Memoria Histórica

El delito de apología del franquismo, a debate

Personalidades de distinta ideología y relacionadas con la Memoria Histórica dicen por qué sí y por qué no incluirían la exaltación de la dictadura en el Código Penal, como propondrá el Gobierno

Ultras en el Valle de los Caídos

Ultras en el Valle de los Caídos / JAVIER BARBANCHO (REUTERS)

Juan José Fernández

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Retomando en parte el espíritu de una propuesta socialista de 2017 para modificar la ley de memoria histórica, el Gobierno se plantea modificar el Código Penal para introducir como delito la apología de la dictadura franquista. La idea nace con el rechazo frontal de la derecha y no cuenta con el entusiasmo de toda la izquierda. Diversas personalidades opinan sobre esta cuestión.

José María ‘Chato’ Galante

Portavoz de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina. Miembro de La Komuna Presos del Franquismo. Detenido en los 70 cuatro veces. En el interrogatorio, Billy el Niño

"Sí hay que tipificar ese delito. Pero antes hay que haber juzgado los crímenes del franquismo. Si una sentencia dice que fue un régimen criminal que cometió sistemáticamente crímenes contra la humanidad… inmediatamente sí se puede considerar que hacer apología de ese régimen puede ser un delito. De la misma manera que nadie permitiría una asociación que haga apología del crimen de La Manada, o de crímenes del terrorismo islámico, nadie hablaría de libertad de expresión en esos casos".

Luis Felipe Utrera-Molina

Abogado e hijo del ministro franquista José Utrera-Molina. Representa a la familia Franco ante la justicia europea contra la exhumación del dictador.

"Chocaría con el artículo 20 de la Constitución y el 10 de la Convención Europea de Derechos Humanos [Libertad de Expresión]. Las jurisprudencias del Tribunal Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) establecen que las limitaciones a los derechos fundamentales se han de interpretar siempre de forma restrictiva y favorable al ejercicio de esos derechos. Si se entiende por apología justificar o hablar positivamente de Franco o de su régimen, eso equivaldría a tipificar el delito de opinión, incompatible con nuestra constitución.

Y además, si alguien hiciera apología del franquismo con la intención de incitar al odio, a la violencia o para denigrar a quienes se consideran sus víctimas, eso ya tiene cabida en el artículo 510 del Código Penal [delito de odio].

¿Qué se entiende por apología del franquismo? Si yo defiendo la trayectoria política de mi padre en gobiernos civiles, o construyendo 10.000 viviendas en Sevilla para gente con escasos recursos, ¿es apología? Tipificar como delito algo así abre un melón difícilmente controlable. La demonización de un personaje histórico concreto podría abrir el paso a la demonización de otros personajes de la historia, y nos llevaría a una carrera peligrosa".

Fausto Canales

Hijo de fusilado por el franquismo. Pionero en la reclamación de exhumaciones en el Valle de los Caídos.

No debe meterse en el Código Penal, porque puede repercutir en la Libertad de Expresión. Me fastidia mucho cuando se ensalza el franquismo, pero prefiero que no sea delito si eso va suponer que se cercenen libertades. Depende mucho del alcance e interpretación que tendría una figura como esa. Ensalzar el franquismo es grave, por cuanto ha repercutido en las personas y en España. Pero decir “¡Viva Franco!” en un bar… no sé si es para prohibirlo. Otra cosa es hacer apología de los fusilamientos, o negar la represión, o promocionar una vuelta a las andadas.

Francisca Sauquillo

Jurista. Hermana de una víctima de la matanza de Atocha. Comisionada de la Memoria en Madrid bajo la alcaldía de Manuela Carmena.

La Libertad de Expresión ha de garantizarse… siempre que no inculque la violencia, la xenofogia o el racismo. Si los que apologizan el franquismo plantean volver a un Estado que asesinó a gente hasta su final, sí hay que incluirla en el Código Penal. Habría que ver en qué condiciones. No veo punible la mera expresión de la ideología, pero sí la exaltación de la violencia que conlleva.

Xavier Arbós

Catedrático de Derecho Constitucional. Universidad de Barcelona

No me parece buena idea por una razón de oportunidad y otra jurídica. La primera: esa tipificación delictiva puede tener efecto rebote y convertir en víctimas a quienes expresan una opinión favorable a un régimen que todos consideramos odioso. Les convertiría, paradójicamente, en adalides de la Libertad de Expresión y daría munición a la extrema derecha. Además, hacer esto podría llevar a otras mayorías parlamentarias de distinto signo a convertir en delito la apología de otros regímenes.

La segunda: esta medida podría encontrarse con una cuestión de inconstitucionalidad o un recurso ante el TEDH. Una sentencia del Constitucional de 2007, sobre la librería nazi Europa de Barcelona, consideró que la mera exaltación o recuerdo de un episodio histórico cabe en la Libertad de Expresión, que ampara también las opiniones incómodas o desagradables, siempre que no se exalte el odio o se denigre a las víctimas. Y el TEDH resolvió en 1998 un recurso sobre la difusión de una defensa del mariscal Pétain, considerando que esa libertad ampara también las ideas desagradables, chocantes o molestas.

Para que los herederos del franquismo no crezcan, creo más efectiva la educación y el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.

Jordi Oliveras

Abogado, vocal de Memoria Histórica del Colegio de Abogados de Barcelona.

En principio no lo metería en el Código Penal. Y si se incluye ha de ser con muchísimos matices, pues la Libertad de Expresión debe prevalecer. La clave está en si esa exaltación del franquismo implica una provocación a la violencia. Pero el simple hecho de exaltar el franquismo… Depende de cómo se plantee. Si es provocación a la violencia, está en el Código Penal. Es una cuestión complicada desde el punto de vista de los derechos fundamentales. Todo el mundo tiene derecho a tener opiniones, por poco que nos gusten. Hay que ponerle unos límites, en el criterio de que todo lo que signifique exaltación de la violencia no es permisible. Pero el simple recuerdo del dictador… no lo tengo tan claro. No obstante, una modificación legislativa como esta requiere una reflexión mucho más seria.

Ángel Bahamonde

Catedrático de Historia Contemporánea. Universidad Carlos III. Experto en el exilio español.

Ni sí ni no. Si se trata de tipificar la exaltación, estrictamente entendida como tal, soy partidario. Pero yo soy un liberal de izquierdas, y para mí la libertad de expresión es sagrada. Si un académico, un historiador, realiza un trabajo cuyo resultado pondera el franquismo desde el punto de vista económico, por ejemplo, ¿eso es exaltación? El problema está en el respeto a la Libertad de Expresión.

Luis Castells

Veterano antifranquista. Catedrático de Historia Contemporánea. Universidad del País Vasco. Investigador la Memoria y la Violencia en la Transición.

Toda prohibición tiene un efecto boomerang: puede generar un clima de cierta simpatía por lo prohibido. La gente tiene que conocer con exahustividad lo que fue el franquismo, pero ahí es esencial la educación. De una prohibición soy poco partidario: la prohibición a veces alienta. No es eficaz que el Gobierno legisle sobre una materia que en realidad depende más de una cuestión educativa que de elementos punitivos.

Pedro Corral

Escritor experto en Memoria Histórica. Diputado del PP en la Asamblea de Madrid.

Pienso hizo el historiador Gabriel Tortella en un artículo que títuló en El Mundo “Izquierdas o siniestras”: sería introducir un delito de opinión en una democracia. Recuerdo de ese artículo: “Yo comparto con los socialistas la repulsa al franquismo, contra el que luché y cuyas cárceles conocí, pero eso no nos da derecho a meter en prisión a quienes no piensen como nosotros”.

Si no se va a poder decir, como reconocieron Javier Tusell y Tortella, que el desarrollismo bajo la dictadura propició la creación de una clase media y el fortalecimiento de España como potencia económica… muchos libros de historia irían a la picota. Toda la repulsa que puedas sentir sobre el franquismo no puede convertirte a la vez en un pequeño dictador que persigue a quien no piensa como tú, como hizo el franquismo. Por mucho que nos pueda disgustar alguien que incluso defienda la represión de posguerra, o los fusilamientos o la pena de muerte durante el franquismo, habrá que pensar en la Libertad de Opinión que reconoce la Constitución.

Lo más antifranquista que se puede hacer hoy es reconocer la Libertad de Expresión de opiniones que nos puedan parecer inaceptables.

Matías Alonso

Secretario de Memoria del PSPV- PSOE Valencia. Coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Comunidad Valenciana.

Por supuesto, sí. Es lo que se da en países democráticos en Europa desde el final de la II Guerra Mundial, en los que se produjo una desnazificación. En España, ciertos tipos de leyes, como la de Memoria Histórica, si no hay un cuerpo sancionador, no se cumplen. Para mí, como memorialista y como familiar de víctimas, es esencial que la sociedad española sepa que el fascismo es literalmente malo, porque conduce al enfrentamiento, el odio y la intolerancia. El Estado debe hacer saber que considera perversa esa ideología y que es beligerante contra ella.