ERC trata de hacer cuña con Torra contra JxCat por los alquileres

El 'president' Quim Torra entra en el salón de plenos del Parlament, el pasado 8 de julio

El 'president' Quim Torra entra en el salón de plenos del Parlament, el pasado 8 de julio / periodico

Xabi Barrena / Júlia Regué

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ERC ha convertido la regulación por ley de los alquileres como estandarte, por lo que tiene de símbolo social y, visto la renuencia de la posconvergencia, como ariete electoral contra JxCat, del que desea distanciarse ideológicamente. En el día que se debatirá y votará la ley, con las enmiendas (que de ‘facto’ son a la totalidad) de JxCat bien presentes, ERC intentó situar de su parte al mismísimo Quim Torra quien, en agosto, ya señaló que era partidario de la regulación.

“Sabemos que el centroderecha no quiere regular el mercado”, clamó el presidente del grupo parlamentario republicano, Sergi Sabrià, en referencia a sus socios en el Govern. Algo que Torra trato de atajar. “Nosotros no queremos ocupar ese espacio político”. No solo eso, el ‘president’ que reiteró su apoyo a la ley (“me recuerda las grandes leyes sociales que se promulgaron en la época de Puigdemont y Junqueras”) rogó a Sabrià que centrara sus ataques en los grupos que votarán que no a la ley. En referencia, sobre todo, al PSC. De ellos, de los socialistas, el portavoz republicanos dijo veladamente que se “ocultaban bajo falsos debates competenciales”.

JxCat celebrará este miércoles a las 13 horas una última reunión del grupo parlamentario para abordar su posición final en la votación de la tyarde. Según el resultado de dicha reunión, fuentes parlamentarias no descartaron una nueva reunión con el Sindicat de Llogaters.

Tono exigente

Torra mantuvo un tono no bronco, pero sí duro. Sobre todo cuando hacía referencia a su vista del día 17 a cuenta de la más que segura inhabilitación. Ante lo que él consideró una falta de solidaridad con su persona en su “lucha por la libertad de expresión”, dejó sin responder sendas preguntas de los ‘comuns’ y del PSC. A Marta Ribas, que le inquirió por su remodelación del Govern, en lugar de convocar elecciones, apenas le respondió y, a su vez, le afeó que el Gobierno de PSOE y Podemos no garanticen la baja laboral a los padres con hijos afectados por lgun tipo de cuarentena. Y a Miquel Iceta, quien pidió qué ventajas había en tener un ‘president’ en funciones, el jefe del Executiu le sometió a un cuestioario sobre los datos sanitarios del covid-19.

A respuesta a pregunta de la CUP, por su parte, Torra reiteró que no se vertería ningún euro “público” en la operación BCN World. Y a cuenta de la Diada, y de la preocupación de Ciudadanos de que las manifestaciones previstas puedan ir en contra de los consejos sanitarios, Torra señaló que iba a proteger el derecho a la manifestación. “Del de los trabajadores de Nissan, de Saint Gobain y de los que están preocupados por la difícil situación del país”, dijo para sentenciar, volviendo a ‘via crucis’ judicial por una pancarta: “No seré yo quien coarte la libertad de expresión”.