Negociación por la Mesa

La CUP reniega de una eventual candidatura de Borràs a la presidencia del Parlament

Los anticapitalistas no aclaran si darían su apoyo a la postulante de Junts y cargan contra los posconvergentes por "llevar la situación al límite" al impedir que se aclare la composición de la Mesa a menos de 24 horas de la constitución de la Cámara

Los diputados electos de la CUP, Carles Riera y Basha Changuerra.

Los diputados electos de la CUP, Carles Riera y Basha Changuerra. / ACN / Pere Francesch

Júlia Regué

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A la CUP se le acaba la paciencia con Junts. A menos de 24 horas de la constitución del Parlament, los posconvergentes todavía no han puesto sobre la mesa cuál es su candidato a presidir la Cámara catalana, pese a reivindicar que ese puesto les pertenece y mientras sigue planeando la idea de que acabe siendo Laura Borràs.

El diputado electo de los anticapitalistas, Carles Riera, ha exigido "coherencia y lealtad" a las fuerzas independentistas y ha acusado a Junts de mantener un silencio difícil de explicar y de tensar la cuerda en las negociaciones: "Nos parece una temeridad empezar la legislatura sin una voluntad clara de lograr acuerdos estratégicos y priorizando, en cambio, los intereses partidistas y de juego de sillas por encima de los intereses del país", ha espetado en una rueda de prensa desde el Parlament.

La CUP no quiere desvelar cuál será su estrategia en la votación de los siete cargos a ocupar el órgano parlamentario, pero admiten que están "preocupados" por si finalmente la propuesta a la presidencia del Parlament es Borràs, por su causa abierta en el Tribunal Supremo para investigarla por la fragmentación de contratos mientras estuvo al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).

"Si Junts propone el nombre de Borràs es una propuesta que nos preocupa, nos inquieta. Nuestro compromiso contra la represión es incuestionable y sabemos que el caso de Borràs es complejo y forma parte de la causa general contra el independentismo. Pero el independentismo no puede permitirse ni la más mínima sombra de sospecha. La causa es política, sin duda alguna, pero su origen subyace en una posible mala praxis", ha enfatizado, y ha sostenido que no debería estar siendo investigada por el Tribunal Supremo, sino por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC).

La maniobra de la CUP es arriesgada porque corre el peligro de que finalmente se queden fuera de la Mesa. Si los 'cuperos' no apoyan al candidato de Junts, este será igualmente investido porque sus votos no son necesarios. Ahora bien, esto podría implicar que Esquerra y Junts finalmente tampoco apoyen a su postulante en una vicepresidencia o una secretaría y que, por lo tanto, no obtengan ningún asiento en el órgano parlamentario. "Si se quiere garantizar que el 52% tenga una clara expresión y traslación a la Mesa la CUP tiene que estar. Si se tiene que garantizar que sea un muro ante el fascismo y una punta de lanza en la defensa de los derechos civiles y políticos de los electos, es imprescindible que la CUP también esté", ha precisado Riera.

La CUP no decidirá su posicionamiento hasta que tengan sobre la mesa el nombre que presta Junts, pero garantizarán "sin duda" que "la mayoría de la Mesa será independentista y que el Parlament tendrá un presidente o una presidenta independentista". "No podemos ir más allá atendiendo que no conocemos otro candidato o candidata a parte del nuestro", ha zanjado Riera.