El tablero catalán

El 'caso Puigdemont' reafirma a ERC y JxCat en sus posiciones opuestas sobre la mesa

Aragonès exculpa al gobierno de Sánchez de la detención y sí responsabiliza al poder judicial, que cree que actúa para hacer fracasar las negociaciones Estado-Generalitat

Artadi asevera que los hechos de Cerdeña quitan "la poca credibilidad" que le quedaba al foro, que tilda de meros encuentros entre republicanos y el PSOE

El 'expresident' Carles Puigdemont y el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, este 25 de septiembre de 2021 durante su paseo por L'Alguer, en Cerdeña.

El 'expresident' Carles Puigdemont y el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, este 25 de septiembre de 2021 durante su paseo por L'Alguer, en Cerdeña. / EUROPA PRESS / LORENA SOPÊNA

Xabi Barrena

Xabi Barrena

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ERC y Junts mantienen su duelo de relatos acerca de la mesa de diálogo con el Estado. Y amenazan con mantener la polifonía todo lo que dé de sí la legislatura. Mientras la detención de Carles Puigdemont en Cerdeña es para los posconvergentes la prueba del nueve de que el foro es inútil, para los republicanos el trajín judicial de Puigdemont da más sentido que nunca a los conclaves entre gobiernos y a la defensa, en ellos, de la amnistía. Pere Aragonès, en esa tesis de defensa de la mesa, exculpó este lunes al Ejecutivo de Pedro Sánchez de toda responsabilidad en la peripecia sarda. Así, dijo que "no le consta" que el Gobierno sea responsable de la detención y defendió la necesidad de "mantener el rumbo" de la mesa de diálogo.

Aragonès, en una entrevista a RTVE, sí que ha responsabilizado a la cúpula judicial del Estado, que cree que actúa para hacer fracasar el diálogo. "El Gobierno español no puede hacer ver que no tiene que ver con él", añadió.

Por su parte, la vicepresidenta de Junts Elsa Artadi ha avisado de que la actitud del Gobierno de Pedro Sánchez y la detención del 'expresident' "refuerza la poca credibilidad" que daban a la mesa de diálogo, un foro que ha definido como "una mesa de partidos y de socios parlamentarios [entre ERC y el PSOE]", y considera que su objetivo se ha desmoronado a ojos de casi todo el mundo. Aragonès, previamente, y para explicar la limitación de asistencia a la mesa a miembros del Govern había afirmado que "no es una negociación entre partidos, es una negociación entre países".

Para Artadi, la detención "no es algo que podamos hacer ver que no haya pasado. Muestra la actitud del Gobierno, no sólo por el comunicado que enviaron, sino también por las posteriores declaraciones del Sánchez y sus ministros", aseveró.

Aragonès, por su parte, alertó de que un proceso de negociación "puede verse afectado por muchas cosas, pero la clave es mantener el rumbo". Ha advertido de que "las inercias para abandonar la mesa de diálogo serán muy grandes" y ha pedido al Gobierno de Sánchez que avance sus compromisos y dé "más pasos" para acabar con la "represión" contra el independentismo.

Sobre los presupuestos del Estado. Aragonès ha pedido a Junts que "no haga política a corto plazo" con este tema. El 'president' prefiere sumar esfuerzos con su socio de gobierno para negociar las cuentas generales pero ha advertido: "Si eso ha de ser un instrumento para desgastar al independentista de al lado, no empecemos". Y es que, como afirmó la vicepresidenta de Junts, Elsa Artadi, los posconvergentes no cierran esta vez la puerta a negociar las cuentas del Estado porque consideran que es "uno de los pocos elementos que quedan para condicionar al Gobierno y para seguir presionando por parte del independentismo" en Madrid. Eso sí, para ello, ha insistido en hacer un frente común sostenido por sus cuatro diputados, los dos de la CUP y los 13 de ERC. Algo que los republicanos rechazan y se preguntan si la aritmética fuera la inversa (los 13 fueran posconvergentes y los cuatro, los suyos), JxCat insistiría una y otra vez en este frente unitario.