Debate parlamentario

El Parlament cierra con la bandera de la amnistía una legislatura dominada por las secuelas judiciales del 1-O

JxCat, ERC y la CUP no logran arrastrar a los 'comuns' en la petición de una ley de gracia en el Congreso de los Diputados

Catalunya En Comú - Podem se abstiene después de que los impulsores rechacen incluir la reforma del delito de sedición

Hemiciclo del Parlament.

Hemiciclo del Parlament. / EL PERIÓDICO

Júlia Regué / Xabi Barrena

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La legislatura iniciada en el 2018, bajo la espada de la aplicación del artículo 155, echó este viernes el cierre formal antes de que Roger Torrent disuelva, el lunes, el Parlament y el ‘president’ sustituto, Pere Aragonès, firme la convocatoria de elecciones para el próximo 14 de febrero. Un final presidido por el debate sobre la amnistía de los presos del 1-O que se une, cual pescadilla que se muerde la cola, con el tormentoso inicio a cuenta de la no investidura, bajo amenaza del Tribunal Constitucional, de Carles Puigdemont, para describir lo que han sido estos casi tres años de sesiones y Govern. Un cuadro al que habría que sumar la inhabilitación de Quim Torra como presidente de la Generalitat por desobedecer el mandato de la Junta Electoral.

Y es que lo vivido en el Parlament este viernes sigue siendo hijo de ese 30 de enero del 2018, cuando ERC y JxCat separaron sus caminos. Aquel día, los republicanos, por orden expresa de Oriol Junqueras que mandó no sacrificar más efectivos en fuegos de artificio y viendo que, aunque se invistiera a Puigdemont este nunca podría ejercer como ‘president’ -ni tan solo aparecería su nombramiento firmado por el Rey en el BOE- se abrazaron a la ‘realpolitik’ o pragmatismo que ahora mismo les define.

El final de la legislatura con el debate de la amnistía enlaza con el inicio, y la no investidura de Puigdemont, cual pescadilla que se muerde la cola

Así, los grupos independentistas exhibieron este viernes sus diferencias en la puesta de largo de una proposición de ley para la amnistía de los encausados por el 'procés'. Una iniciativa, de nuevo, como antaño, meramente declarativa, más simbólica que efectiva, con la que JxCat, ERC y la CUP se comprometen a llevar al Congreso de los Diputados su alegato en forma de proposición de ley el próximo 15 de marzo, después de las elecciones catalanas, sin contar con el espaldarazo de los 'comuns', que se abstuvo.

Y tiene una esperanza de vida tendente a cero, porque la duda no es si prosperará, que no lo hará, porque el Gobierno ya ha dicho que la amnistía no tiene cabida en la Constitución, sino en si podrá superar la Mesa del Congreso y ser debatida en el pleno.

Pero eso pareció ser lo de menos. Lo más fue marcar el perfil propio cara a la batalla electoral que se avecina y que las encuestas, este mismo viernes la del CEO, prevén cada vez más reñida. 

Tres visiones

Los posconvergentes mostraron abiertamente sus reticencias, mientras que los republicanos han tratado de arrastrar a los 'comuns' sin éxito, al tiempo que la CUP disparó contra los socios en el Govern por mantener las acusaciones contra independentistas que están siendo juzgados por disturbios. Y, a todo esto, los morados, disgustados por el rechazo a su enmienda que pedía incluir la reforma del delito de sedición, denunciando el enésimo acto de campaña electoral en el Parlament.

"Somos perfectamente conscientes de que no nos darán la amnistía", espetó el diputado de JxCat, Josep Costa, cargando contra la “injerencia” de los tribunales al tiempo que desmenuzó las faltas de unión del independentismo en su respuesta. “Aquí no se percibe ningún cambio político. El golpe de Estado judicial ha triunfado en España”, aseveró sobre el cambio de Gobierno respecto al 2017. 

"Somos perfectamente conscientes de que no nos darán la amnistía"

— Josep Costa, diputado de JxCat

ERC centró su discurso en la postura de los 'comuns'. Ferran Civit hurgó en que el indulto a los condenados y la reforma del delito de sedición, sólo favorece a los encarcelados, no al resto de encausados, ya sea pendientes de juicio o ahora residentes en Bélgica o Suiza. “Si no llevamos a cabo la amnistía y la autodeterminación no resolveremos la situación política entre Catalunya y España. Sean valientes aquí y sean valientes en Madrid”, remachó.

"No compartimos que las propuestas antirrepresivas compitan entre ellas"

— Lucas Ferro, diputado de Catalunya en Comú Podem

Por su parte, la diputada de la CUP, Natàlia Sànchez, defendió que impulsan esta iniciativa ahora porque “esta legislatura ha estado atravesada por la represión” y para “abrir un nuevo terreno de juego”.

El perdón del 50%

"No compartimos que las propuestas antirrepresivas compitan entre ellas", defendió el diputado de los ‘comuns’, Lucas FerroFerran Pedret (PSC) insistió en que la mitad de los catalanes merece que los independentistas "pidan perdón" porque la ciudadanía "no comprende que digan que lo volverían a hacer". "No pueden pedir a esta mitad el olvido", remachó cerrando la puerta a una amnistía.

"[Los independentistas] No pueden pedir el olvido a la mitad de los catalanes"

— Ferran Pedret, diputado del PSC

Nacho Martín Blanco (Cs) también exigió a la cúpula del 1-O que se retracte por el convulso otoño del 2017 y Alejandro Fernández (PPC) aseveró que "España no es una dictadura, no cabe amnistía alguna".