TERCER GRADO

Cuixart: "Es un orgullo enorme estar en la cárcel por defender la democracia"

Decenas de personas reciben al presidente de Òmnium en su primer día de semilibertad

Jordi Cuixart, recibido con aplausos a su llegada a Òmnium

Jordi Cuixart, recibido con aplausos a su llegada a Òmnium. / periodico

Júlia Regué

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La 'familia' de Òmnium, término con el que su presidente Jordi Cuixart se refiere 182.633 socios de la entidad, ha acudido este viernes a recibirle en su primera salida con el tercer grado penitenciario. Cuixart ha pronunciado sus primeras palabras en una acto público tras más de 1.000 encarcelado y se ha reafirmado en el alegato con el que cerró el juicio: 'Ho tornarem a fer' ('Lo volveremos a hacer').

"Ha sido un orgullo enorme y me da una alegría inmensa haber estado en la cárcel y seguir estando por defender la democracia y la libertad", ha espetado Cuixart, en esta ocasión sin su destacada camisa blanca inmaculada. Precisamente, se ha encargado de subrayar que sigue entre rejas y que "ni la cárcel ni el exilio" deben ser un tope, "un límite", en la defensa del derecho a la autodeterminación.

Decenas de personas han ovacionado su discurso, acompañado de largos aplausos y gritos de 'libertad'. "Hemos aprendido que nuestra lucha el único limite que tiene es la violencia, nunca la ejerceremos. Los que no tienen límites son aquellos policías que vinieron el 1-O con el ‘a por ellos’ a pegar ciudadanos indefensos, inocentes, demócratas que luchamos por la libertad de Catalunya, por la democracia y por un país más justo y mas libre. Nos quieren aislados y no saben que hoy estamos más unidos que nunca", ha proclamado Cuixart. Que, a su vez, ha llamado a la sociedad civil a presionar a los partidos "de aquí y de allí" para que "escuchen la voz de la ciudadanía".

Un cartel de fondo con la expresidenta de Òmnium, Muriel Casals, que falleció en el 2016, ha sido el escaparate para su recibida, que Cuixart ha detectado con entusiasmo. El vicepresidente Marcel Mauri le esperaba en la calle Diputació de Barcelona y se han fundido en un abrazo. Sin muchas más dilaciones y con los altavoces alertando de la necesidad de mantener las distancias de seguridad entre personas, el presidente ha subido la escalinata hasta su despacho. "Estaba en la cárcel como presidente de Òmnium y dije que saldría como presidente de Òmnium", ha zanjado.