JUICIO EN MADRID

El exnúmero dos de la Policía se desvincula del pendrive de los Pujol

eugenio pino

eugenio pino / periodico

Ángeles Vázquez

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Madrid sigue aún en la fase 2, pero la Audiencia Provincial de Madrid estrenó la "nueva normalidad" con un juicio de los de expectación mediática: el primero que se celebra por las malas prácticas policiales de la etapa de Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio del Interior. Con él quiere determinar quién y por qué introdujo en la Audiencia Nacional un pendrive con datos sobre el primogénito del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol.

La primera sesión fue la de los acusados. El exnúmero dos de la Policía Eugenio Pino, que se enfrenta a una petición de hasta 10 años y medio de cárcel por parte de Podemos, se desvinculó del dispositivo de memoria que el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata apartó para evitar que contaminara la causa abierta contra la familia del 'expresident'. 

Coacciones

Pino explicó que compareció ante el juez De la Mata para ayudar a aclarar el origen del aparato, pero durante la comparecencia todos le gritaron hasta el punto de que pensó en denunciar por coacciones al instructor. A eso atribuyó que durante su declaración confundiera el pendrive con otro, el único que dijo conocer, que le entregó el entonces responsable de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, no en el 2015, sino a finales del 2012 o principios del 2013.

Aseguró que intentó ver su contenido, pero su ordenador tardó mucho en abrirlo y no llegó a hacerlo. Alegó que Martín Blas le dijo que se lo habían dado "estos", en referencia a sus colaboradores de la agencia de detectives catalana Método 3. Según Pino, con este comisario mantiene "una enemistad manifiesta", desde que le apartó de Asuntos Internos tras el conflicto que tuvo con el excomisario José Manuel Villarejo, principal imputado del 'caso Tándem', en el que se investigan las cloacas policiales.  

El protocolo

El subordinado de Pino, el también acusado Bonifacio Díez Sevillano, sostuvo que no tuvo relación con el pendrive y que cualquier prueba que llegaba a la Direción Adjunta Operativa se entregaba a la unidad correspondiente por el protocolo establecido.

Le desmintió el primer testigo, el inspector jefe José Manuel Álvarez Luna, ahora al frente de la Udef, que dijo que a él se lo dio su entonces jefe, el comisario Manuel Vázquez, al que se lo había hecho llegar Díez Sevillano de parte del director adjunto operativo (DAO). Añadió que su origen se situó en Método 3, pero sin más datos. 

Según Álvarez Luna, cuando lo recibió hizo copias y lo dejó en un cajón hasta que en 2017 al levantarse la polémica sobre su origen lo busca y se lo entregó al comisario José García Catalán, quien lo lleva a la Audiencia Nacional.

Cuestiones rechazadas

La vista se había iniciado con las cuestiones previas, que fueron en su totalidad rechazadas por el tribunal. También se rechazó, con la concesión de no alargar excesivamente las sesiones, la petición de suspender el juicio por la lesión en un hombro que sufre Cristóbal Martell, abogado de Jordi Pujol Ferrusola

Entre las cuestiones planteadas destaca la esgrimidad por la abogada María Ponte, en nombre de Bonifacio Díez, para intentar neutralizar el delito de estafa procesal del que también acusa Podemos, mediante la doctrina Botín y Atutxa y el hecho de que no lo contemplen ni fiscalía ni la acusación que ejerce el perjudicado por los hechos Jordi Pujol Ferrusola.