CITA CON LAS URNAS

ERC avisa a JxCat de que no entrará en el cuerpo a cuerpo

Ambas fuerzas llevan a la junta electoral el acto del lunes del Rey en BCN

El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès.

El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès. / periodico

Xabi Barrena

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Nada nuevo bajo el sol. Los ataques directos de Laura Borràs a ERC, así que sonó el pitido de inicio de la campaña, no pillaron desprevenidos a los republicanos. Ni tan solo la celeridad con la que los posconvergentes, trastabillantes en las encuestas, arremetieron contra sus todavía socios de Govern.  Al quite salió el propio líder extramuros de ERC, Pere Aragonès, quien este viernes fijo posición pública sobre el trato a dar a los posconvergentes en esta campaña. Un manual de modos y maneras que, por otra parte, de forma interna, hace semanas, sino meses, que se aplica.

Advirtió el coordinador nacional republicano de que su fuerza «no entrará a realizar una campaña de reproches entre independentistas» por cuanto en la sede de la calle de calàbria se tiene claro que sus «adversarios no son otros independentistas, que sí son compañeros de viaje».

Eso sí, Aragonès dejó un dardo a modo de 'post-it' a Junts per Catalunya. «Podríamos hacer reproches  y recordar cómo JxCat regaló la presidencia de la Diputación de Barcelona al PSC a cambio de nada, cuando había la alternativa de tener un presidente independentista, pero no entraremos» en esa dinámica, dijo. Acto seguido deseó, como es norma en ERC, «mucha suerte» a los posconvergentes. 

El apoyo a Sánchez

Aragonès sí se explayó sobre el motivo concreto del ataque de Borrás, la abstención de ERC en la segunda votación de la investidura fallida de Pedro Sánchez, y el presunto entreguismo al PSOE que, según JxCat se desprende. 

Así, según el también vicepresidente del Govern, ERC  «trató de poner al PSOE ante un espejo para que los votantes socialistas vieran  cómo Sánchez no quiso hacer un Gobierno de izquierdas», por lo que ahora les piden que «confíen en ERC».

También calibró el republicano que el escenario, con un PSOE parece que más volcado en lograr apoyos de fuerzas que no son de izquierdas, ha cambiado puesto que «hoy ERC se topa con un Pedro Sánchez con el que es  casi imposible, negociar nada».

Por otra parte, ERC  y JxCat, presentaron sendas peticiones a la Junta Electoral Provincial (JEP) para que «ordene al Jefe del Estado y toda la Casa Real» que aplacen su visita del lunes Barcelona hasta después del 10-N.

Ambos partidos alegan que la  visita del rey en período electoral no puede ampararse en la actividad habitual de los poderes públicos, ya que «la única cosa que se busca es utilizar el acto de manera electoralista».