Dinero del emérito

Imputado el presidente del Banco Mirabaud por los 65 millones saudís para Juan Carlos I

El fiscal suizo Yves Bertossa acusa al empresario de no dar la información preceptiva sobre el ingreso que recibió el rey del Gobierno árabe

Juan Carlos I.

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Juan José Fernández

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El presidente del Banco Mirabaud, Yves Mirabaud, ha sido imputado por el fiscal Yves Bertossa de Ginebra (Suiza) en la investigación por presunto blanqueo de capitales de la fundación Lucum, según adelantó este miércoles 'El País' y confirmó EL PERIÓDICO en fuentes de la entidad financiera. La imputación del banquero suizo forma parte de las pesquisas concretas sobre la donación de 65 millones de euros que el rey emérito Juan Carlos recibió de la monarquía saudí hace 13 años. Yves Mirabaud ya ha testificado como imputado ante Bertossa.

El fiscal suizo amplía su investigación al dueño del banco por no haber dado cuenta en su momento del ingreso extraordinario en la cuenta de la fundación del entonces rey de España, que recibió el regalo el 8 de agosto de 2008 en dólares (100 millones). Las entidades financieras suizas tienen desde hace 20 años obligación de informar de ingresos sospechosos a la Oficina de Reporte de Lavado de Dinero (MROS), organismo confederal suizo que vigila este tipo de delitos según la ley antiblanqueo de la Confederación Helvética.

En ese verano de 2008, un organismo dependiente del Ministerio de Finanzas saudí hizo la millonaria transferencia a la cuenta de la que disponía la fundación Lucum en Banque Mirabaud & Cie. Esa fundación tenía sede en Panamá; su cuenta corriente había sido abierta por el gestor de Juan Carlos I, Arturo Fasana, solo dos días antes. La existencia de Lucum trascendió oficialmente en marzo de 2020, cuando el rey Felipe VI renunció públicamente a cualquier herencia, beneficio o propiedad derivada de esa entidad, en medio de una grave crisis en la familia real.

Quién lo decidió

El Banco Mirabaud ya estaba siendo investigado por el fiscal Bertossa como la firma que recibió y custodió el dinero. Con este paso, el fiscal pasa a desarrollar la sospecha de que la ausencia de comunicación a las autoridades suizas sobre ese ingreso fue una decisión del propio presidente de la entidad financiera, supuestamente congelando la actuación de dos de los organismos de su banco encargados del filtrado y vigilancia de movimientos de dinero de las llamadas "Personas Expuestas Políticamente" (PEP).

En la lista de imputados del caso del regalo saudí están también los asesores suizos del monarca abdicado, Dante Canonica y Arturo Fasana, así como la examante alemana del rey emérito, Corinna Larsen, a quien fue a parar finalmente el dinero saudí. Fue, según ella, depositado como "regalo libre" -dice en una demanda reciente contra el rey emérito interpuesta en los tribunales británicos- en una cuenta de su sociedad Solare, y también en un banco suizo, Gonet & Cie, pero en Bahamas. Juan Carlos I le reclamó en vano la devolución del regalo tras su ruptura con ella.

A media tarde de este miércoles, el Banco Mirabaud ha emitido un breve comunicado admitiendo que el presidente de la entidad ha sido integrrogado por la fiscalía de Ginebra como investigado "en relación con una supuesta falta de presentación de informes al organismo de prevención de blanqueo de capitales en 2018". El comunicado anuncia: "El señor Yves Mirabaud impugna enérgicamente las acusaciones que puedan formularse contra él. El banco confía en un resultado favorable del procedimiento."

Fuentes cercanas al Banco Mirabaud no quisieron comentar a este diario otros detalles concretos de la nueva condición en que se encuentra su presidente, argumentando que no pueden por considerarlo "una cuestión judicial". En una comparecencia anterior, como testigo, Mirabaud ya admitió que no había difundido la identidad de Juan Carlos I como destinatario de la transferencia del ministerio saudí.

Otros colaboradores

Parte de la investigación del fiscal Bertossa rastrea también en otros rincones del banco suizo: se dirige a averiguar igualmente si el abogado Fasana contó con la colaboración de amigos personales en el cuadro de mandos intermedios de la entidad como posibles colaboradores en el ocultamiento del abultado ingreso que recibió su real cliente.