Polémica en el Congreso

Vox contraprograma el minuto de silencio del 25N y niega la violencia machista

El grupo parlamentario protagoniza un homenaje previo a "todas las víctimas" junto a la Cámara baja

Santiago Abascal, durante una intervención en el Congreso

Santiago Abascal, durante una intervención en el Congreso / Europa Press

Miguel Ángel Rodríguez

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Una vez más, Vox se ha vuelto a desmarcar de todos los consensos alcanzados por la amplia mayoría de fuerzas parlamentarias españolas. Tras impedir que en el Congreso de los Diputados se leyera este jueves una declaración -respaldada por el resto de partidos- con motivo del Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, el partido de extrema derecha no ha estado en el minuto de silencio convocado en la Cámara Baja por las mujeres asesinadas. Los ultras han decidido contraprogramar este acto con su propio minuto de silencio en la escalinata de las Cortes para reivindicar que la "violencia no tiene género" y exigir la derogación de la ley de violencia de género.

Año tras año desde su entrada en las instituciones, los de Santiago Abascal han ido reventando todas las iniciativas de ayuntamientos, parlamentos autonómicos y en el Congreso y el Senado. Este 25-N no ha sido diferente. La diputado de Vox Patricia Rueda ha leído un manifiesto en el que han negado que la violencia tenga género y ha pedido acabar con la legislación que solo sirve para financiar "chiringuitos ideológicos".

Los ultras han vuelto a negar el concepto de la violencia de género, que a su juicio implica que "todos los hombres por el hechos de ser hombres son potencialmente violentos con las mujeres". No obstante, este concepto significa que las mujeres son agredidas por el hecho de ser mujeres.

El 57,3% de las mujeres que viven en España ha sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida (11,3 millones): más de 4 millones han padecido violencia física; 2,8 millones, violencia sexual y más de 8 millones aseguran haber sido víctimas de acoso sexual, según se deduce de una macroencuesta oficial publicada en septiembre pasado.

Críticas y reproches

"Con esta declaración institucional, el Congreso de los Diputados quiere mostrar su firme compromiso en la erradicación de la violencia contra las mujeres, su profundo rechazo a los agresores machistas y asesinos, así como ofrecer su apoyo total a las mujeres víctimas y a sus hijos e hijas", así reza el texto que Vox ha impedido que leyera la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, al ser necesario el consenso de todos los grupos parlamentarios. 

La actitud de los ultras ha levantado críticas de todas las formaciones. "Creo que estamos ante la peor oposición de Europa", ha aseverado la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, al ser preguntada en los pasillos de la Cámara Baja. La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, también ha afeado la posición de Vox: "Lamentamos que esas mujeres no puedan recibir hoy un mensaje de unidad por parte de todas las fuerzas políticas".

Desplantes continuos

El desplante de Vox se ha producido también en el acto celebrado en la madrileña Puerta del Sol, en la sede del gobierno autonómico, donde los de Rocío Monasterio no han querido participar en el minuto de silencio para no hacerse fotos con quienes participan en "aquelarres". Tampoco han participado en eventos similares en el consistorio de Valladolid o en el Parlamento de Andalucía.

Sí han acudido al acto convocado ante las puertas del Ayuntamiento de Madrid, aunque distanciados del resto de formaciones y sin situarse detrás de la pancarta que rezaba "¡Basta ya! No a la violencia de género". El alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, ha aplaudido que por lo menos hayan asistido cuando otros años no se presentaron o llevaron pancartas propias.