TRIBUTO EN LA RAMBLA

Silencio y unidad en el tercer aniversario de los atentados del 17-A

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Un minuto de silencio, entre claveles blancos y 'El Cant dels Ocells', ha sido el sobrio pero emotivo homenaje con el que Barcelona ha rendido homenaje este lunes a las víctimas de los atentados del 17-A, en el tercer aniversario de un ataque yihadista que dejó 16 muertos y más de 140 heridos en la capital catalana y Cambrils.

Medio centenar de familiares de fallecidos, heridos y testigos presenciales de los atentados han presidido la ceremonia, con las autoridades y representantes políticos en un discreto segundo plano, sobre el mosaico del Pla de l'Ós de Joan Miró, donde el terrorista Younes Abouyaaqoub detuvo su furgoneta tras sembrar la Rambla de cadáveres.

La pandemia del coronavirus no ha impedido la conmemoración de los atentados, con los que hace tres años el terror yihadista golpeaba por primera vez a Catalunya, pero ha obligado a adaptar la ceremonia a las medidas de seguridad, por lo que los asistentes llevaban las preceptivas mascarillas y guardaban las distancias de seguridad.

No han faltado quienes, también en silencio, no han podido reprimir las lágrimas al evocar esa fatídica tarde de hace tres años, cuando Abouyaaqoub irrumpió con una furgoneta en una Rambla atestada de turistas y zigzagueó a toda velocidad durante 800 metros, hasta dejar 15 muertos y al menos 130 heridos.

El terrorista de la Rambla, abatido cuatro días más tarde, asesinaba después a un joven para robarle el coche en su intento de fuga. Y, ya de madrugada, otros cinco miembros de la célula, armados con cuchillos y hachas, trataban de sellar una nueva matanza en Cambrils, donde antes de morir tiroteados por los Mossos mataron a un transeúnte e hirieron a una docena de personas.

Tregua política

Tras un primer aniversario del 17-A en que las desavenencias políticas precedieron el homenaje, el Ayuntamiento de Barcelona ha apostado por segundo año consecutivo por un breve y austero acto de recuerdo, donde solo las notas de 'El Cant dels Ocells', interpretado al violonchelo por una joven alumna del cercano Liceu, han acompañado un silencio cargado de trágicos recuerdos.

Representantes de las víctimas han depositado sus coronas de flores a los pies del mosaico de Miró y, después, lo han hecho las autoridades con los claveles blancos que llevaban en la mano: el presidente de la Generalitat, Quim Torra; los presidentes del Congreso y del Parlament, Meritxell Batet y Roger Torrent; el ministro de Sanidad, Salvador Illa, la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera; y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Les han seguido una amplia representación del Govern, con el vicepresidente, Pere Aragonès; la 'consellera' de la Presidencia y portavoz del Ejecutivo, Meritxell Budó; el de Interior, Miquel Buch, y la de Justícia, Ester Capella. Posteriormente, han sido miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad y emergencias quienes, uniformados, han añadido sus flores a los maceteros instalados a modo de altar.

Desde la prisión de Lledoners donde cumple condena por el "procés", el que fuera conseller de Interior el 17-A, Joaquim Forn, ha expresado por Twitter su apoyo a los familiares de las víctimas y su reconocimiento a los Mossos y a los cuerpos de seguridad y emergencias "por la actuación aquellos días".

"Saber toda la verdad"

El solemne silencio del acto solo se ha visto interrumpido por algunas voces que clamaban "saber toda la verdad", lema que lucían varias de las víctimas en sus camisetas, en el marco de la campaña impulsada por el padre de Xavier Martínez, un niño de tres años fallecido en los atentados.

La campaña reclama que se aclaren las conexiones del imán de Ripoll (Girona) y cerebro de los atentados con el CNI, unas sospechas alimentadas por unos supuestos contactos de este con agentes policiales -mientras estuvo encarcelado en Castellón por tráfico de drogas, entre 2012 y 2014- que comparten sectores del independentismo.

Por su parte, Vox se ha desmarcado del resto de partidos y ha citado a los medios al final de la ceremonia para denunciar, en boca de su diputado en el Congreso Ignacio Garriga, la "complicidad" de la administración con los atentados, al permitir que el "islamismo radical" se instale en Barcelona por la "invasión de la inmigración.

Juicio sin fecha

La causa judicial por los atentados del 17-A ha dejado en puertas de juicio a los tres únicos supervivientes de la célula terroristaMohamed Houli Chemlal -superviviente de la explosión de Alcanar-; Driss Oukabir, a cuyo nombre se alquiló la furgoneta utilizada en el atropello masivo; y Said Ben Iazza, acusado de facilitar la furgoneta frigorífica en la que transportar material para los artefactos.

El imán y otro de sus secuaces murieron la víspera del 17-A, cuando, por efecto del calor, saltó por los aires la casa de Alcanar donde la célula almacenaba los artefactos explosivos con los que planeaba un gran atentado -con la Sagrada Família como principal objetivo- que pensaba perpetrar el 20 de agosto. Los otros seis yihadistas fueron abatidos por los Mossos tras los ataques.

Barcelona no descarta recuperar la acusación de asesinato durante el juicio

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado que el ayuntamiento, que ejerce la acusación contra los tres únicos procesados por los atentados del 17-A, no descarta recuperar la acusación de asesinato durante el juicio. Tanto la Generalitat como el consistorio se han alineado con la petición de penas del fiscal, de hasta 44 años de prisión, y no acusa de delitos de asesinato a los tres procesados porque no participaron materialmente en los ataques.