Gónzalez Laya compara Catalunya con el asalto al Capitolio: "El unilateralismo ha fracasado"

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha considerado que el unilateralismo independentista en Catalunya "ha fracasado" igual que ocurrió en el asalto al Capitolio en Estados Unidos, subrayando que la única vía para el cambio pasa por el diálogo y el respeto a las instituciones. Así se ha pronunciado en una entrevista concedida al diario italiano 'Avvenire' y recogida por Europa Press, en la que sostiene que en Catalunya "la ilusión del unilateralismo ha perdido mucho vigor y francamente lo que hemos visto en Estados Unidos ha sido una voz de alarma".

"Todos somos conscientes de que si queremos construir convivencia, comunidad y proyecto político, no se puede hacer sobre la base del unilateralismo, sino en las reglas del juego y el respeto de las instituciones", ha defendido, subrayando que "si las reglas del juego no gustan, se cambian, pero siempre en el ámbito de los ordenamientos".

Los partidos políticos utilizan el caos de EEUU en su pulso electoral

La ministra de Exteriores ha considerado que ese es "refleja también el sentir de una amplia mayoría de las fuerzas políticas de Catalunya" y ha sostenido que aunque a las próximas elecciones a la Generalitat "pueden presentarse partidos políticos diversos, desde la extrema-derecha a la extrema-izquierda", "la búsqueda de la independencia a través del unilateralismo ha fracasado claramente".

Por otra parte, ha opinado que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont "también tiene que elegir", puesto que "la democracia, que es el gobierno de todos y para todos", es incompatible "con el unilateralismo". "Nunca como en los últimos días hemos visto que el único camino sensato es el democrático del diálogo y la negociación", ha subrayado González Laya, en referencia al asalto al Capitolio por parte de partidarios del presidente estadounidense, Donald Trump, el pasado 6 de enero.

En su opinión, de este suceso se pueden extraer varias lecciones. "La primera es que no hay democracia sin respeto de la división de poderes, de las instituciones y de los adversarios políticos, y que las palabras preceden los comportamientos", ha señalado.