunidad de lograr ese cambio.

Sé que usted no valora las encuestas como una foto real de lo que ocurre, pero todas auguran una entrada fuerte de la ultraderecha en las Cortes. Además, Vox busca el voto en el medio rural apelando al sentimentalismo de la gente del campo. ¿Le preocupa esta deriva?

A veces cuando les veo y les escucho me parece que saben muy poco de cómo es el campo en Castilla y León. Me parece que son como una parodia. Pero sí me preocupa, a cualquier demócrata le preocuparía que la extrema derecha esté creciendo y que vaya a las instituciones, y le preocuparía que el señor Mañueco esté dispuesto a cualquier cosa, una vez más, para continuar en el poder. Incluso, hacer vicepresidente al candidato de Vox y que pueda llevar al boletín oficial lo que escribe en Twitter contra las mujeres, contra determinados colectivos, contra las minorías, contra cualquiera que no piense como ellos. ¡Claro que me preocupa! Pero me preocupa también que, a diferencia de lo que sucede en el resto de Europa, aquí tengamos una derecha que esté aceptando con normalidad que su única posibilidad de seguir en el Gobierno sea pactar con la extrema derecha.

Usted no va a pactar con el PP o con Vox. ¿Está dispuesto a hacerlo con cualquiera de las otras fuerzas bajo la premisa de que lo importante es el cambio?

Sin ninguna duda. Necesitamos un Gobierno de cambio, y hablaré con todos los que quieran sumar y charlar de decencia, de regeneración, de sanidad pública, de mejora de los servicios y de afrontar el reto demográfico. Mi único límite es que no negociaré con la extrema derecha. Nunca. En la pasada legislatura sí firmé cuatro grandes acuerdos de comunidad con el PP, porque para mí lo primero es Castilla y León, antes que cualquier interés partidista. El criterio no puede ser a quién beneficia electoralmente un acuerdo; hay que pensar en la gente. Pero 35 años son demasiados. Si los resultados hubieran sido buenos, a por más. Pero si no, ¿seguimos por el mismo camino y que desaparezca lo poco que queda?

Usted señalaba en una entrevista reciente que se negaba a creer que la corrupción no pasara factura. ¿Cree que el PP está logrando desviar la atención de este foco?

Me parece que la premisa básica de la actitud de un servidor público es la honradez. Sin eso, todo lo demás... Además, aquí no estamos hablando de un caso. Estamos hablando de las primarias del señor Mañueco o de la trama eólica, ¿Cuánto se habrá ido por el desagüe? También hablamos de la Perla Negra y de tantos otros casos de corrupción. No puede ser que eso no tenga un castigo. Tengo la convicción de que nadie se ha creído que estas elecciones fueran por otro motivo que no sea la guerra interna del PP y tratar de tapas sus casos de corrupción.