Medida preventiva

Los Mossos, en máxima alerta por disturbios tras la inhabilitación de Torra

Agentes de los Mossos d'Esquadra desplegados en Barcelona

Agentes de los Mossos d'Esquadra desplegados en Barcelona / EUROPA PRESS / PAU VENTEO

Guillem Sánchez

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Los Mossos d'Esquadra están en nivel de 'máxima alerta' por disturbios en Catalunya desde el 24 de septiembre. Una decisión que tomó el gabinete de coordinación del Pla Operatiu Minerva, que regula la disponibilidad de agentes antidisturbios y que se diseñó para contener los graves altercados desencadenados por la sentencia del Tribunal Supremo (TS) contra los líderes del 'procés', ante la inminente inhabilitación del president de la Generalitat, Quim Torra. Una sentencia que se ha confirmado este lunes al mediodía y que, a partir de los informes de amenazas que elabora la Comissaria General d'Informació, puede desencadenar un escenario de protestas. 

En una instrucción interna, el comisario jefe, Eduard Sallent, comunicó el jueves –24 de septiembre– tanto a la Brigada Mòbil (Brimo) como a las distintas Àreas Regionals de Recursos Operatius (ARRO) que sus respectivos turnos de trabajo y horarios habituales quedaban suspendidos y que todos los agentes antidisturbios de estos dos niveles debían estar disponibles para "maximizar y garantizar su capacidad de respuesta". Los agentes que no estuvieran trabajando, además, tendrían que estar "localizables" en los términos que establece "la guardia no presencial". 

La activación del grado de máxima alerta comporta también la previsión –también hipotética– de que arrecien las protestas de un modo sostenido "y se configuren escenarios de orden público de la máxima complejidad durante diversos días" como posible reacción a la inhabilitación de Torra, un fallo que podría conocerse en las próximas horasO días

Fuentes policiales aclaran que todas estas medidas se han tomado a pesar de que es complicado de prever el grado de virulencia que alcanzarán las movilizaciones debido, sobre todo, a la efervescencia de la segunda oleada de contagios de covid-19 y de las restricciones adoptadas para contenerla que prohíben por motivos sanitarios las concentraciones. 

Vuelven las vigilancias en sedes judiciales 

Sallent envió también el 22 de septiembre una orden a la Comissaria Superior de Coordinació Territorial (CSUCOT) para que se retomen las vigilancias de sedes judiciales. En la instrucción, el comisario jefe recuerda que a lo largo de estas semanas está previsto que se publiquen sentencias y resoluciones judiciales que "seguramente provocarán respuestas a todos los niveles y, al mismo tiempo, un fuerte impacto emocional", en alusión no explícita a la de Torra pero también a la sentencia del mayor Josep Lluís Trapero. La orden se da "en previsión y prevención" de que los edificios judiciales puedan convertirse en objetivos de personas que quieran "expresar con actos vandálicos su malestar". 

Por este motivo, Sallent ordena exista protección policial permanente en las sedes del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) y de la Ciutat de la Justícia. También habrá efectivos estáticos en los juzgados de BalaguerBergaCerdanyola del VallèsCerveraFigueresGironaGranollersManresaMataróMartorellMollet del VallèsOlotRubíSabadellSant Feliu de GuíxolsSanta Coloma de FarnersSolsonaTarragonaTortosaVallsVilanova i la GeltrúVic y las cuatro audiencias provinciales. Para el resto de edificios, las vigilancias serán dinámicas, es decir, las patrullas policiales pasarán de forma frecuente por delante de las mismas para dar seguridad. 

De la redacción de la propia instrucción se interpreta que destinar efectivos a la protección de estos edificios no responde esta vez a ninguna orden judicial sino a una medida de la propia cúpula de la policía catalana. Hace dos años, el TSJC sí obligó a los Mossos a diseñar el polémico dispositivo Toga que supuso destinar una cifra muy elevada de patrullas de seguridad ciudadana a la vigilancia de estas sedes. Una obligación que diezmó de forma notable –y durante un largo periodo– los efectivos disponibles para cubrir el resto de necesidades ciudadanas y que el tribunal decretó después de que algunos de sus edificios sufrieran el ataque de grupos de CDR que volcaron excrementos de cerdo en sus accesos. 

Cortes en las carreteras

Los Mossos también han previsto que una de las formas que pueden cobrar las protestas sean en forma de cortes en las carreteras. Por este motivo, se han ordenado a las distintas regionales policiales del territorio que presten "especial atención" a las vías más sensibles a una posible obturación por parte de manifestantes y se detalla para cada demarcación cuáles son estas en función de su densidad de tráfico, presencia de polígonos industriales cercanos, peajes o conexiones con infraestructuras críticas como puertos o aeropuertos.