Nochevieja polémica

La 'rave' ilegal de Llinars abre otra crisis entre los socios de Govern

Salut e Interior cruzan reproches sobre las razones para demorar tanto el desalojo

Furgonetas de los Mossos entran en la nave de Llinars donde se celebra una rave ilegal.

Furgonetas de los Mossos entran en la nave de Llinars donde se celebra una rave ilegal. / Guillem Sànchez

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La 'rave' ilegal de Llinars del Vallès (Vallès Oriental) ya se ha terminado, pero el volumen de la bronca política que ha generado acaso iguala los decibelios que durante 36 horas atronaron en la nave abandonada. Los departamentos de Salut, liderado por Alba Vergés (ERC), e Interior, con Miquel Sàmper (JxCat) al frente, han vivido un nuevo enfrentamiento a cuenta de la conveniencia o no de un desalojo más rápido. El día 1 por la tarde, los Mossos explicaron que no preveían desalojar la nave a la espera de que los participantes salieran por su propia voluntad y para evitar males mayores, aunque poco después apuntaron que tenían previsto actuar "en las próximas horas" si los participantes en la fiesta no desistían voluntariamente.

La policía catalana informó de que aguardaba conocer un protocolo de Salut sobre cómo actuar con los participantes cuando salieran, teniendo en cuenta que iban todos sin mascarilla y no respetaban las distancias mínimas de seguridad.

Ante la avalancha de críticas por parte de vecinos, grupos políticos y empresarios del ocio, fuentes de la Conselleria de Salut han explicado este sábado que Alba Vergés habló el viernes con Sàmper y le pidió que se pusiera fin a la fiesta, se identificara a los participantes de la misma y se impusieran las sanciones correspondientes. Las mismas fuentes aseguran que este es el procedimiento habitual en otras fiestas que incumplen la normativa de restricciones contra la pandemia, sin que se haya pedido antes un protocolo al respecto.

En la misma 'conselleria' han enfatizado que no se puede obligar a hacer cuarentena a alguien si no es positivo o contacto directo, pero sí identificar a los participantes para poder hacerles un seguimiento de los mismos, en caso de que alguno de ellos diera próximamente positivo por coronavirus.

En plena polémica, el vicepresidente de la Generalitat y candidato de ERC a las elecciones del 14F, Pere Aragonès, ha anunciado este sábado que se "revisarán" con Interior los hechos para "evitar" que se repitan. Desde su cuenta de Twitter, ha subrayado, una vez ha comenzado el desalojo, que las actuaciones tienen que ser "más rápidas".

Poco después, Ciudadanos (Cs) ha anunciado que pedirá la comparecencia de Sàmper y Vergés, ante la diputación permanente del Parlament para que expliquen las razones por las que se ha demorado la intervención de los Mossos en la fiesta. El líder de la oposición en Catalunya, Carlos Carrizosa, opina que es "increíble que por parte del gobierno de la Generalitat se haya tardado más de 36 horas en reaccionar con lo que es una fiesta ilegal con personas que no respetan en absoluto las medidas sanitarias", cuando "todos sabemos lo rápido que se reacciona contra la gente normal, contra los comerciantes, los hosteleros o los que no cumplen los confinamientos municipales".