Cartas de un lector voraz
Artur, el padre de Oriol, prohibió a su hijo acumular más libros. No fue una decisión caprichosa. Las columnas de ejemplares ocuparon el suelo hasta casi impedir la apertura normal de la puerta de la habitación. Pero la drástica decisión se tomó cuando el padre vio que los libros, como una mancha de aceite, ocupaban ya parte de la cama y obligaban al preadolescente a dormir en posiciones casi de faquir. Antes, con nueve años se había leído la Constitución y, en vísperas del referéndum de 1978, se fue a preguntar por el vecindario si estaban de acuerdo o no con que no se incluyera la autodeterminación de los pueblos en la Carta Magna. El ahínco que ponía en las explicaciones seguramente influyó en las respuestas de los encuestados, que se mostraron abrumadoramente en contra de ese ‘olvido’ en el texto. Oriol Junqueras recupera ahora, en un nuevo libro, parte de estas lecturas.
Junqueras, hoy en la cinquentena, llevaba años sin leer con la voracidad que solía, o al menos, sin poder leer por el mero placer de leer. Sus ocupaciones políticas le obligaban a distraerse en otros quehaceres y textos, pero sus allegados coinciden en que “tiene memoria de elefante”. La cárcel le ha devuelto el tiempo para leer, sobre todo con el confinamiento. Y para escribir.
El 'cánon junquerista' de la cárcel
No sería acertado tomar este libro separadamente del que dedicó a sus hijos, y de los dos que lo sucederán, que ya están en el horno, uno, de calado político que verá la luz antes de fin de año, y otro para la primavera del 2021. Los escritos de Junqueras en prisión, sin duda, ofrecerán una visión de 360 grados del presidente de ERC.
‘Parlant amb tu d’amor i llibertat’ (Ara Edicions) son un cúmulo de cartas, como pequeños capítulos, que no siguen ningún orden cronológico, lo que permite leer el libro a lo ‘Rayuela’ de Julio Cortázar. El gran tema, lo anticipa el título, es el amor, y por sus páginas resuenan los ecos de sus lecturas. Y sobre todo, los grandes clásicos y ‘grandes’ que con el tiempo se van volviendo clásicos. Petrarca, Cátulo, Horacio (a quien le ‘atribuye’ la idea del libro), pero también a Primo Levi (se nota la educación italiana recibida), Montaigne, Goethe, Walt Whitman, Joan Margarit, Miguel Hernández…
'Andaluces de Jaén, aceituneros altivos...'
A Hernández lo cita varias veces. Incluso a quienes le han cantado, como Paco Ibáñez y Joan Manuel Serrat. En una de las ocasiones, en ‘Arrels’, Junqueras se permite filtrar algo de información personal y habla de la cárcel y de sus orígenes. En esa carta recuerda a su tatarabuela de Jaén, a su bisabuelo nacido en Badajoz que fue encarcelado tras la Setmana Tràgica de 1909; a su otro bisabuelo , que también pasó por la cárcel tras la huelga de La Canadenca; a su abuela Berta, tomada como rehén por los militares para amedrentar a su bisabuelo; a otra bisabuela, asesinada por las tropas franquistas, en 1938.. “una generación tras otra, los enemigos de la democracia se han acarnizado con los que defienden la justicia y la libertad, tanto si han nacido en Andalucía, Extremadura, Aragón o en Catalunya”. Y a modo de mensaje, y antes de escribir lo de “Andaluces de Jaén, aceituneros altivos…” que canta Ibáñez, sentencia: “A pesar de todo, no nos hemos rendido. Por esta razón volvemos a estar en la cárcel. Y, precisamente por todo esto, sabremos sumar para ganar".
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