Primero de mayo

Vox intenta atraer el voto obrero vinculando a sindicatos y patronal con Unidas Podemos

La extrema derecha organiza caravanas por España, reeditando la protesta que comenzaron durante el estado de alarma por la pandemia

La candidata de Vox a la Presidencia de Madrid, Rocío Monasterio, y el líder nacional del partido, Santiago Abascal.

La candidata de Vox a la Presidencia de Madrid, Rocío Monasterio, y el líder nacional del partido, Santiago Abascal. / Europa Press / Alberto Ortega

Miguel Ángel Rodríguez

Miguel Ángel Rodríguez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Vox ha hecho de su campaña electoral madrileña un 'ir contra todos (salvo excepciones a Isabel Díaz Ayuso) y todo' con el fin de remontar unas encuestas que hace unas semanas les situaban al borde de quedarse fuera de la Asamblea de Madrid el próximo 4 de mayo. En dos semanas han intentado criminalizar a los menores extranjeros no acompañados, han puesto en duda la veracidad de las amenazas de muerte a políticos y, este sábado, han puesto tierra de por medio con las tradicionales manifestaciones del 1 de mayo, Día Internacional del Trabajador, para celebrar un mitin junto a su 'sindicato' hermano, Solidaridad, y atacar al resto de organizaciones de trabajadores y a la patronal. Un paso más en su pelea con las formaciones de izquierda -en especial con Unidas Podemos- para intentar atraer al votante obrero.

"El sindicalismo corrompido, dividido y de clase, en definitiva, el duopolio sindical hace mucho tiempo que se ha divorciado de la realidad de España", ha sentenciado Santiago Abascal en la plaza de Conde Casal de Madrid, en un escenario al que no le faltaba detalle para tratar de identificarse con los trabajadores, enmarcado entre un tractor, un camión hormigonera y una caseta de obra con el logo de Vox y el de Solidaridad.

La estrategia del líder ultra ha sido atacar con inquina a los sindicatos UGT y CCOO y a la patronal, e intentar vincularlos a ambos con el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos para, después, intentar erigirse como garante de los derechos de los trabajadores.

Disputa con Podemos

El partido de extrema derecha lleva desde el comienzo de la campaña electoral intentando introducirse en la bolsa del voto obrero, abriendo una disputa directa con los morados y acudiendo a los barrios más humildes de la capital, aunque apenas obtuvieran representación en estas zonas en las pasadas elecciones. Fuentes de la dirección nacional de Vox reconocen que los efectos sanitarios, económicos y sociales de la pandemia les benefician a la hora de captar a los sectores de la población más desfavorecidos y que aún no se habían recuperado de la crisis económica de 2008.

Con esta idea sobre la mesa, Abascal ha tratado de relacionar a la ministra de Igualdad, Irene Montero, con la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, y ha atacado a la patronal por su simpatías con el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.

En el acto, que ha tenido por lema 'Obrero y español', también ha participado la candidata ultra a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio. "Es un día de rebelión contra la crisis que afecta a tantísimos madrileños", ha sentenciado antes de reivindicar la consolidación de su 'sindicato' hermano "frente a las mafias sindicalistas que han engañado a tantísimos trabajadores". Además, en el centro de sus críticas han estado los ministros de Unidas Podemos y, en concreto, la vicepresidencia tercera y responsable de Trabajo, Yolanda Díaz, de la que ha dicho que "por mucho que de blanco se vista comunista se queda".

Caravanas en España

Al estilo de las manifestaciones que convocaron durante la primera ola de la pandemia y en mitad del estado de alarma, el partido de extrema derecha ha organizado movilizaciones en coche por todas las capitales de provincia españolas. En el mitin de Madrid han ido conectando con algunas de estas ciudades y también ha participado el diputado autonómico de Vox en Andalucía y líder sindical de Solidaridad, Rodrigo Alonso, que ha criticado duramente al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, por entenderse con los sindicatos y con el "Gobierno de turno".